No se trata de nostalgia

Beetlejuice Beetlejuice: Hablamos con Jenna Ortega en la premiere de Londres

Vivimos en primera persona el estreno con todo el elenco y sus creadores. Te contamos la experiencia y por qué Jenna es fundamental para esta entrega.

por | Sep 9, 2024

Entre turistas curiosos, oficinistas apurados al ritmo inglés, y una eterna cola de fans, en la peatonal a lo largo de todo Leicester Square, se prepara todo para la avant premiere internacional de Beetlejuice Beetlejuice (2024). Veinticuatro horas después del estreno en el Festival de Venecia, todo el elenco y los creadores aterrizan en Londres.

Algunos fans, muchos uniformados con las famosas rayas en blanco y negro, están desde las 5 de la mañana para retirar un número. Un número que les va a servir de llave para acceder a ver de cerca al elenco original de una película, que en 1988, por distintos motivos, marcó sus vidas.

Hombres y mujeres, en su mayoría mayores de 30, esperan por Michael Keaton, por Catherine O’Hara, por Winona Ryder y, sobre todo, por Tim Burton. Todos estrellas de los ’90. Salvo algunas Merlinas sub30 contadas con una mano, esta gente no espera a Jenna Ortega. Por el contrario, ella tiene que convencer a esta audiencia de haber sido una buena elección, de entender la esencia de un clásico, al mismo tiempo que se desprenda de no ser una repetición de Lydia (Winona Ryder).

A unas cuadras de Leicester Square, de la alfombra roja (en realidad rayada blanca y negra) y los gritos de la hinchada de Tim Burton, se encuentra Oxford Street. En el epicentro comercial de Londres la ecuación es a la inversa. Marcas de ropa con una fuerte penetración en la juventud, como Primark y Bershka tienen cápsulas en colaboración con la película que ahora se convierte en franquicia. No hay estampas con la cara de Winona Ryder, en Primark y Bershka, la cara de Jenna Ortega vende remeras.

¿Por que ahora, por que asi?

En cualquier cartelera de cine hoy es más fácil encontrar una secuela o un spin off que un guion original. Vuelve Oasis, Los piojos, Casi ángeles, ¿vuelve? Tim Burton. A decir verdad, Tim Burton nunca se fue, pero ¿por qué Beetlejuice? ¿por qué ahora?

Tommy Harper, uno de los productores de la película junto al mismo Tim Burton, explica que varios factores hicieron a este, el momento perfecto. “Es el momento justo en la vida de Tim, tenemos la historia, que es en definitiva por donde empieza todo, también logramos reunir al elenco original”, cuenta Harper. Pero falta algo más: la frutilla del postre.

Fuimos muy afortunados de entrar trabajando con Jenna en Wednesday y por suerte encontró en este guion algo que le gustó. Creemos que esto es lo que quiere ver la gente ahora.

Hay elenco original, una historia que tiene sentido contar, Winona Ryder post Stranger Things, en un muy buen momento de su carrera, y claro, Jenna Ortega. Que ese día en la casa de Tim Burton, en medio del fenómeno Wednesday (2022-) dijo que sí, Ahora bien,  el desafío está en cómo hacer funcionar esta nueva incorporación.

La abanderada gen z

“Jenna (Ortega) es quien trae una audiencia nueva, quien acerca a una generación entera a la franquicia” explica Miles Millar, uno de los escritores. Mientras Alfred Gough, el otro guionista agrega:

“El desafio es justamente mantener el balance, porque quieres honrar a la primera película, pero también traer algo nuevo. Porque si no, ¿para que haríamos una secuela?”

Tanto la interpretación de la actriz, como el personaje en sí mismo son la excusa para que exista una nueva historia. En la rueda de prensa, Michael Keaton, el mismísimo Beetlejuice y quien le da un título a la película, menciona que quien hace avanzar la trama es, en realidad, Astrid (el personaje de Jenna).

En la entrada de Cineworld, donde se realiza la avant premiere, eso también se siente. Ya cerca de las 8 empieza a bajar la noche y las luces ya les dan un aura más hollywoodense a quienes van pasando a la sala. En contra de todo pronóstico, la primera figura en pisar el evento fue Winona Ryder. La protagonista llegó, hizo su foto y dio una o dos notas. Nada más. Y entre la conmoción y el apuro, rodeada por sus acompañantes, pasó por todo el resto de la valla de prensa sin dar una sola nota más. Directo a la sala. 

Para el turno de Willem Dafoe no hay reglas ni acompañantes que importen. Willem hace lo que quiere, como la estrella de cine que es, moviéndose como pez en el agua. Desfachatado, cómodo, simpático, pimponeando entre los medios y los fans, regalando selfies y su sonrisa de marca registrada. Al rato, llega él. Llega Michael Keaton, el mismísimo Beetlejuice. La valla de fans explota en alaridos. Fotos, aplausos, y un par de entrevistas.

Cuando llega Jenna Ortega, todo funciona distinto. Ella sale a vender la película, respaldada en el sólido y oscuro, pero simpático, mundo de Tim Burton. Ya con la noche sobre la plaza inglesa, Jenna, con una asistente al lado que iba moderando los tiempos y los medios, respondió una por una las preguntas.

La BBC, MTV UK, medios europeos digitales y PopCon representando a Argentina. Después de cinco horas de espera y cuatro entrevistas previas, con Jenna Ortega hay una sola oportunidad de pregunta. Ella nos cuenta sobre su primer acercamiento al guion, y la ilusión que tiene por participar del proyecto. Mirá acá lo que nos dijo:

De la alfombra roja de la premiere de Beetlejuice Beetlejuice en Londres, con luces, figuras y música fuerte, viajamos por un segundo al hogar de Tim Burton, a su intimidad, a la que ahora parece que también pertenece Jenna Ortega. Ella es la excusa y una de las dos caras de la moneda (junto a una Winona Ryder y Tim Burton más adultos) para que Beetlejuice vuelva a la vida. 

Londres se tiñe de verde (y no por el brat summer)

En julio pasado, en esta misma ciudad, y gran parte del mundo, todo era rosa. Barbie había copado todo. Este verano (para el hemisferio norte), que para algunas es el “brat summer” -por el nuevo y exitoso álbum de Charlie XCX– también puede ser un verano verde, pero un verde Tim Burton.

Ya casi sobre el comienzo del otoño y de la temporada de Halloween, Beetlejuice esta presente en el corazón de quienes abrazaron una historia divertida sobre la muerte en 1988. Pero también está presente en la vía pública, servida como el plato fuerte en todos los cines londinenses, en las cápsulas de las marcas de Oxford Street. Y, si todo sale bien, el en corazón de una nueva generación, invitada a fin de cuentas, a abrazar la rareza y pasarla bien.

Porque, según el director, no se trata de la nostalgia, sino de retomar un proyecto en el que recuerda haberse divertido mucho. Según el elenco y los creadores, cada día en el set era digno de una anécdota, y el gran punto en común de la crítica, es que esta es una película divertida. Treinta y seis años después de la primera entrega, aterriza en el momento justo. Ni tarde ni temprano, corre a su propio tiempo buscando hacer pasar al público de siempre y a una nueva generación, un buen momento. 

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