Sin sexo en la ciudad

And Just Like That… Volvimos a Perry St.

Los dos nuevos episodios de la serie fallan en recuperar el espíritu disruptivo de su antecesora y acá te contamos por qué, personaje por personaje.

por | Dic 25, 2021

And Just Like That… Volvimos a Perry St, sex and the city

Este recap va a contener spoilers de los capítulos 3 y 4 de And Just Like That…, los cuales ya están disponibles en HBO Max. 

And just like that, Sex and The City (1998-2004) se convirtió en una ciudad cuyo único sexo proviene del hijo adolescente de Miranda Hobbs. Sé que empezar una reseña de esta manera es algo polémico, pero no podemos negar que nos falta un buen chiste sobre sexo o una conversación entre mujeres que nos haga reír con amigas y decir “same, girl”. Pareciese que And Just Like That… (2021-) nos da la razón en pensar que el único personaje que era capaz de darnos algo así era Samantha Jones, pero me niego a aceptar que todo lo que nos enseñó fue en vano. 

SATC se basa en esas conversaciones de restaurante que rompían tabúes y ponían temas sobre la mesa, que le permitieron a muchas mujeres abrirse sexualmente. A pesar de que entiendo que And Just Like That… no es su antecesora, me parece importante entender su legado, la esencia de estos personajes y su influencia. Más cuando estamos hablando de mujeres transitando sus 50 años, cuyas vidas sexuales parecen inexistentes para la sociedad. Series como Grace and Frankie (2015-2022) hacen un excelente trabajo mostrando esto y me encantaría que And Just Like That… siga ese camino, pero por ahora es una sexless city.

CARRIE

En estos dos capítulos vemos a Carrie lidiando con la muerte del amor de su vida, Big. Parte de su duelo se basa en grabar podcasts, caminar sin rumbo por la ciudad y stalkear a Natasha, classic Carrie. ¿Natasha?¿La ex de Big? ¿La mujer a la que engañó con Carrie? Si, sumale a que también se abrió el labio por ellos. Una de las escenas más intensas de SATC es cuando Carrie se encuentra a Natasha en un restaurant y trata de pedirle perdón por todo lo sucedido, obvio que esto no tiene un final feliz, ya que Natasha le deja bien en claro que no quiere saber nada con ella y que básicamente la odia. Personalmente amo esta escena porque no trata de eximir a Carrie de la culpa que tiene por haber sido la amante de Big, sino todo lo contrario. La enfrenta a lo que hizo y le da a Natasha el derecho de enojarse y no aceptar sus disculpas, as she should. 

A pesar de que las primeras escenas del piloto de And Just Like That… nos muestran el final feliz de Carrie & Big, no podemos olvidarnos de que Mr. Big siempre fue un idiota y lo único que lo salvó fue la idealización crónica de Carrie. Podría escribir una nota enumerando todas las cosas horribles que hizo (capaz algún día lo haga), pero hoy solo me voy a detener en Natasha. Para recordarnos lo impredecible y cerrado que era, Carrie se encuentra con un pequeño detalle en el testamento de su esposo: una suma de 1 millón de dólares destinada a su ex esposa. Acá es cuando volvemos a ver a la Carrie de SATC, esa que se pasó años tratando de entender a Big, nunca conociéndolo del todo y siempre descubriendo un nuevo secreto. Así lo explica ella cuando habla con Miranda sobre el tema, hasta el último momento la hizo sentir como si no fuese suficiente.

Durante el tercer episodio, Carrie trata de contactarse con Natasha para averiguar cuál era su relación con Big después del divorcio. Con un block en Instagram (bien por Natasha) y una reacción muy equivocada de Miranda diciendo “what a bitch” (se partió el labio porque esta mujer estaba teniendo un amorío con su marido, lo mínimo que va a obtener es un block en redes sociales), Carrie decide que lo mejor que puede hacer es perseguir a Natasha por toda la ciudad. La sigue hasta el trabajo (una oficina hermosa en Soho, good for her) en donde su secretaria le miente diciéndole que está en Roma. Y en este punto ya no simpatizo para nada con Carrie, ¡dejá a esta mujer en paz! Lo mínimo que se merece es un millón de dólares después de lo que le hicieron. Finalmente, después de muchos intentos de stalking, Carrie encuentra a Natasha en un baño de un café del Upper West Side (yo entiendo que Nueva York es una isla y todos se encuentran con todos, pero me parece bastante tirados de los pelos esto) y tienen su tan esperada conversación. 

Natasha nos demuestra que siempre fue la más madura en todo esto y le explica a Carrie que no tiene idea porque Big le dejó esa suma de dinero, que ellos dos no tuvieron contacto después del divorcio, pero “John siempre fue un misterio” (menos mal que saliste de ahí, girlie). También le deja en claro que lo que pasó entre ellas está en el pasado, pero que no le parece correcto que se sigan en Instagram ni estén en contacto y con eso reitero lo siguiente: Natasha es la MVP. 

El próximo paso del duelo de Carrie, y el que más me entusiasma, es vender su departamento con Big y volver a Perry St. A esto me refería en la reseña anterior cuando dije que la decisión de matar al gran interés amoroso de Carrie es exactamente lo que ella necesita para volver a encontrarse a sí misma, y ¿qué mejor lugar para hacer eso que su departamento en Perry St.?

miranda

Cualquier cosa que vaya a decir sobre Miranda Hobbes, tienen que tener en cuenta que es el personaje con el que más me identifiqué en la serie original y la verdad que la considero un ejemplo de vida. Dicho esto, no la encuentro en ningún capítulo de este revival. Miranda siempre fue una mujer empoderada, que nunca se disculpó sobre cómo elegía vivir su vida, eso incluía poner el trabajo ante todo y siempre dar su opinión, le pese a quien le pese. 

En And Just Like That… nos encontramos con un personaje más bien influenciado por Cynthia Nixon, la actriz que la interpreta, que por la esencia de Miranda Hobbes. ¿A qué me refiero con esto? Entiendo que estas mujeres están atravesando una nueva generación y tratando de encajar en ella, pero ¿realmente creemos que Miranda es capaz de ser tan torpe y no ponerle ni un límite a su hijo? Toda la relación con Brady me parece ridícula, es un adolescente de 17 años que está faltándole el respeto a sus padres constantemente y ellos no hacen nada para evitarlo. Por eso es que uno de los puntos más fuertes de los primeros capítulos es su explosión maternal con Che por darle de fumar marihuana, aunque haya sido una herramienta para formar un vínculo entre les dos. 

Hablando de Che, primero que nada quiero decir que el personaje es insufrible. Desde su podcast lleno de cringe, hasta forzar a Carrie a hablar de temas con los que no se siente cómoda, nada me hace quererle menos. Lo cual es una lástima porque es el único personaje no binario de la serie y me da mucha pena que lo hayan construido de esta manera. Cuando se empieza a hablar de la sexualidad de Miranda, se me hace imposible no ir al episodio 3 de la primera temporada de SATC, “Bay of Married Pigs”. Allí los compañeros de trabajo de Miranda asumen que es lesbiana por la manera en la que se viste (recordemos que en las primeras temporada tenía un look mucho más andrógino que en las demás) y hasta le organizan una cita a ciegas con una mujer. Todo este capítulo deja bien en claro que la manera en la que se viste o su corte de pelo no definen su sexualidad ni mucho menos, que ella es 100% heterosexual.

¿Con esto quiero decir que no puede explorar otras opciones y cambiar? ¡Obvio que no! Miranda es libre de ser quien quiera ser y celebro que estén desarrollando una historia como esta, pero no voy negar que es raro que justamente elijan a Miranda para contar esta historia, cuando es el personaje que siempre identificaron como “lesbiana” por su apariencia. No basta con chequear una lista de diversidad, hay que saber cómo contar estas historias y darles la misma calidad que las demás. 

En el capítulo 4 Miranda tiene, en mi opinión, la mejor escena de todo el episodio. De alguna manera, deja de ser la alumna torpe que vimos al principio y pasa a deslumbrar a su profesora Nya Wallace (en una escena que al parecer no pasó la edición final), tanto que la invita a cenar (again, tirado de los pelos, pero lo aceptamos). En la cena se da una conversación muy enriquecedora sobre la maternidad y nos acordamos de aquel momento en el que Miranda estaba decidida a no tener a Brady, pero finalmente se convierte en mamá. En esta charla, las dos mujeres hablan sobre los distintos caminos que una puede tomar, lo difícil que es tenerlo todo y que no existe el bien o el mal, simplemente decisiones que van marcando nuestra vida. Estos son los momentos en los cuales And Just Like That… brilla como serie y encuentra su esencia: poniendo a las mujeres a hablar sobre sus vidas, todo lo que aprendieron de ellas y lo que aún les falta aprender. 

CHARLOTTE

Qué gratificante es que Charlotte York siga siendo mi uppereastsider favorita (bueno, mentira, esa es Blair Waldorf). ¿Por qué se ganó ese puesto? Porque Charlotte sigue siendo fiel a su esencia, mientras trata de acomodarse en este nuevo mundo. Todo en su vida sigue basándose en querer encajar y ser el modelo perfecto de mujer, esposa y madre. En estos dos episodios se encuentra con dos obstáculos: la identidad de género de su hija y el color de piel de su grupo de amigos. 

Cuando se nos presentó a Rose pensé que la relación con Charlotte se iba a basar en no querer ser femenina como ella y listo, pero la serie decidió ir un escalón más arriba y ya en el tercer episodio tenemos la frase “no me siento como una chica”. Celebro que hayan tomado esta decisión y me intriga muchísimo para qué lado van a ir con esto. Me gusta cómo Charlotte trata de ayudarla, sin dejar de estar en shock al respecto, es el balance perfecto entre su esencia y esta nueva generación. 

Sin embargo, en el cuarto episodio las cosas no salen tan bien. Charlotte está decidida en ser la mejor amiga de Lisa, una mami del colegio privado de sus hijas (sí, grité cuando vi que era Constance) y para eso los invita a cenar con su grupo de amigos. Todo está bien hasta que nuestra princesa neoyorquina se da cuenta que no tienen ningún amigo negro en su grupo y sale en búsqueda de algunos. Siento que este es un arco que podría haber funcionado con el tono de la serie original, pero ahora simplemente da mucho cringe. 

La conversación que tienen Lisa y Charlotte al final de capítulo es el claro ejemplo que la serie quiere arreglar todos los problemas de diversidad que tenía SATC, pero lo único que termina haciendo es rasgando tan solo la superficie de los temas y todo termina en charlas muy vacías.

SAMANTHA

La extraño y me niego a no hacerle una sección en los recaps de los capítulos. La única mención que tuvimos sobre ella fue que Charlotte trató de buscar un lugar para comer en donde Carrie no haya ido ni con Big ni con Samantha, después de eso todo fue silencio. Me dolería muchísimo que la serie solo la haya mantenido presente en los primeros dos episodios para atraer al público y que se olviden de ella para siempre. Creo que sería muy interesante que en alguna conversación alguna de las chicas pueda recordar una anécdota de ella o un consejo que daría en tal situación. Carrie, Miranda y Charlotte necesitan a Samantha Jones, y yo más. 

i couldn´t help but wonder

  • Anthony sigue siendo el mejor personaje de este revival y lo quiero mucho.
  • Finalmente tuvimos la despedida de Stanford, tras la muerte de su actor Willie Garson, contándonos que se fue a Tokyo a representar una tiktoker y le pidió el divorcio a Anthony. 
  • Charlotte se percata del problema de alcoholismo de Miranda y se lo comenta a Carrie, pero obvio que le quita importancia. Por suerte Miss York tiene el instinto maternal a flor de piel y no va a dejar pasar esto por alto. 
  • Amo a Seema que ya en un capítulo la confrontó a Carrie sobre uno de sus tantos comentarios desubicados, y se convirtió en una reina. 
  • Carrie volvió a fumar, ¿cómo nos sentimos al respecto?
  • Justice for Steve.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Notas Relacionadas

El cine argentino se defiende donde sea: el último grito fue en San Sebastián

La producción nacional es reivindicada en todo el mundo a contramano de la política de achicamiento actual. Manual para responder cuando pidan “no politizar” el cine argentino.

Intensa-Mente 2: reír, llorar y ahondar en el tema de la inteligencia emocional

Si bien repite la estructura y no sorprende como su predecesora, esta secuela expande en todas las cosas que hicieron lucirse a la película original.

Floricienta: Todo lo que tenés que saber (o recordar) para ver Margarita

Con el regreso triunfal de Cris Morena por Telefe y 5 episodios semanales en Max (ex HBO), repasamos los momentos clave para la trama de Margarita.

Friends: Las claves de la amada sitcom que cumple 30 años de amistad y risas

La comedia de los seis amigos neoyorquinos que todos queremos tener cumple tres décadas de su estreno y nos preguntamos qué la hace todavía relevante.