El mes pasado se estrenó en Prime Video la segunda temporada de su serie más cara hasta el momento, The Rings of Power, dos años después del final de la primera temporada en 2022. Pocas semanas antes, pudimos ver el tan divisivo y comentado final de temporada de House of the Dragon y la confirmación de que la tercera temporada recién estará entre nosotros en 2026. A esta altura hay que cuidarse para asegurarnos de poder ver el final de las historias que nos gustan.

Probablemente los casos más escandalosos en cuanto a tiempo pasado entre temporadas sean los de Severance (2022-), Euphoria (2019-) y Stranger Things (2014-). La serie de Apple TV+ estrena su segunda temporada el próximo enero, tres años después de la primera. En los casos de las dos últimas es aún más problemático, ya que tienen un elenco muy joven a quienes los años se les notan muchísimo y esto termina afectando la narrativa. Hay que adaptar la historia al tiempo que se tarda en estrenar una próxima temporada.

Suena bastante absurdo. Pero lo cierto es que la última temporada de Stranger Things llegará en algún momento del 2025, cumpliéndose también tres años desde el último episodio que vimos. En el transcurso de estos años los chicos crecieron, y Millie Bobby Brown hasta se casó.

Euphoria viene aún con más obstáculos y rumores de diferencias de algunos miembros del elenco con el creador y showrunner de la serie, Sam Levinson. Sumado a eso, también la trágica y sorpresiva muerte de Angus Cloud (Fez) vuelve todo aún más controvertido, y surge el interrogante de si una nueva temporada es necesaria después de todo lo sucedido.

En definitiva, pasaron dos años desde la última, aún no hay fecha confirmada de inicio de producción, y los protagonistas han continuado con sus carreras en cine con bastante éxito, algunos convirtiéndose, podemos decir, en estrellas. Si hubiera que nombrar los trabajos más notables de Zendaya, Jacob Elordi y Sydney Sweeney creo que no diríamos que son los episodios de Euphoria.

Es cierto que en estos años hubo algunos contratiempos de fuerza mayor que no tuvieron que ver con las producciones en sí. Entre la pandemia y las huelgas de guionistas y actores durante 2023, muchas de estas series tuvieron que retrasar rodajes y pausar la escritura de guiones, lo que por supuesto terminó afectando el calendario de estrenos. Sin embargo, no es la única excusa. Este fenómeno va más allá de eso.

Television como la de antes

Si tienen la edad suficiente para recordar haber consumido series de televisión en la década de los 2000 y 2010, sabrán que las temporadas funcionaban de forma muy diferente. Para empezar, series como Friends (1994-2004), The O.C. (2003-2007), Gossip Girl (2007-2012), Grey’s Anatomy (2005-), Lost (2004-2010) o Supernatural (2005-2020) tenían temporadas de más de veinte episodios que prácticamente acompañaban al espectador el año completo.

Las “temporadas de televisión” iban de septiembre a mayo, es decir que podías ver el final de temporada a fines de mayo, y en apenas tres meses podías ver qué sucedía con el cliffhanger que te habían dejado. De hecho, los premios Emmy que reconocen lo mejor de la televisión, anuncian nominaciones generalmente en junio para llevar a cabo la ceremonia en septiembre y acompañar este calendario de estrenos. Hoy en día los Emmy siguen sucediendo en septiembre, aunque por una cuestión de costumbre más que otra cosa.

Unos años después con la llegada de la “televisión de prestigio” inaugurada con series como The Sopranos (1999-2007), The Wire (2002-2008), Mad Men (2007-2015) o Breaking Bad (2008-2013), las cosas cambiaron. Las temporadas ya no tenían veinte episodios, sino entre diez y trece, y se estrenaban anualmente. Hasta los días de Game of Thrones (2011-2019) funcionaron de esta forma, con nuevas temporadas entrenando casi siempre en abril de todos los años; con la excepción de la tan polémica última temporada que llegó en 2019, dos años después que la séptima.

Algunos podrán objetar con mucha razón que no es el mismo nivel de producción y presupuesto que se maneja en una serie como The O.C. a una como Game of Thrones, pero aún así la serie de los D&D se las arregló para poder estrenar temporadas todos los años con ese despliegue de producción, actores y locaciones. The Walking Dead (2010-2022) también es una serie que a pesar de contar con muchos personajes, maquillaje y efectos especiales podía cumplir con un calendario sin tantos retrasos.

la era del streaming

Volviendo a la actualidad, hoy no hay huelgas ni pandemias, pero aún así hay que esperar dos años para ver una vez más a Rhaenyra y Alicent. Ryan Condal, showrunner de House of the Dragon, mencionó en una entrevista que hacer una temporada de esta serie es “básicamente como hacer ocho películas”. Y no es el primero showrunner que lo dice.

El streaming vino a cambiar el juego. No solo cambió la industria de la televisión, sino también la del cine, y esto no es ninguna novedad. Historias de géneros fantásticos o thrillers policiales hoy se ven más en formato televisivo o de miniserie que en películas. Los espectadores fuimos acostumbrados a un tipo de televisión que en cierta forma nos volvió más exigentes. Temporadas más cortas, episodios más largos, con más producción y despliegue. 

Pero esto tiene un costo, y hay muchas series que lo están pagando: el interés del público. Recordar qué fue de los personajes cuando el último episodio lo vimos hace dos años o más es pedirle bastante a la audiencia. Dentro de esta exigencia del espectador, tiene que haber un balance entre calidad y constancia, porque cantidad sí que tenemos. Nunca en la historia hubo tanta oferta de series como hoy en día, donde abrís una plataforma y se te despliega un catálogo infinito de títulos, viejos y nuevos.

Una serie como Severance, a pesar de que una sola temporada les bastó para tener excelente recepción, no deja de ser una historia original que no tuvo tiempo de construir una audiencia fiel. Es una propuesta completamente nueva -que hoy en día cuesta vender- que no cuenta con una base de fans que venga de una saga literaria o cinematográfica, y la pausa de tres años es probable que le termine costando varios miles de espectadores.

La industria de la televisión sigue mutando, y nosotros como audiencia también. La season finale de esta parte de la historia aún tiene que escribirse.