Esta noche, a partir de las 21 y por la pantalla de TNT y TNT series, se entregarán los Emmy, los premios de la Academia de Artes y Ciencias de la Televisión. Este año, Succession de HBO lidera las nominaciones con 25 candidaturas, seguida por Ted Lasso de Apple TV+, y por la miniserie, también de HBO, The White Lotus, con 20 nominaciones cada una.

Luego de haber analizado las chances de las miniseries, en esta nota repasamos quiénes son las actrices nominadas en drama y cuáles son sus posibilidades de alzar la estatuilla en las próximas horas.

Jodie Comer (Killing Eve)

La cuarta temporada de Killing Eve (2018-2022) fue una verdadera decepción. Cuando su creadora Phoebe Waller-Bridge dio un paso al costado para abocarse a otros proyectos, el thriller fue perdiendo su rumbo y, sobre todo, su potencia narrativa. Esto se volvió más que notorio en el final de la ficción, que incluso generó cierta controversia y que también dejó en evidencia el gran protagonismo que se le dio a Oksana Astankova/ Villanelle (Jodie Comer) en relación a su partenaire, Eve Pollastri (Sandra Oh), quien se volvió un personaje secundario en una serie que lleva su nombre.

Comer ganó merecediamente el Emmy en 2019 en una de las decisiones más atractivas (y sorpresivas) que tomó la academia televisiva, pero este año, independientemente de su gran trabajo, no la favorecen los notorios desniveles de la producción de la que formó parte y que la lanzó al estrellato.

Laura Linney (Ozark)

La despedida de una serie muchas veces se traduce en un deseo de los votantes por premiarla retroactivamente. Si bien Ozark (2017-2022) ya alzó algunas estatuillas, estas no fueron para la serie en la categoría principal ni tampoco para sus protagonistas en las categorías actorales (Julia Garner fue premiada por su rol secundario de Ruth en dos ocasiones). Por lo tanto, si el factor de “compensar” entra en juego, las chances de Laura Linney suben notablemente, sobre todo al considerar que su interpretación de Wendy Byrde fue mejorando con el correr de las temporadas y alcanzó la excelencia en la cuarta entrega.

Por otro lado, la actriz es una de las favoritas de la academia, quien la premió en cuatro ocasiones: y la última fue en 2013 por The Big C: Hereafter.

Melanie Lynskey (Yellowjackets)

La actriz sobre la que se posaron todas las miradas este año fue, sin dudas, Melanie Lynskey. A pesar de que su carrera siempre mantuvo un ritmo sostenido, dos ficciones muy diferentes en las que brilló de igual manera la ubicaron en el centro de los reflectores. Por un lado, Candy (2022), miniserie de Star+ en la que brindó una interpretación descomunal, de muchas capas. Por el otro, Yellowjackets (2021-), el drama de Ashley Lyle y Bart Nickerson (cuya primera temporada está disponible en Paramount+) en el que personifica a Shauna, una mujer que, en su adolescencia, sobrevivió a un accidente de avión y a 19 meses salvajes junto a sus compañeras de un equipo femenino de fútbol.

La actriz le imprime a Shauna el tono justo: una mordacidad que a veces colisiona con ese costado vulnerable que sale a luz cuando los traumas la acechan. Yellowjackets tuvo un excelente desempeño en las nominaciones (obtuvo siete, y una de ellas fue para Christina Ricci), un dato que siempre ayuda. Si este es el año de Lynskey, la academia no va a querer dejar pasar el tren.

Sandra Oh (Killing Eve)

El historial de Sandra Oh con los Emmy es más que interesante: fue nominada en nada menos que trece oportunidades y en ninguno de los casos la academia la creyó merecedora del premio. Sí, es un historial interesante, pero también injusto. Oh fue candidata por Grey’s Anatomy (2005-) cinco veces y se fue siempre con las manos vacías (no así Katherine Heigl), e intuímos que lo mismo sucederá este año.

La actriz fue opacada en los Emmy por Comer, en gran medida porque a la joven le tocó un personaje más jugoso. Lamentablemente, las actuaciones sutiles muchas veces se desdibujan ante la mirada de los votantes y lo que sucedió con la de Oh es un caso paradigmático de esta tendencia. Si a eso le sumamos, como ya mencionamos, que la cuarta temporada de Killing Eve no la ayuda a mejorar su promedio, entonces podríamos decir que -si efectivamente gana- sería la gran sorpresa de la noche.

Reese Witherspoon (The Morning Show)

En la segunda temporada de The Morning Show (2019), la serie de Apple TV+ que aludió al movimiento #MeToo y cómo impactaba en un supuestamente afable ámbito laboral, a Reese Witherspoon le brindaron material más atractivo para lucirse. Bradley Jackson ingresó a la serie como una outsider que conquistaba a una audiencia que estaba demostrando su hartazgo por la conductora insignia de The Morning Show, Alex Levy (Jennifer Aniston), y que se convertía en la revelación de un programa en conflicto. En la última entrega se exploró más en el pasado de Bradley, en su orientación sexual, y el vínculo que entabla con Laura Peterson (Julianna Margulies) que pone en jaque su vida entera.

Witherspoon navega con ductilidad por los diferentes estadios por los que atraviesa su personaje, pero de todas formas Aniston (quien no está nominada este año) y Billy Crudup (previo ganador, nuevamente candidato) son los verdaderos motores de la serie. La actriz, en cambio, se queda unos pasos por detrás.

Zendaya (Euphoria)

Con tan solo 24 años, en 2020 Zendaya se convertía en la actriz más joven en ganar el Emmy en esta categoría por su indeleble interpretación de Rue Bennett en Euphoria (2019-), el drama juvenil de Sam Levinson. El premio fue más que merecido y en esa entrega Zendaya logró vencer a su principal competidora: Jennifer Aniston. Este año estamos ante un escenario similar, con una puja entre dos actrices.

Si bien Melanie Lynskey está muy bien posicionada, la joven se destacó mucho más en la segunda temporada de la ficción de Levinson -particularmente en dos episodios demoledores- que no era tan popular al momento de su estreno. En la actualidad, Euphoria no es solo la serie emblema de HBO sino un fenómeno televisivo, a secas. Como consecuencia, la academia le otorgó cinco Emmys creativos y la nominó en la categoría de mejor serie dramática del año. Este empuje sube las posibilidades de su protagonista, además de su inconmensurable talento.