Era joda y quedó

Barbenheimer: El fenómeno que llenó las salas de cine en todo el mundo

La coincidencia en las fechas de estreno de Barbie y Oppenheimer generó una movida online pocas veces antes vista en el cine y se reflejó en las salas.

por | Ago 2, 2023

Barbenheimer: El fenómeno que llenó las salas de cine en todo el mundo

Al final no fue Tenet (2020), ni Top Gun: Maverick (2022), ni siquiera Spider-Man: No Way Home (2021) o algún tanque de Disney. Desde antes de la pandemia que los cines no reportaban tan buenos números como en esta última semana, que acumuló un total de +750 millones de dólares para Barbie y +400 millones para Oppenheimer, las películas de Greta Gerwig y Christopher Nolan que atrajeron a todo el mundo de vuelta a las salas.

Pero la historia de esta improbable unión empieza mucho antes, en plena pandemia, causando un efecto dominó que termina en esta semana triunfal para el cine. Corría diciembre de 2020 cuando los estudios Warner anuncian públicamente su plan de mandar todas sus películas de 2021 directamente a streaming, sin mediar ventanas de exhibición entre sus estrenos en cine y su llegada a la plataforma. La industria puso el grito en el cielo, pero hubo una reacción que superó a todas las demás.

28/07/2017 Christopher Nolan durante el rodaje de Dunkirk. CULTURA CORDON PRESS

Luego de trabajar casi 20 años en estrecha colaboración con el estudio, con películas como Inception (2010), Interstellar (2014) y la trilogía de The Dark Knight, el director Christopher Nolan decidió dar un paso al costado. Decepcionado por la decisión de los ejecutivos, que no había sido consultada ni comunicada a ninguno de sus creativos, lanzó un comunicado público en respuesta al anuncio de Warner. Sus declaraciones fueron durísimas:

“Algunos de los cineastas más grandes de nuestra industria y las estrellas de cine más importantes se acostaron la noche anterior pensando que estaban trabajando para el mejor estudio de cine y se despertaron para descubrir que estaban trabajando para el peor servicio de streaming.”

En esta cruzada se le sumaron otros directores, como Denis Villeneuve (Dune), pero los ejecutivos de Warner mantuvieron su plan e incluso lo extendieron hasta 2022, con estrenos híbridos (al mismo tiempo en cine y streaming) para algunos de sus títulos. No sería hasta la segunda mitad del año, cuando la gente comenzaba a recuperar la confianza para volver a las salas tras el COVID-19, que los estudios recuperaron la exclusividad en cines. Sin embargo, Warner declaró que ya no volverían al viejo modelo y seguirían “evolucionando”.

Nadie se tomó esto más a pecho que Christopher Nolan, y en su drástica despedida del estudio se llevó su próximo proyecto cinematográfico con él. La biopic de J. Robert Oppenheimer terminó aterrizando en Universal Pictures luego de una disputa entre los grandes estudios: todos querían tener el nombre del director entre sus filas. Con una renovada libertad, Nolan se puso a trabajar en su nuevo proyecto, y un par de años después incluso terminó el trabajo de post-producción en el lote de Warner, indicando que tal vez las asperezas del pasado se disolvieron.

¿Coincidencia? ¡No lo creo!

Sin embargo, la fecha de estreno de Barbie (2023) no fue ninguna casualidad. Dispuestos a competir por su lugar histórico entre los blockbusters de verano en Estados Unidos (nuestros tanques de vacaciones de invierno), Warner anunció el estreno de la película basada en la famosa muñeca de Mattel para la misma fecha que Oppenheimer: 21 de julio de 2023. Así nació el famoso “Barbenheimer”, que al principio enfrentaba a las dos películas y poco a poco fue convirtiéndose en un plan de doble función para ver ambas el día de su estreno.

Las redes se llenaron de memes y fanarts de Barbenheimer, desde el elenco de Peaky Blinders sacando entradas para Barbie, hasta posters que mezclaban a los dos protagonistas en una suerte de bombardeo rosa, pasando por un diagrama de Venn muy ingenioso: alguien descubrió que tanto Cillian Murphy como Margot Robbie interpretaron a villanos de Batman (el Espantapájaros y Harley Quinn, respectivamente) en diferentes universos de las películas de DC.

Tras meses de anticipación y semanas donde los memes se reprodujeron sin parar, el fenómeno Barbenheimer alcanzó su máxima expresión la semana previa al estreno, con las avant premieres de ambas películas sucediendo casi en simultáneo en Londres, justo antes de que se hiciera efectivo el paro de SAG-AFTRA (el gremio de actores) que obligó a detener la promoción de todas las películas y dejó a Barbie sin la última parada anunciada en Berlín para su gira de prensa.

En Buenos Aires, la avant premiere de Barbie también se llevó a cabo la misma noche que la de Oppenheimer -una en el Cinemark Hoyts de Palermo y la otra en el Malba. Las preventas de entradas para ambas películas superaron las expectativas en todo el país y en su primer fin de semana Barbie sobrepasó el millón de espectadores en Argentina, marcando el inicio más taquillero desde el inicio de la pandemia, con 1.006.309 entradas vendidas en 566 pantallas de todo el país y un promedio de 1.777 espectadores por sala.

Taquillazo rosa

Con un aumento del 140% de la concurrencia a las salas desde el fin de semana anterior, Barbie fue responsable del 57% de esa asistencia, sumando 81% junto a Oppenheimer y Elementos, de Pixar (que tuvo un excelente repunte desde su estreno). A nivel internacional, también fue un fin de semana histórico para el cine. Barbie rompió records en Estados Unidos con 155 millones de dólares, mientras que Oppenheimer debutó con 80,5 millones y agotó todas las funciones en IMAX, provocando que se extienda su exhibición en estas salas.

Fue la primera vez en la historia que dos estrenos abren al mismo tiempo en el cine con más de 80 millones de taquilla, y el cuarto mejor fin de semana de todos los tiempos. A su vez, Oppenheimer fue el mejor estreno de una película con calificación para mayores de 16 años desde Joker en 2019. Algo muy importante en esta época, si tenemos en cuenta que los grandes estudios cada vez apuestan menos a propuestas adultas, en su búsqueda por maximizar la venta de entradas con contenido apto para todo público.

En casi todos los mercados mundiales, Barbie tuvo la apertura más taquillera del año y una recaudación global de 337 millones de dólares solo en el primer fin de semana. Con un presupuesto de 145 millones (más un estimado de 100 M invertidos en su campaña publicitaria), se convirtió en un éxito instantáneo para el estudio. Además es la película más taquillera del año dirigida por una mujer y en su segunda semana de exhibición, ya superó el récord de Mujer Maravilla de Patty Jenkins, con 822 millones en la taquilla mundial, convirtiéndose en la película más exitosa de todos los tiempos para una directora.

Más allá de los números, estos récords hablan de la necesidad de películas originales que no sean secuelas, precuelas, ni parte de una franquicia. Ambas fueron escritas por sus propios directores, con guiones originales que seguramente estén nominados el año que viene al Oscar. Y esa necesidad podría darle a los guionistas una ventaja en sus negociaciones con los estudios, que ya plantearon una reunión para sentarse a charlar las condiciones de los nuevos contratos, después de tres meses de paro.

“El hecho de que la gente llene los grandes cines para verlas y que no sean ni secuelas, ni precuelas, ni lleven un número, es decir, que sean verdaderas películas únicas, es una victoria para el cine.”

El mismísimo Francis Ford Coppola le dedicó estas palabras a Barbenheimer, consciente de que las dos películas beben de sus influencias. El fenómeno cultural que se generó en las salas es tan grande y sin precedentes, que el público de todo el mundo respeta un código de vestimenta autoconvocado -de rosa para ir a ver Barbie y de negro para Oppenheimer– y comparte en redes esta complicidad. Mientras tanto, todos los días se conocen nuevos récords que estas dos películas rompen juntas, como la cantidad de entradas vendidas en una cadena de cines con más de cien años en Estados Unidos. 

No hay techo para Barbenheimer y sus potenciales repercusiones en una industria que realmente necesitaba esto, luego de un año de grandes fracasos comerciales, donde la gran parte de la oferta se trata de remakes, secuelas y refritos. Una industria que además aún se está recuperando de los efectos a largo plazo de la pandemia y que ya enfrenta las primeras consecuencias de un paro histórico de los gremios de actores y guionistas de Hollywood. Greta Gerwig y Christopher Nolan compartirán podio con Tom Cruise como los salvadores de la experiencia cinematográfica para el gran público.

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Editora