Después de lo que se sintió como una eternidad, con huelgas de actores y guionistas en el medio, cambios dentro de Warner Bros. Discovery que llevaron a rebautizar HBO Max a simplemente Max, finalmente tenemos entre nosotros la tercera temporada de Hacks (2021-), la que probablemente sea la mejor comedia original de dicha plataforma. Lo positivo de todo esto es que la espera valió la pena, porque esta serie puede que esté en su mejor momento. Por eso, que se haya confirmado una cuarta temporada en un momento donde las cancelaciones son moneda corriente, es también una excelente noticia.

Hacks fue creada por Lucia Aniello, Paul W. Downs (que interpreta a Jimmy en la serie) y Jen Statsky. Seguimos a dos comediantes de generaciones diferentes, que -aunque suene como una fórmula repetida- esta serie encuentra la forma de mantener su premisa fresca y relevante, y a sus personajes cada vez más interesantes.

Deborah Vance (la genial Jean Smart, probablemente en su mejor papel), es una comediante que en esta temporada transita sus setenta años y está teniendo una nueva ola de éxito y popularidad masiva. Por otro lado Ava (Hannah Einbinder), su guionista woke de veintisiete años, que puede que sea la persona que más conoce y entiende a Deborah. Principalmente porque es muy parecida a ella, y aunque en un principio le hubiera costado admitirlo, la Ava de la tercera temporada es mucho más consciente de por qué la dupla funciona tan bien.

Amores platónicos

Las relaciones platónicas son muy ricas e interesantes para explorar a lo largo de varias temporadas. El ejemplo que más me gusta de este tipo de vínculo es el de Don Draper y Peggy Olson en Mad Men (2007-2015). Peggy (Elisabeth Moss) arranca como una joven aprendiz de Don (Jon Hamm), pero terminan siendo iguales. La relación entre ellos va evolucionando con el paso del tiempo, pero la admiración mutua siempre estuvo.

También hay algo de eso entre Carmy (Jeremy Allen-White) y Sydney (Ayo Edebiri) en The Bear (2022-). Personajes que se complementan no solo laboralmente, sino que crecen emocionalmente gracias al otro. Creo que junto a estas relaciones es donde encajan Deborah y Ava. La serie les permitió crecer como personajes, y en esta temporada ya no sienten miedo de mostrarse vulnerables la una con la otra. Ya no sienten vergüenza de decirse en voz alta cuánto se necesitan, cuán mejores son cuando están juntas. Todo esto permite que haya grandes episodios con momentos hilarantes y otros muy conmovedores.

En el final de la segunda temporada, Deborah alcanza el pico de popularidad de su carrera después de autofinanciar la distribución de su especial más personal, donde se permitía -gracias a Ava- exponerse y contar sus momentos más oscuros. En este auge profesional, decidió tomar probablemente la primera decisión no egoísta de su vida: despedir a Ava para permitirle forjar su propio camino dentro de la industria.

cualquier similitud con la realidad…

La tercera temporada arranca un año después de ese final. Deborah sigue estando muy vigente, por lo que obviamente es invitada al evento de la revista Time de las personas más relevantes del año. ¡Hasta hizo un comercial para el Super Bowl!

Ava es coproductora y guionista de un programa de actualidad con comedia, algo así como un Last Week Tonight con John Oliver de la vida real. Pero por supuesto que no pasa demasiado tiempo hasta que nuestras dos protagonistas se vuelven a encontrar en un festival de comedia con la famosa torta de coco de Tom Cruise de por medio (porque por supuesto que Deborah recibe una).

Jimmy y Kayla son una gran dupla que esta temporada encuentra su rumbo como representantes independientes teniendo grandes momentos, algunos de ellos con las varias estrellas invitadas que aparecen a lo largo de estos nueve episodios, como Helen Hunt, Christopher Lloyd, Kathryn Newton, entre otros.

Hacks siempre encontró lugar para comentar sobre la rama de la industria que toca. El estado actual de la comedia es algo que ha generado bastante debate en el ambiente. Preguntas como ¿se puede seguir haciendo humor? o ¿qué chistes se pueden hacer hoy en día? o directamente afirmaciones como que “la cultura woke ha matado la comedia” pueden leerse frecuentemente en redes y hasta en declaraciones de comediantes.

De hecho, el mismo Jerry Seinfeld afirmó algo por el estilo recientemente. La serie ya en su primera temporada introducía el tema de la cultura de la cancelación, de hecho Ava es cancelada por un tweet. Esta vez vuelven a incluir algo similar, cuando se viraliza un compilado de chistes problemáticos y ofensivos que Deborah solía hacer en sus rutinas cuando era joven.

Sin embargo, la resolución del conflicto demuestra una madurez conmovedora en Deborah (que bien podrían imitar otros comediantes de la vida real) y es seguir el consejo de su guionista -y amiga- y simplemente pedir disculpas y escuchar. Todos podemos equivocarnos y definitivamente la forma de hacer humor cambió. Pero escuchar a las nuevas generaciones que no habían nacido cuando esos chistes estaban siendo escritos, es lo que desearíamos que hicieran todos los boomers, comediantes o no.

Pero Deborah tiene que afrontar más que simplemente el riesgo de ser cancelada por la Gen Z. Porque durante esta temporada se va a poner el desafío de finalmente cumplir con su sueño de toda la vida, ese que una industria misógina y machista le negó hace tanto tiempo: ser anfitriona del Late Night Show. Así que junto con Ava, Jimmy, Kayla y Marcus empieza una suerte de campaña presidencial -opción que de hecho se desliza en un momento- pero no para la oficina oval, sino para la silla detrás del escritorio en el estudio.

algún dia es hoy

En el medio, Ava y Deborah volverán a tener algunos desencuentros, pero también momentos de unión muy conmovedores. Incluso cuando no están juntas y una está defendiendo a los bisexuales en una reunión con señores que no entienden a la nueva generación, pero que alguna vez fueron referentes absolutos de Deborah. La vejez y la crueldad de la industria con respecto a la edad también toma un lugar preponderante esta temporada.

En el quinto episodio, One Day, que podría considerarse un “bottle episode”, Deborah y Ava deciden hacer una caminata por el bosque y terminan perdidas, lo que es una fórmula clásica de televisión para que dos personajes tengan largas escenas de diálogo donde exponen sus sentimientos. Deborah está obsesionada con la apariencia física y la juventud -como todos en esta industria-, pero en este episodio hay reflexiones que van a tocarte tanto si estás más cerca de la edad de Deborah como de la de Ava.

“Toda la vida decís ‘algún día voy a hacer esto, algún día voy a lograr lo otro’. Esa es la magia de ‘algún día’, siempre está por delante. Pero para mí, ‘algún día’ es ahora. Cualquier cosa que quiera hacer, lo tengo que hacer ahora, porque o sino no lo voy a hacer nunca. Esa es la peor parte de envejecer”

Deborah Vance

El final de esta temporada no vuelve a separar físicamente a nuestras protagonistas, de hecho en algún sentido las junta aún más. Ava demuestra que es tan ambiciosa como Deborah al abrazar completamente su lado oscuro. Cualquier excusa hará que te dejen afuera, no hay que darles ninguna excusa. Ambas aprendieron la lección.