La última vez que vimos a las dos facciones de los Targaryen, pos muerte del Rey Viserys, cada bando tenía muy en claro su posición en el mapa: el Team Verde, comandado por Alicent y Otto Hightower, se aseguró de que Aegon fuera coronado ante los ojos del pueblo y de que aquellos lores que permanecían en King’s Landing le juraran lealtad. 

Por otro lado, en los cuarteles del Team Negro en Dragonstone, Rhaenyra Targaryen (Emma D’Arcy) -la heredera legítima de Viserys– repartía órdenes entre la familia para asegurarse el apoyo de algunas de las casas más importantes de Westeros: los Tully en el Valle, los Baratheon de Bastión de Tormenta y los Stark en el Norte. 

LA familia no sea unida

Y justamente allí es en donde retoma el comienzo de temporada. El sobrevuelo de un cuervo acompañado de la melodía de “The North Remembers” nos remite a los fans de la saga a uno de los lugares más queridos (y vapuleados) durante Game of Thrones, (2011-2019), nada más y nada menos que el hogar de los Stark: Winterfell.

Jacaerys (Jace) en modo embajador apela a la lealtad de Lord Cregan Stark para que apoye con tropas la causa de su madre Rhaenyra y, de paso, se pega una visita al muro para tratar de entender un poco más el trabajo de los Guardianes del Norte. Es durante esta estancia que recibe la noticia menos esperada, la de la muerte de su hermano Lucerys (Luke) de la mano de su tío, Aemond Targaryen. 

Nuevamente en Dragonstone nos enteramos que Rhaenyra, de luto por su hijo Luke, se subió a su dragón y despareció hace varios días, sin dejar órdenes explícitas ni un plan a seguir. Recién habiendo recuperado algunos restos de Arrax (el dragón de Luke) y de la ropa del joven príncipe, la vemos volver y exigir a Aemond Targaryen. La ambigüedad del mensaje le da la excusa perfecta a Daemon para infiltrarse en King’s Landing y hacer de las suyas. 

Del lado de los verdes, los intereses individuales se empiezan a superponer por sobre aquellos del bien común. Por un lado, en la mesa chica del rey Aegon se discute de qué manera seguir adelante con el conflicto contra el Team Negro, tratando de evitar violencia innecesaria. Al menos Alicent y Otto Hightower parecieran estar alineados en ese pensamiento, mientras que Aegon y Aemond solo quieren sangre, fuego y muerte. 

A su vez, vemos cómo los distintos jugadores empiezan a mover sus piezas en el tablero intentando manipular los unos a los otros: Alicent con Otto, Sir Larys y Sir Criston Cole, Aemond con Criston Cole y Otto, y Sir Larys endulzando los oídos de Aegon para ganarse un lugar como Mano del Rey. Ciertamente todos tienen algo para decir y la única que queda relegada en sus dichos es Helaena (hermana y esposa del rey) quién tiene una especie de intuición especial que hace que perciba eventos antes de que realmente sucedan. 

En el clímax de este comienzo de temporada, Daemon le hace honor al nombre del episodio, “Hijo por hijo”, al contratar a unos cazadores de ratas para que maten a Aemond Targaryen, responsable de la muerte de Lucerys. Sin embargo, ante la imposibilidad de encontrar al príncipe correcto, los asesinos encuentran la habitación de Helaena y se contentan con decapitar a Jahaerys, el pequeño heredero al trono de Aegon. Ya deberíamos saber que Westeros no es un lugar muy amigable para con las infancias, ¿no?

Luego de esto, solo nos queda esperar una escalada de violencia inevitable ya que ambos bandos sufrieron la pérdida de lo que se consideraba sagrado en cualquier monarquía: un heredero varón. 

Quienes seguimos de cerca Game of Thrones, sabemos que la Danza de Dragones (como se conoce a este período histórico en Westeros) significó la casi extinción de la dinastía Targaryen, solo nos resta ver de qué manera se van a ir moviendo las fichas en este nuevo juego de tronos.