La vigésimoquinta edición del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente, más conocida como BAFICI, llegó a su fin tras doce días estrenos, retrospectivas, actividades gratuitas y su ya reconocida excelencia respecto a las producciones que forman parte de su programación. Pero el clima tenso fue innegable dentro de un contexto político caldeado, en donde diversos organismos culturales están siendo atacados y sufriendo recortes por parte del estado.
Si bien resultó sorpresiva la falta de un comunicado oficial por parte del festival posicionándose frente a los despidos masivos y el desmantelamiento del INCAA, la respuesta por parte de los artistas y trabajadores, así como del público, se hizo notar.
Sus voces fueron escuchadas, ya que la noche de inauguración los trabajadores marcharon pacíficamente afuera del Teatro General San Martín a la vez que el equipo detrás de School privada Alfonsina Storni (2024), la película que dio apertura al evento, tomó la oportunidad para visibilizar la situación durante su discurso.
Estos fueron acompañados por el director del festival, Javier Porta Fouz, así como por la ministra de cultura de CABA, Gabriela Ricardes, quienes aprovecharon para recalcar la importancia del cine argentino y su contundencia dentro del marco internacional. Esto es algo que pudo verse en la programación misma de esta la edición, ya que fue la que más producciones regionales tuvo dentro de la historia del festival.
“Tuvimos más de 3000 películas que se anotaron, tenemos más de 500 proyecciones y estamos ya agotando más de 110.000 entradas, lo que reafirma que las buenas políticas y el buen cuidado de los recursos pueden hacer un evento exitoso y ayudar a los artistas, al público y a esta rueda de la economía creativa.”
Gabriela Ricardes
Marcar este posicionamiento se demostró más que necesario, ya que las tensiones entre los organismos culturales y el gobierno se volvieron cada vez más evidentes con el correr de los últimos días. Muestra de eso fue el anuncio del cierre de las puertas del INCAA y del icónico cine Gamount, una de las sedes del BAFICI.
Según se había dicho en un principio, este solo permanecería abierto para desarrollar con normalidad todas las funciones correspondientes al festival, cancelando solo la proyección de estrenos y películas comerciales. El desconcierto fue inmediato, llevando a que figuras como Leonardo Sbaraglia, Esteban Lamothe y Dolores Fonzi, entre varios otros, se pronunciaran fuertemente en contra de estas decisiones.
Mirtha Legrand ya había declarado en su programa, La noche de Mirtha, que estas medidas en contra del cine nacional le “provocaban mucho dolor”, palabras que incluso fueron citadas en el discurso que dio cierre al festival. Pero a pesar de insistir en no querer involucrarse demasiado por miedo a las feroces críticas que temía recibir en redes, la diva de los almuerzos afirmó haber hablado con Carlos Pirovano, quien le habría asegurado que las negociaciones no habrían llegado a su fin.
“Anoche me vino a saludar el nuevo director del INCAA y me dijo que no cierra el INCAA. Que no cierran el Gaumont. Y que no cierra la escuela de cine. Esto es una novedad que les doy, eh. Todo eso es obra de José Martínez Suárez, mi hermano. Así que me dieron una gran alegría anoche en la comida de la Fundación Libertad.”
Las grandes ganadoras
Como recalcando lo atípico de esta edición del festival, el gran premio este año fue compartido por la argentina El placer es mío (2024) de Sacha Amaral y la brasilera A paixão segundo GH (2023) de Luiz Fernando Carvalho, esta última obteniendo también el premio a la mejor actuación para María Fernanda Cândid dentro de la Competencia internacional.
En esa misma categoría, la estadounidense Riddle of Fire (2023) de Weston Razooli gano a mejor largometraje mientras que Oksana Karpovych se llevó el premio a la mejor dirección por el documental ucraniano Intercepted (2024). Finalmente, la serbia The Ghosts You Draw on My Back (2023) ganó como mejor cortometraje y el premio Estímulo al cine argentino se lo llevó La pasión (2024) de Lorenzo Ferro y Lucas A. Vignale.
En lo que respecta a la Competencia Oficial Argentina, tanto el gran premio como la mejor dirección se los llevó Miguel Bou por Vrutos (2023), mientras que El cambio de guardia (2024) de Martín Farina ganó como mejor largometraje y Cuando todo arde (2024) de María Belén Poncio fue el mejor corto.
Javier Orán y Lautaro Bettoni se llevaron a casa el premio a la mejor actuación por Los amantes astronautas (2024) mientras que el cortometraje de stop-motion de Yuliana Brutti, La bolsita de agua caliente (2024) ganó un premio especial del jurado.
Entre las menciones especiales las ganadoras fueron Barcos y catedrales (2024) de Nicolás Aráoz, el documental Dejar Romero (2024) de Alejandro Fernández Mouján y Hernán Khourian e Imprenteros (2024) de Lorena Vega y Gonzalo Javier Zapico.
Tambien hecho en animación stop-motion es el corto de Países Bajos Wander to Wonder (2024) de Nina Gantz, ganadora de la Competencia vanguardia y género. Sin embargo, la española Mamántula (2023) de Ion de Sosa se llevó el premio a mejor cortometraje mientras que la irlandesa That They May Face the Rising Sun (2024) de Pat Collins ganaba tanto el mejor largometraje como el premio a la mejor dirección.
El premio especial del jurado fue para la coproducción austríaca-alemana Henry Fonda for President (2024) de Alexander Horwath, a la vez que Goyo Anchou se consagraba con el premio estímulo al cine argentino por ¡Homofobia! (2024), comedia que tuvo su estreno dentro del festival.
Lola Amores obtuvo el premio a la mejor actuación por la cubana La mujer salvaje (2023), con Elena Topalidou llevándose también una mención especial por su actuación en el corto griego Highway of a Broken Heart (2023).
Lista completa de premios no oficiales:
SIGNIS (Asociación Católica Mundial para la Comunicación)
Mejor Largometraje en la Competencia Oficial Internacional.
Mención especial del jurado a Una luz negra, de Alberto Hayden (Chile)
Premio SIGNIS a Intercepted, de Oksana Karpovych (Canadá)
PCI (Asociación de Directores de Cine)
A la Innovación Artística, destacando la labor de creación de la dirección cinematográfica de Película Argentina en Competencia Internacional.
El placer es mío, de Sacha Amaral (Argentina)
FilmsToFestivals
Mejor Cortometraje Latinoamericano entre todas las Competencias Oficiales.
Ex aequo para Pastrana, de Melissa Brogni y Gabriel Motta (Brasil).
Dona Beatriz Ñsîmba Vita, de Catapreta (Brasil)
AAC (Asociación Argentina de Coloristas Audiovisuales)
Mejor Corrección de Color en Competencia Oficial Argentina.
Lucila Kesselman por su labor en Corresponsal, de Emiliano Serra.
GENERODAC
Mejor Directora argentina de Largometraje entre todas las Competencias Oficiales.
Matilde “Tute” Vissani por su labor en Nunca fui a Disney.
FEISAL (Federación de Escuelas de Imagen y Sonido de Latinoamérica)
Mejor largometraje latinoamericano de realizador/a Latinoamericano/a de hasta 40 años de entre todas las Competencias Oficiales.
El placer es mío, de Sacha Amaral (Argentina)
ACCA (Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina)
Mejor Largometraje en Competencia Oficial Argentina.
Corresponsal, de Emiliano Serra
APPLAA (Asociación de Productoras y Productores de Locaciones Audiovisuales de Argentina)
Mejor Diseño de Locación de Largometraje en Competencia.
La Parra, de Alberto Gracia (España)
AADA (Asociación Argentina de Directores de Arte de la Industria y Medios Audiovisuales)
Mejor Dirección de Arte de Largometraje en Competencia Internacional.
Danny Greenhalgh por su trabajo en Riddle of Fire, de Weston Razooli (Estados Unidos)
ASA (Asociación Argentina de Sonidistas Audiovisuales)
Mejor sonido de Largometraje Argentino en Competencia Oficial Argentina y Competencia Oficial Internacional.
Mención especial del jurado a Hombre muerto, de Andrés Tambornino y Alejandro Gruz, por la labor de Federico Esquerro e Ignacio Seligra.
Mención especial del jurado a Corresponsal, de Emiliano Serra, por la labor de Rodrigo Merolla y José Caldararo.
Premio ASA a El cambio de guardia, de Martín Farina por la labor de Lucas Page y Martín Farina.
ADF (Autores de Fotografía Cinematográfica Argentina)
Mejor dirección de fotografía de Largometraje Argentino en Competencia Oficial Argentina y Competencia Oficial Internacional.
Mauricio Asial por su trabajo en Barcos y catedrales, de Nicolás Aráoz.
SAE / EDA (Sociedad Argentina de Editores Audiovisuales + Asociación Argentina de Editores Audiovisuales)
Mejor Edición de Largometraje en Competencia Oficial Argentina.
Mención especial del jurado a Matías Szulanski por Berta y Pablo.
Mención especial del jurado a Florencia Gómez García, Alejandro Fernández Mouján y Hernán Khourian por su trabajo en Dejar Romero.
Premio SAE/EDA a Martín Farina por El cambio de guardia.
