La temporada de festivales está en pleno auge. Las películas que tendrán su estreno comercial (y algunas que luchan por tenerlo) se miden en diferentes exhibiciones a lo largo del planeta. Los festivales de cine presentan principalmente largometrajes que serán importantes para lo que queda del año, y muchos de ellos, para lo que se vendrá el año que viene. La mayoría de las veces, estas celebraciones de alta gama sirven como antesala a las candidaturas y nominaciones de los galardones más codiciados del séptimo arte, los premios Oscar.

Uno de los casos más recientes fue Parasite (2019). La película de Bong Joon-Ho fue galardonada con la Palma de Oro, el premio máximo del Festival de Cannes. No fue casualidad que aquél largometraje haya sido el protagonista de la noche de los premios Oscar al ano siguiente -ganando, entre otros reconocimientos, Mejor Película Internacional y Mejor Película-. Se podría argumentar que los festivales de cine filtran y destacan aquellas producciones que son dignas de la competición por los premios de la Academia.

Italia: Pizza, pasta y películas

El Festival de Venecia es uno de los principales certámenes de Europa. Luego de la celebración y las exhibiciones en Cannes, generalmente en mayo, Venecia se torna una ciudad festivalera. La última gala se llevó a cabo desde el 31 de agosto hasta el 10 de septiembre inclusive. Una de sus grandes protagonistas fue Don’t Worry Darling (2022), la película de Olivia Wilde tuvo allí su ansiado estreno y primera proyección oficial, rodeada de especulaciones y misterios creados alrededor del elenco.

Otra participación importante en el Festival de Venecia de este año la tuvo la película Argentina, 1985 (2022). El nuevo largometraje de Santiago Mitre también dio su paso por este certamen antes de llegar a algunas salas de cine argentinas. La producción nacional ya está confirmada para ser la representante de Argentina entre las seleccionadas para el premio Oscar. También desembarcaron en la ciudad italiana White Noise (2022), de Noah Baumbach y Bones and All (2022), de Luca Guadagnino, que vuelven a competir en el Festival de Nueva York.

En Venecia, además, tuvieron su estreno The Son (2022), la secuela de The Father (2020), ambas dirigidas por el dramaturgo Florian Zeller y The Whale (2022), de Darren Aronofsky. Este último largometraje marcó el regreso de Brendan Fraser, quien deslumbró a todos los asistentes con su interpretación y es uno de los grandes favoritos para los próximos premios Oscar.

España: jamón, flamenco y estrenos

Otro de los grandes festivales de renombre en Europa es el celebrado en San Sebastián. La ciudad costera española fue sede del festival en la semana del 16 al 24 de septiembre pasados. Si bien se trata de una organización un tanto más pequeña que Venecia, igualmente se dieron estrenos que marcarán el resto del año y el devenir de 2023. Aquí, se dio la aparición de David Cronenberg, que luego de estrenar Crimes of the Future (2022) en Cannes, fue galardonado con el Premio a la Trayectoria del Festival de San Sebastián.

En esta ocasión, Argentina, 1985 (2022) ganó el Premio del Público, por lo que la producción protagonizada por Ricardo Darín volvió al suelo argentino con un gran trofeo bajo el brazo. El equipo de Don’t Worry Darling (2022) también visitó San Sebastián, pero se fue nuevamente con las manos vacías. Otro de los largometrajes presentado tanto en España como en Italia fue Blonde (2022), la biopic sobre Marilyn Monroe protagonizada por Ana de Armas.

Canadá: Hockey, frío y festival de cine

En Canadá se lleva a cabo el Festival Internacional de Cine de Toronto. El hogar de David Cronenberg recibió y exhibió largometrajes de todo el mundo del 8 de septiembre al 18 del mismo mes. Este certamen presentó largometrajes que tienen la característica de figurar como los máximos candidatos a los premios Oscar. La principal producción que se dio el lujo de estar presente en Canadá fue la nueva película de Steven Spielberg, The Fabelmans (2022), la cual fue galardonada con el premio máximo del Festival.

Otros estrenos destacados fueron: Decision to Leave (2022), de Park Chan-wook, presentada inicialmente en Cannes; Empire of Light, de Sam Mendes y My Policeman, de Michael Grandage. La secuela de Knives Out (2019), protagonizada nuevamente por Daniel Craig, también tuvo su presentación en el Festival de Toronto. Además, el documental sobre David Bowie, Moonage Daydream, y la nueva película de Mia Hansen-Løve pudieron proyectarse por primera vez en la ciudad canadiense.

¿Y ahora qué?

Por el momento, siguen teniendo lugar festivales de cine alrededor del mundo. El más conocido es el Festival de Nueva York, que se encarga de reunir todas las producciones estrenadas en Europa y exhibirlas en Estados Unidos. A nivel nacional, el país está a la espera del Festival Internacional de Mar del Plata, que cumple con la misma función del neoyorquino, además de darle voz y distribución a producciones latinoamericanas.

Mientras tanto, Argentina, 1985 es la candidata de nuestro país para ser seleccionada en la competición por los premios Oscar. Debido a la gran aceptación y recibimiento que tuvo la nueva película de Santiago Mitre, se espera con ansias la opinión de la Academia sobre la participación de esta producción en la gala. Los demás largometrajes contaron con variadas opiniones y críticas, por lo que a esta altura se torna difícil intentar arriesgarse por una película que destaque en la noche de los premios Oscar.

El mundo está expectante a las decisiones de la Academia sobre sus premios y sus nominaciones. Se espera un mínimo reconocimiento a Steven Spielberg por The Fabelmans, una de las producciones que más ruido está haciendo en la escena festivalera. La cuestión es que, la mayoría de las veces, los Oscar no visibilizan la cantidad de trabajos que hacen los festivales de cine de alrededor del mundo. Es lógico que siempre coexistan los mismos tipos de largometrajes y que no haya lugar para disidencias.

Ese es el trabajo de los festivales de cine. Además de presentar películas y de exhibirlas como futuras candidatas a los premios más importantes de la industria, los festivales están para promocionar aquellas películas de las que la Academia hace oídos sordos la mayoría del tiempo. Es imposible negar que, gracias a los festivales, el cine todavía se mantiene con vida.