La reconocida revista Variety seleccionó a Cooper Raiff como uno de los directores a tener en cuenta para el año 2022. No es para menos. El cineasta de 25 años demostró saber manejarse detrás y al frente de cámaras desde su primer largometraje oficial, Shithouse (2020). Raiff se presentó al mundo como un joven con una carrera prolífica. Él mismo fue el encargado de guionar, dirigir y protagonizar el filme. Además, la coprodujo y ayudó en la edición. Tareas que vuelve a realizar en su nueva película, Cha Cha Real Smooth.
Esta vez, el joven cineasta decidió dar un paso más a la hora de contar la historia. En Shithouse, la acción se centraba en un ingresante de universidad, y ahora, el eje de la historia lo tiene un joven que ya finalizó esa etapa, un graduado de la universidad. Es como si la carrera de Raiff creciera y se desarrollara en la medida que él también lo hace. Sus preocupaciones evolucionaron, pero mantiene su estilo de dirección y guionado, lo que hace que su carrera en el cine lo convierta en una joven promesa.
Cha Cha Real Smooth (2022) cuenta la historia de Andrew (Raiff), un joven que, después de haberse graduado de la universidad, vuelve a vivir un tiempo con su madre, su padrastro y su hermano para decidir qué hacer con su vida. Parece encontrar su vocación una noche durante un Bar Mitzvah, cuando empieza a animar la fiesta de celebración. En ese mismo evento, conoce a Domino (Dakota Johnson) y a su hija con autismo, Lola (Vanessa Burghardt).
Pronto, Andrew empieza un negocio de animación de fiestas, haciéndose cargo de las celebraciones y cumpleaños donde lo contraten. Él se ocupa de mantener viva la fiesta, de que todos bailen y que nadie la pase mal. El carisma del papel de Cooper Raiff es lo que lo identifica como un personaje realmente entrañable y querible. El cineasta tiene esa capacidad de hacer que el espectador se identifique al instante con el protagonista de la historia.
Al conocer a fondo a Domino y a su hija, Andrew forma una relación inquebrantable y automáticamente ingresa a la vida de ambas. Dakota Johnson comparte el protagónico, en el papel de una madre joven que está comprometida en búsqueda de una vida estable. Por otra parte, Lola, su hija, es una joven autista que asiste a la misma secundaria que el hermano de Andrew. De una manera casi instantánea, ambas mujeres encuentran en el personaje de Cooper Raiff un amigo y compañero, y también a una persona que las saca de su zona de confort.
Ese es el tipo de relación que cuenta Cha Cha Real Smooth. Una historia desde el punto de vista de un joven que no tiene ningún tipo de apuro en una zona barrial de Nueva Jersey que se caracteriza por su tranquilidad. Una película que avanza a paso lento, haciendo énfasis en el desarrollo de los personajes y los vínculos creados entre ellos. Paralelamente, surge otro tipo de relación entre Andrew y Domino. Ambos encuentran en el otro lo que necesitan: En el caso de Domino, compañía y comodidad; en el caso de Andrew, algo por lo que verdaderamente preocuparse.
Sin ningún tipo de preparación, Andrew tiene que lidiar con las grandes complicaciones del universo de la gente mayor. El personaje se podría llegar a malinterpretar como el típico joven despreocupado de su vida, infantil y desmotivado, casi sin rumbo. Pero lo que hace Cooper Raiff con su personaje es todo lo contrario. Construye minuto a minuto la vida de un muchacho que, a pesar de sus momentos de inmadurez y caminos equivocados, sabe lidiar con las responsabilidades adultas. Al igual que Andrew, todos tenemos preocupaciones y motivaciones, todos tenemos buenos y malos momentos, y la capacidad de Raiff para trascender la pantalla con su personaje es, sin lugar a dudas, un talento digno de remarcar.
Un final agridulce
No se puede negar que, aunque cueste situarla en algún género en específico, Cha Cha Real Smooth cuenta con todo el potencial para ser una de las comedias románticas del año. El talento de Cooper Raiff para contar una historia que pueda atrapar, emocionar, enamorar y hacer reír al espectador es algo pocas veces visto, en comparación a la mayoría de las roomcoms de los últimos tiempos. Pero no solo se trata de una historia de amor difícil y complicada, sino que esconde detrás una búsqueda profunda del personaje principal, que está guiada por el hecho de amar a alguien.
Esta película, además, cuenta con una carga emocional extra. Trata el tema de la compañía y la dependencia personal, dejando al espectador con un final que, en realidad, puede ser previsible. En una audiencia quizás acostumbrada a los desenlaces felices en comedias románticas, Cooper Raiff propone una película cuyo final sea desmoralizador. A nivel emocional, Cha Cha Real Smooth brilla con un relato que logra atrapar a su audiencia, aunque -al fin y al cabo- solo cuenta una historia anecdótica, de un momento en la vida de alguien.
El final deja también mucho lugar a la interpretación. Hasta se podría llegar a pensar que Raiff propone el desenlace de su largometraje con un final abierto. Quizás haya sido un desencuentro entre los personajes o, simplemente, el cineasta juega con sus espectadores al presentar un final triste. Pero se trata de un desenlace perfecto, en el que cada personaje continúa con su camino y crecimiento personal. Porque, algunas veces, es más fácil estar triste, y obviamente, los recuerdos no se van a ningún lado.
