Seamos honestos por un segundo: el mundo de las secuelas es extraño (y no lo digo solo por los nuevos escenarios de esta película, porque ya llegaremos a eso). A veces, el hype nos juega una mala pasada y salimos del cine con esa sensación rara de que «estuvo bien, pero…»

Por eso, cuando me senté en la butaca para ver Zootopia 2 iba con el escudo puesto. ¿Era necesaria? ¿Podrían capturar la magia de 2016 otra vez? La respuesta corta es: Sí. Zootopia 2 (2025) es esa digna secuela que estábamos necesitando para volver a creer en las segundas partes.

El regreso de la mejor dupla

Lo genial es que Disney entendió clarísimo qué fue lo que nos enamoró la primera vez. Sí, regresamos a esa metrópolis que se ve increíble, pero el verdadero corazón de todo sigue siendo la química entre Judy y Nick. Ya los vemos mucho más establecidos como compañeros, con esa dinámica de pareja dispareja que funciona tan bien, hasta que deja de funcionar porque tienen que evolucionar.

Ahí es donde entra Gary De’Snake, una serpiente misteriosa que llega para desordenar absolutamente todo. Y aquí tengo que hacer una pausa para aplaudir el casting: tener a Ke Huy Quan haciendo la voz es un acierto total, porque le da un carisma cínico que te atrapa al toque. Gary es quien pone en jaque la paz en Zootopia y obliga a nuestros protagonistas a salir de su zona de confort, ¿o no?

Y aunque las persecuciones son espectaculares, lo que realmente hace que la película brille es lo que pasa cuando no están corriendo. Me encantó que el guion se tome el tiempo de explorar qué está sintiendo cada uno por separado y sus luchas internas. Al final, ya no se trata solo de resolver el misterio policial, se trata de verlos crecer y madurar frente a nuestros ojos.

Hablemos de vulnerabilidad

Hay algo muy humano en estos animales de animación que me movió un montón. Zootopia 2 se anima a tocar temas que a veces el cine de animación prefiere evitar, como la importancia de ser sinceros con nuestros amigos, incluso cuando la verdad duela.

Vemos a una Judy lidiando con la presión, con ese estrés de intentar ser siempre la heroína infalible. Y también a un Nick que tiene que aprender que, para avanzar hacia nuevas metas, a veces hay que bajar la guardia. La película nos invita a pensar en la vulnerabilidad. En un mundo que todo el tiempo nos exige ser fuertes, ver a estos personajes detenerse y admitir que no tienen todo bajo control se siente increíblemente genuino.

La química entre los protagonistas sigue intacta, pero ahora se nota una capa extra de madurez. Es esa clase de amistad donde ya no hace falta fingir y puedes ser tú mismo. Mención especial para la Dra. Fuzzby (Quinta Brunson), un quokka terapeuta que ayuda a Judy (Ginnifer Goodwin) y Nick (Jason Bateman) con su relación de compañeros de policía (sí, los policías también van a terapia).

El Mercado Marsh

Si pensaban que la primera película se veía bien, prepárense porque esto es otro nivel. Gran parte de la trama nos lleva al Marsh Market y visualmente es una locura. Imaginen canales de agua, balsas y una atmósfera húmeda que está tan bien lograda que casi puedes sentirla.

La animación ha dado un salto gigante, sobre todo en cómo manejan las texturas del agua y la luz. Por eso les digo: es una de esas cintas que te grita «¡Mírame en la pantalla más grande posible!». Vale totalmente la pena pagar la entrada solo para perderse en los detalles de este nuevo distrito y de todo lo que vamos a descubrir de Zootopia.

Además, este escenario nos regala personajes secundarios que son oro puro. Como Nibbles Maplestick (Fortune Feimster), una nutria conspiranoica que les va a sacar varias carcajadas y equilibra perfecto los momentos más serios.

No es perfecta, pero funciona de maravilla

Ahora, poniéndome un poco más crítica puedo decir que no es una película perfecta. Si analizamos la estructura, es muy similar a la primera: crimen, prejuicios, pelea entre amigos y reconciliación. Y siendo muy franca, lo que va a pasar con los villanos es un poco obvio; si están atentos, seguro adivinan por dónde van los tiros a mitad de la función.

Pero aquí está la magia: a pesar de los fallos es una cinta muy disfrutable y divertida. Funciona porque la ejecución es impecable y el viaje es tan divertido que le perdonas que el destino sea un poco predecible. A veces no necesitamos que nos reinventen la rueda, solo que nos cuenten una buena historia con corazón, y eso Zootopia 2 lo tiene de sobra.

Sé que muchos deben estar pensando: «Uy, ni me acuerdo qué pasó en la primera». No se preocupen. Disney sabe que ha pasado tiempo y la peli arranca con un resumen magistral de 30 segundos. Es todo lo que necesitan para entrar en sintonía sin tener que hacer maratón previa, aunque igual ver la primera película no va a ser una tortura para nadie.

¿zootopia 3?

Lo lindo del final es que la historia cierra de forma muy satisfactoria (nada de dejarnos colgados esperando años). Pero deja una puerta abierta muy interesante. Se nota que el mundo de Zootopia es enorme y que hay miles de historias más por contar.

En resumen, Zootopia 2 es una celebración de la amistad y del crecimiento personal. Así que háganse un favor: llamen a sus amigos, compren el popcorn más grande que encuentren y déjense llevar por Judy y Nick una vez más. Prometo que esta vez, la secuela sí vale la pena.