Pasaron dos años desde que se anunció que Dan Trachtenberg (10 Cloverfield Lane) había sido contratado para escribir y dirigir la que sería la quinta entrega de la saga de Depredador. La noticia, de la misma manera que sucede cuando se anuncian nuevas secuelas de películas icónicas, fue recibida con dudas por el público. Pero los seis años de desarrollo detrás de Prey (2022) se hicieron valer, con su concepto inicial demostrando que esta precuela, ambientada en el siglo dieciséis comprendía cual era la esencia de la historia.
Lejos quedan los armamentos tecnológicos modernos para enfocarse en un tipo de enfrentamiento más parecido al del acto final de la película original. Ahí donde las tropas extremadamente preparadas menospreciaban a su enemigo, Dutch (Arnold Schwarzenegger) logra vencerlo al enfocarse en una batalla completamente estratégica en la que el militar se vale ante todo de su entorno. Prey vuelve así a sus raíces, tomando estas ideas, pero al mismo tiempo llegando a demostrar que tiene una identidad muy propia.
Es así como nos presentan a Naru (Amber Midthunder), una adolescente comanche a punto de realizar el Kühtaamia, un rito de pasaje que la convertiría en una guerrera a los ojos de su tribu. Desde el comienzo sabemos que Naru posee varios talentos, siendo sobre todo sus conocimientos sobre hierbas medicinales de gran ayuda para sus pares, pero su inteligencia táctica algo que su hermano mayor Taabe (Dakota Beavers) reconoce como digno de admiración. No hay lugar para discursos de que Naru no es una protagonista apta para el enfrentamiento que viene.
Igualmente a la altura se encuentra Midthunder. Hija de Angelique y David Midthunder, ambos actores, desde chica Amber demostró gran interés en el mundo del espectáculo y la posibilidad de trabajar delante de las cámaras. En el caso de su padre, a quien recientemente vimos interpretar a Takoda en Westworld (2016-), el trabajo de doble de riesgo fue parte de su carrera, por lo cual el entrenamiento físico siempre fue fundamental en su rutina.
Desde su más tierna infancia, Amber lo acompañó en sus entrenamientos, aprendiendo Jiu-Jitsu brasileño y artes marciales mixtas, llegando a tener el suficiente talento como para dar clases a niños y eventualmente participar en peleas de torneos amateur. Por un tiempo, un futuro como luchadora profesional se volvió en una posibilidad.
Pero para nuestra suerte, las artes escénicas ganaron la pulseada y a los diecisiete años Amber se mudó a Los Angeles,siguiendo el sueño de volverse una reconocida actriz. Las oportunidades no tardaron en presentarse y así llegamos a verla -entre otras cosas- en Roswell, Nex Mexico (2019-2022) o Banshee (2013-2016). Pero probablemente el rol por el que sea más reconocida es también uno que la preparó para ser la nueva heroína de acción que es ahora, interpretando a Kerry Loudermilk en la lisérgica serie Legion (2017-2019).
Cómo miembro de la tribu Fort Peck Sioux, es claro que el personaje de Naru iba tocarle una fibra muy íntima a la actriz, siendo la idea de una responsable representación de este pueblo una de las metas tanto de la actriz como del equipo detrás del filme. Es por eso que una de las demandas de Trachtenberg era que el elenco pudiese interpretar a sus personajes hablando en la lengua nativa de los comanches. Si bien en la versión final, solo segmentos del dialogo se encuentran en el idioma, Prey se convirtió en la primera producción en estar doblada completamente en comanche.
Todavía no sabemos qué depara en el futuro de Amber, pero la gran recepción que tuvo la precuela de Depredador es prometedora. Prey ya se encuentra disponible en la plataforma de streaming de Star+ y acá podés ver nuestra conversación con su protagonista:
