…now you don’t

Now You See Me 3: los Jinetes vuelven con trucos nuevos y el caos de siempre 

El equipo revive la magia: trucos nuevos, elenco renovado y el caos encantador de siempre. Imperfecta, divertida y totalmente disfrutable

por | Nov 21, 2025

Después de casi una década de especulación, rumores, reescrituras infinitas y fans preguntándose si la franquicia estaba oficialmente muerta, Now You See Me 3 (2025) finalmente aterrizó en cines con unos números excelentes. Esta secuela llega con una propuesta clara: devolvernos esa mezcla de ilusionismo, espectáculo y estafas teatrales que convirtió a las dos primeras películas en un placer culposo… o directamente en un placer, sin culpa.

La pregunta es inevitable: ¿funciona el regreso? La respuesta corta: sí. La larga: sí, pero con matices – y esos matices son lo que la hacen interesante.

Una saga de ilusiones (literal)

La primera película (2013) nos presentó a Los Cuatro Jinetes, un grupo de magos reclutados por una figura misteriosa para cometer robos imposibles en vivo. Jesse Eisenberg como el líder ególatra, Woody Harrelson como el mentalista sarcástico, Isla Fisher primero (y luego Lizzy Caplan) como la experta en escapismo, y Dave Franco como el ilusionista con destreza física.

En la secuela (2016), el mundo se expandió: apareció The Eye, una sociedad secreta que controla el destino de los magos y que dejó más preguntas que respuestas. También llegó Daniel Radcliffe como un villano con mommy issues tecnológicos, y Mark Ruffalo consolidó su papel como el agente del FBI con un pasado trágico y un presente lleno de conspiraciones.

Un tercer acto (nueve años después)

Now You See Me 3 retoma el universo desde un lugar inteligente: asumiendo que el tiempo pasó tanto en la ficción como en la vida real.

Los Jinetes originales vuelven con sus dinámicas intactas, pero ahora con un desgaste natural que la película no oculta. Jesse Eisenberg sigue siendo la fuerza caótica del grupo; su personaje, más obsesionado con el control que nunca, choca constantemente con la espontaneidad de los demás. Dave Franco, en cambio, aporta la frescura y la habilidad física que siempre fue clave en las mejores secuencias de la saga.

Y Woody Harrelson, que en la segunda película ya interpretaba a dos personajes (sí, a él y a su hermano gemelo), acá vuelve a explotar esa dualidad entre el humor y la locura, recordándonos que es un actor con un espectro inmenso. 

Caras nuevas, magia nueva

Una de las virtudes de la tercera entrega es cómo integra al elenco joven sin que parezca que vienen a reemplazar a nadie. Ariana Greenblatt es la revelación: hiperinteligente, incisiva y con una presencia que se roba cada escena. Hace de una hacker/ilusionista híbrida que entiende que la magia moderna se construye entre pantallas y percepción. Justice Smith aporta un humor más tímido y un contraste perfecto con el ego de Eisenberg; juntos tienen algunos de los intercambios más divertidos de la película.

Dominic Sessa (después de su aplaudido debut en The Holdovers) trae un aire de novato que funciona increíble con los “veteranos”. Es el que mira todo con ojos nuevos, pero también el que más se permite cuestionar al grupo. Este trío no solo actualiza la saga: le da un rumbo. La película no lo dice explícitamente, pero la idea de una transición generacional está ahí, latente.

Sin caer en spoilers, la historia gira en torno a un nuevo golpe internacional que conecta el pasado de The Eye con amenazas contemporáneas: manipulación digital, inteligencia artificial y la idea de que la verdadera magia hoy es controlar la narrativa global. Los Jinetes se ven obligados a colaborar con este nuevo grupo de jóvenes ilusionistas para vencer a un enemigo común. 

Cuando el truco brilla… y cuando no

Lo que funciona realmente bien en esta tercera entrega de la saga:

• El ritmo: no frena nunca y sabe cuándo sorprender. Te mantiene al borde del asiento. 

• Las secuencias de magia: especialmente las que combinan ilusiones físicas con manipulación visual y tecnología.

• La química del elenco: los viejos y los nuevos trabajan como si la saga nunca hubiese descansado nueve años.

• La propuesta tonal: Fleischer entiende que esto no es The Prestige. Es un show. Vinimos a divertirnos. 

Lo que sigue fallando un poco (y hay que trabajar para la cuarta parte)

The Eye continúa siendo un misterio conveniente: aparece, desaparece, sirve al guion según el momento.

• El CGI: a veces hace que algunos trucos pierdan esa sensación táctil que tenía la primera película.

• Hay giros que se sienten más como “obligación de franquicia” que como revelación narrativa (aunque un poco de fan service nunca viene mal).

• La película quiere decir algo sobre la magia en la era digital, pero no siempre desarrolla del todo esa idea.

Aun así, ninguna de estas fallas lastima realmente la experiencia. Solo te recuerdan que esta saga siempre fue más espectáculo que profundidad.

el truco todavía entretiene

Now You See Me 3 no busca reinventar la rueda ni convertirse en el cine de robos definitivo. Lo que sí hace -y muy bien- es recuperar la chispa de las primeras entregas, sumar actores talentosos que refrescan la fórmula y entregar dos horas de diversión sin culpa. 

Es una película consciente de sus limitaciones, orgullosa de su artificio y feliz de ser exactamente lo que promete: un truco grande, ruidoso, imperfecto y completamente entretenido. Los Jinetes vuelven. Y sí: todavía tienen mucha magia por mostrar. 

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