La premisa de la serie es tan desopilante como original y ganchera: la historia sigue a un grupo de actores que protagonizaron una sitcom mega exitosa en la década de los noventa, que se juntan nuevamente para un Reboot que Hulu (la plataforma de streaming que la transmite en Estados Unidos) quiere lanzar. El formato es muy meta, ya que además de este planteo inicial, vemos constantemente las oficinas donde todo pasa y hay menciones a series reales como Golden Girls, Fresh Prince y Boy Meets World, entre otras, a lo largo de los diez episodios de la primera temporada.
El problema con la serie es que nunca termina de entregar una trama completa: ¿De qué trataba la sitcom original? No terminamos bien de saber. ¿De qué trata el reboot? No terminamos de saberlo tampoco, solo entendemos que es una familia disfuncional que busca mostrar a los personajes enfrentando problemas un tanto más adultos en el 2022. Para eso, contamos con una pareja con un hijo, un cuñado y una hijastra.
A su vez, pese a que los actores son buenos en la materia, los personajes están poco desarrollados, al punto que no sabemos nada concreto de su pasado, su presente o su futuro. La relación padre-hija de Paul Reiser y Rachel Bloom es la única con cierta profundidad y momentos emocionantes: el personaje de Paul abandonó a Rachel cuando era pequeña y a lo largo de la serie los vemos lentamente reconstruir la relación perdida. Aún así, queda con sabor a poco. ¿Los veremos profundizar este vínculo en una posible temporada 2? Solo el tiempo dirá.
A nivel comédico, Keegan demuestra el talento y la soltura que tiene para este tipo de papeles, pero ni eso ni su vasta experiencia son suficientes para que la serie haga que explotes a carcajadas. Muchos chistes no tienen el timing que deberían, otros tantos rayan lo ofensivo y varios intentan tan fuertemente ser inclusivos que solamente se muestran forzados y fuera de lugar. Nos encanta ver personajes queer en su esplendor, amamos luchar por los derechos de las mujeres, pero cuando todo está tan subrayado solamente logran que nos cuestionemos si lo hacen genuinamente o solo buscan ser parte de la conversación.
A su vez, su final tampoco es claro: la tensión entre Reed y Bree nunca es explicada (ahí sí necesitábamos un poco de claridad), el amor adolescente que estaba naciendo entre Zach y Elaine se termina antes de que logremos encariñarnos (aunque Elaine plantea razones lógicas para no querer tener una relación formal con su compañero de trabajo) y no nos dejan el tono claro, ni para un final completo ni para una segunda temporada. Nuevamente, lo más lindo y destacable es la calidez con la que el padre ausente Gordon logra acercarse a su hija Hannah a través del amor que ambos tienen por su trabajo como escritores de esta serie.
En definitiva, la nueva sitcom que llegó este mes a Star+ nos deja nostálgicos sobre las sitcoms más clásicas que podemos ver una y otra vez sin parar y reír como si fuera la primera vez. A su vez, sin siquiera quererlo, instala la pregunta que nos hacemos siempre sobre los reboots y los revivals ¿Son necesarios? ¿Están buenos siempre y cuando estén bien ejecutados? ¿O acaso hay que dejar que las historias terminen donde originalmente lo hicieron?
Refritos que sí
A continuación, te dejamos una lista de reboots y revivals que dieron que hablar y te invitamos a que nos cuentes en las redes de PopCon qué opinás sobre esto:
Cobra Kai (2018-)
Voltron (2016-2018)
Queer as Folk (2022-)
One Day at a Time (2017-2020)
The Flash (2014-2023)
Chilling Adventures of Sabrina (2018-2020)
Battlestar Galactica (2004-2009)
Doctor Who (2005-)
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