¿Cual es la habitación más atestada de gente? Según la nueva superproducción de Apple TV+, es nuestra propia mente.
La miniserie producida por Tom Holland, que protagoniza junto a Amanda Seyfried, está basada en el premiado libro Las Mentes de Billy Milligan (1981) de Daniel Keyes, que a su vez se basa en la historia real de William “Billy” Milligan. Tras cometer varios crímenes, Billy fue analizado por distintos profesionales y diagnosticado con trastorno de personalidad múltiple, actualmente denominado como trastorno de identidad disociativo.
Su caso se hizo muy famoso porque fue la primera persona en plantear esta enfermedad en un juicio y quedar absuelto: en lugar de ir preso, Billy terminó sus días en un hospital psiquiátrico, alegando que dos de sus alter-egos cometieron los crímenes sin que la identidad llamada “Billy” se diera cuenta.
Un misterio lento
La serie, sin embargo, se centra en un solo crimen (un tiroteo en el Rockefeller Center a plena luz del día) y en el abuso de drogas por parte de Billy, dejando atrás delitos reales como robo a mano armada y múltiples violaciones.
La temporada tarda en arrancar, lo que parece ser un factor común con los true crime últimamente, dado que Love and Death (2023-), la serie de HBO protagonizada por Elizabeth Olsen, también tiene unos primeros tres o cuatros episodios muy lentos, que hacen que cueste entrar a la historia rápidamente. ¿Demasiado preámbulo? Tal vez, pero todo lo que viene después del episodio 5 vale la pena.
Spoiler Alert
Como mencionamos antes, todo comienza cuando Billy es arrestado luego de participar en un tiroteo en el centro Rockefeller. Pese a que él no disparó el arma (sino Ariana, quien está desaparecida) sigue siendo cómplice del crimen.
La policía llama a la psicóloga Rya (Amanda Seyfried) para que hablé con Billy, ya que les parece que tiene una actitud un tanto extraña y además, necesitan su ayuda para encontrar a Ariana. A lo largo de los episodios, vamos conociendo lentamente y a duras penas sobre el pasado familiar de abusos que vivió junto a sus padres.
Hasta el episodio 5, no sabemos bien que pasa, ni quiénes son estas personas oscuras y extrañas que se encuentran en la vida de Billy. Sin embargo, con una gran interpretación de la psicóloga, nos enteramos que ninguna de estas personas existe: siempre fueron Billy. Es sumamente interesante volver a ver las mismas escenas pero esta vez sin los actores, solo con Tom Holland haciendo de todas estas personalidades.
Es placentero ver que Holland sabe salir del registro actoral que lo encasilló en su personaje de Spider-Man durante tanto tiempo. Con olor a premios, Tom demuestra que realmente saber actuar, en un maravilloso despliegue de interpretación física y sonora: todos los “alters” hablan de distinta forma, se mueven de diferente manera. Cuando uno de los personajes declara en el juicio, dice “Ese chico no es Ariana” y tiene razón. Es increíble cómo Holland logra ser otra persona con un simple movimiento de manos y cambiando el tono de voz.
¿Victima o victimario?
La serie juega constantemente con ese gris. ¿Es Billy una victima se su enfermedad? ¿Hace el hecho de que no recuerde sus actos, menos grave? Mientras que el mensaje es bastante claro y lo ponen en luz de victima, también dejan una puerta abierta para mostrar que pagó por sus crímenes.
La serie explica, con un gran plot twist final, que Billy usaba a todos sus alters como forma de refugio, para que lo cuiden de todo aquello que él sentía que no podía detener: sus miedos, sus bullies, sus abusadores físicos y sexuales. Cada una de sus personalidades se encargaba de protegerlo en distintos momentos y frente a distintas personas. La actuación de Tom Holland te invita como espectador a muchas veces ponerte en los zapatos de Billy y empatizar con él, dudando -al igual que el personaje- de lo que estás viendo.
El peso del talento
Sin embargo, el personaje de Billy Milligan dejó una marca pesada en Tom Holland. En recientes entrevistas, el actor dijo que ponerse en las pieles de estos alters lo hizo ir a lugares muy oscuros de su mente. Lo hizo replantearse su relación con la salud mental y ser más consiente de su ansiedad frente a la exposición. Es por esto que Tom decidió alejarse de las redes y tomarse un break de la actuación: según su anuncio, va a dejar la actuación por lo menos por un año.
“El ser productor me llevó a lidiar con problemas cotidianos, me generó mucha presión el tener que resolver los dilemas del día a día. Me encantó producir, pero la serie me sacó fuerzas, me quebró. Llegó un momento en el que pensé que ya era hora de tomarme un descanso. Me voy a tomar un año y ese es el resultado de lo difícil que fue hacer ‘The Crowded Room’. Aprender sobre las problemáticas de salud mental y su poder ha sido un aprendizaje de vida. Recuerdo haber tenido un pequeño colapso y pensar ‘Me voy a rapar la cabeza porque necesito deshacerme de este personaje’. Esta serie nos está pidiendo más respeto y empatía”.
Sus dichos abren una conversación muy interesante sobre la exigencia mental que Hollywood (y el público) ejercen sobre sus actores hasta el punto del burnout.
Fragmentado
La personalidad fragmentada de Billy también fue inspiración para Split (2016), la película que abrió la trilogía creada por M. Night Shyamalan, junto a El Protegido (2000) y Glass (2019). Pese a que no es una historia fiel a la verdadera, la idea fue tomada de los alters de Milligan.
A su vez, en 1990, James Cameron comenzó un guion para una película titulado The Crowded Room que nunca se concretó por problemas de presupuesto. Más tarde fue Warner Bros quien buscó llevar la historia a la pantalla junto a los directores Joel Schumacher y David Fincher. Audicionaron para el papel Matthew McConaughey, Johnny Depp, Brad Pitt, Sean Penn y John Cusack.
Después de mil idas y vueltas, en 2015 Warner confirmó una película de la mano de Jason Smilovic con Leonardo DiCaprio como protagonista. Por supuesto, este proyecto tampoco logró ver la luz. En 2021 se anunció finalmente que el libro sería adaptado por Apple en formato serie. Ya no protagonizado por DiCaprio, sino por Tom Holland.
A su vez, y si te quedaste con ganas de más, Netflix lanzó un documental de cuatro partes titulado Monstruos Internos: Las 24 Caras de Billy Milligan. La docuserie no toma la historia del libro, sino que va 100% a los datos reales, con entrevistas y grabaciones en cinta de sus sesiones psiquiátricas. Como todos los documentales de true crime de Netflix, tiene un alto nivel de producción y son la forma perfecta de conocer el detrás de estas historias tan impactantes.
¿Cuáles eran las personalidades de Billy?
Los médicos llegaron a registrar 24 personalidades diferentes en Billy:
- El propio Billy Milligan, de 26 años: la personalidad principal que se encontraba “fragmentada”.
- Rage Vadaskovinich, 23 años: era llamado el “guardián del odio”, un comunista yugoslavo amante de las armas y el kárate. Cometió diversos robos, pero no sabía de las violaciones.
- Arthur, de 22 años: un inglés muy educado e inteligente, experto en ciencia y medicina. Era el que ponía orden.
- Allen, de 18 años: un estafador y manipulador. Tocaba la batería y pintaba. Era quien más hablaba y el único que fumaba.
- Tommy, de 16 años: tocaba el saxofón, le encantaba la música electrónica y era un experto en electrónica. Pintaba paisajes y mantenía una estrecha relación con su madre.
- Danny, de 14 años: sufría de miedo a la gente y en especial a los hombres.
- David, de 8 años: el llamado “guardián del dolor” porque absorbía todo el sufrimiento de los demás. Tenía mucha sensibilidad.
- Christene, de 3 años: era una niña con dislexia, a la que le gustaba dibujar y vivía apartada de los demás. Ragen tenía un vínculo muy especial con ella.
- Christopher, de 13 años: era el hermano de Christene. Obediente pero problemático. Tocaba la armónica.
- Adalana, de 19 años: era tímida, solitaria y le gustaban las mujeres. Escribía poesía y era quien admitió cometer las violaciones.
- Phillip, de 20 años: conocido como “el matón”, tenía un acento de Brooklyn, utilizaba un lenguaje vulgar y cometía delitos menores.
- Kevin, de 20 años: un delincuente que planificaba robos, entre ellos, el de una farmacia.
- Walter, de 22 años: era un australiano cazador con gran sentido de la orientación y reprimido emocionalmente.
- April, de 19 años: conocida como “la perra”, planeaba vengarse del padrastro de Billy tratando de convencer a Ragen para que lo hiciese.
- Samuel, de 18 años: era judío y la única personalidad que creía en Dios. Esculpía y tallaba madera.
- Mark, de 16 años: apodado como “el zombie” porque no hacía nada a menos que alguien se lo dijese.
- Steve, de 21 años: era “el impostor” ya que imitaba a los demás de forma burlona.
- Lee, de 20 años: sus bromas provocaban peleas y no se preocupaba de la consecuencia de sus actos.
- Jason, de 13 años: tenía reacciones histéricas y rabietas.
- Robert, de 17 años: también llamado Bobby, era un soñador que fantaseaba con viajes y aventuras.
- Shawn, de 4 años: era conocido como “el sordo” ya que escuchaba zumbidos en su cabeza.
- Martin, de 19 años: era un esnob de Nueva York que quería conseguir cosas sin ganárselas primero.
- Timothy, de 15 años: conocido como Timmy, trabajaba en una floristería donde mantuvo una relación homosexual con un cliente.
- El maestro, de 26 años: era la suma de las 23 personalidades en una sola. Era brillante y con un gran sentido del humor. Se consideraba él mismo como “yo soy Billy en una sola pieza”. Conocía casi todas las acciones y pensamientos de las otras identidades.
0 comentarios