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Observados: Llega al cine el thriller sobrenatural de Ishana Night Shyamalan

El debut de la hija del director de Sexto Sentido destaca por sus climas y el mito que construye, en un escenario voyeurístico con un talentoso elenco.

por | Jun 6, 2024

Mina (Dakota Fanning) no responde a las llamadas de su hermana. No solo empuja a su familia lejos, sino que parece querer aislarse del mundo, llegando incluso a esconderse detrás de disfraces a la hora de tener encuentros de una noche con un extraño. Cuando su jefe le encarga hacer una entrega que la lleva a cruzar las tierras irlandesas, lo último que sospecha es que su auto la dejará varada en un antiguo y laberintico bosque empecinado en no dejar escapar a nadie que se pierda dentro de su reino. La chica pronto se da cuenta de que esta trampa sin salida no es lo más extraño que deberá enfrentar, ya que no tarda en descubrir que algo la acecha entre los árboles.

Madeline (Olwen Fouéré) es su salvación, una anciana que la arrastra a un refugio que es poco más que una caja de cemento, amueblada con lo básico y compartida por dos personas más: el inestable Daniel (Oliver Finnegan) y la angelical Ciara (Georgina Campbell). Como si esto no fuera suficiente, el lugar tiene sus reglas. Solo se puede salir de día. Jamás se puede abrir la puerta de noche, por nada ni nadie.

Es justamente una vez caído el sol en que los cuatro deben pararse frente al enorme espejo que ocupa una de las cuatro paredes de su nuevo hogar. Como si de un escenario se tratase, deben enfrentar a una audiencia anónima, criaturas llamadas elocuentemente los Observadores, unos seres que aparecen cada noche sin falta. Cual zoológico humano, solo quieren verlos mientras los cautivos hacen una mímica de algo parecido a vivir una vida normal.

Siguiendo los pasos de papá

Aunque Ishana Night Shyamalan estuvo a cargo de la dirección de episodios de Servant (2019-2023) así como de las unidades secundarias de filmación en Old (2021) y Knock the Cabin (2023), Observados (2024) es el primer largometraje de la hija del aclamado director de Sexto sentido (1999), M. Night Shyamalan.

Durante sus dos primeros actos, la película logra cumplir con una de las reglas básicas de este tipo de historia, insinuando mucho más de lo que muestra, pero dejando entrever lo suficiente para elevar las expectativas. Acompañándose de un destacado diseño de sonido, el bosque se convierte en una presencia poderosa que casi parece listo para devorar el bunker en donde Mina está atrapada.

Pero este pseudo reality show rural en el que el grupo es forzado a participar no tarda en mostrar su inestabilidad, a la vez que pone a prueba la paciencia de los Observadores. Con un clima en el que la tensión continúa creciendo, el ritmo resulta impecable.

Es en el tercer acto cuando las cosas tropiezan, no tanto por el material en sí mismo, sino por la fuerte carga expositiva que demanda. Son muchas las aristas que se abren y la directora parece determinada a contestar no solo cada una de nuestras preguntas, sino también aquellas que no se nos ocurrieron.

La resolución en sí misma es simple y redonda, pero mientras más profundiza más son las capas de lectura que plantea sin tener tiempo de explorarlas fuera de la superficialidad. Fiel al estilo de su padre, Ishana se da el gusto de presentar su propio giro argumental. No solo se siente consistente, sino que lleva a dar con una nota de emotividad que sorprende gratamente, cerrando el viaje y las heridas con las que carga Mina.

Como resultado, esta adaptación de la novela homónima de A.M. Shine parece una combinación de dos episodios muy distintos de una misma historia. Si bien es un desenlace satisfactorio, le pesa su propia necesidad por entregar todas las posibles respuestas que estén a la altura de lo que la primera mitad promete. Cumple, llegando a enriquecer muchos puntos de este universo propio que construye, pero a costa de una narrativa un tanto desordenada y cargada. Por lo menos encuentra su balance en lo atmosférico, en su gran elenco y el inquietante diseño, así como el mito de sus criaturas.

Resulta imposible no hacer comparaciones, más teniendo en cuenta que para su debut Ishana elije jugar en una cancha muy parecida a la que M. Night nos tiene acostumbrados. Es así como entrega un tenso thriller con toques de horror sobrenatural que recuerda en sus temas y estructuras a la filmografía de su padre, sobre todo en sus inicios. Pero muy a pesar de toda posible acusación de nepotismo, la joven directora demuestra que tiene talento. Apropiarse de su apellido puede que le resulte difícil, pero la opera prima de Ishana Night Shyamalan nos deja con la sensación del gran potencial que su futuro como cineasta nos promete.

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Ro Tapias

Artista visual. Madre de dragones, gatos y un corgi. Hablo de cine, a veces demasiado.