“En el espacio, nadie te escuchará gritar”. Al leer esta frase, muchos alrededor del mundo saben que estamos hablando de Alien, la película de Ridley Scott que en 1979 dio vida a una franquicia innovadora. Esta incluyó en su camino a directores como: James Cameron, David Fincher y Jean-Pierre Jeanuet, así como criaturas nunca vistas y efectos novedosos para la época.
El viaje para la última película comenzó cuando el director uruguayo Fede Álvarez presentó sus ideas al aclamado realizador años atrás. Scott quedó impresionado y su compañía, Scott Free, presentó la idea a 20th Century Studios. Con la aprobación y guía del director original, Álvarez comenzó a trabajar en un guion con su compatriota Rodo Sayagues.
De Uruguay a Hollywood (ida y vuelta)
Los creadores de No respires (2016) y Posesión infernal (2013) estuvieron en Movie Montevideo Shopping el pasado 5 de agosto para la presentación en exclusiva para Latinoamérica de Alien: Romulus, su nueva película. La novena de la saga, dentro de una de las franquicias más icónicas del cine que marcó un hito dentro de la ciencia ficción.
La experiencia fue intensa, distinta a las que solemos vivir en Uruguay, rodeados de miembros de la prensa de varios países del continente. Con muchos encuentros y reencuentros, la música ambiental del evento era la banda sonora de la aclamada saga.
Mientras las cámaras captaban los detalles pensados para el evento, como algunos seres alienígenas que se posaban en nuestras caras. En el momento del ingreso a la sala, la ambientación nos llevaba a imaginarnos dentro de la famosa nave espacial Nostromo.
Tuvimos la oportunidad de visualizar quince minutos de la nueva entrega que, sin contarles demasiado, se caracterizaron por sus dosis de adrenalina, suspenso y sorpresa. La impronta latina estaba presente, aún así, mucho quedaba por escuchar y conocer de la mano de sus creadores.
En el marco del Q&A donde participaron varios medios, pudimos hacerles una pregunta a los creadores. Fede Álvarez nos respondió:
–¿Cuáles fueron las fuentes de inspiración para Alien Romulus?
Sin dudas “Alien” (1979) y “Aliens” (1986) son las grandes aspiraciones de esta película. Siempre la intención fue hacer una película que se sienta como un hijo de esas dos películas. Empezamos con la primera como una base, pero fue inevitable empezar a conectar con su segunda parte. Nos gusta decir que Romulus vive entre esos dos mundos, en una buena combinación.
Al ser la primera pregunta que dio pie a la conversación posterior, pasamos por un gran camino para conocer en profundidad la creación de esta película. Sin embargo, no podía faltar una pregunta que refería a la inferencia del estudio en esta nueva entrega. El director fue poco categórico en su respuesta:
“No me involucro con producciones donde no tengo la libertad de hacer la película que quiero. Hay películas que al venir atadas a ciertas cosas tienen requerimientos de seguir una línea o exigencias. Acá nosotros realmente hicimos lo que queríamos, la hicimos con el mismo espíritu con el que se hizo “No Respires” (2016). La escribimos nosotros, dictamos cuál es la historia que queríamos contar y le dijimos al estudio qué película queríamos hacer… Se trata de una colaboración, en los tiempos de edición hay más detalles que interfieren en el gusto personal, donde el estudio o Ridley pueden empujar a cierta decisión y yo a otra… Allí se mezcla el amor por la franquicia, en la negociación constante, salen mejores cosas”.
También recordó los inicios de lo que supo ser un proyecto de película durante octubre de 2021, cuando se enteró de que iba a dirigir una nueva parte de la saga junto con Sayagues: “Fuimos con Rodo a Pan de Azúcar, donde tengo una casa y nos juntamos a empezar a pensar de qué iba a ir la cosa”. Que, entre el desarrollo, preproducción, rodaje y posproducción “llevó casi tres años”, mencionaron.
Su relación de amistad fue una de las claves para la realización de este proyecto. El ambiente de Hollywood no ha dividido a esta dupla, ellos se conocen en los proyectos. Incluso Álvarez bromeó con el hecho de el único proyecto donde no le fue tan bien fue donde no tuvo la compañía de Rodo. Este último ha definido su relación de una forma muy singular:
“El trabajo en equipo hace la vida más fácil. Cuando encontrás un equipo que funciona bien es una bendición. Todo se potencia… Esto es un barco, en el rodaje hay un capitán que tiene una misión y está continuamente guiando. Eso es Fede, desde que comienza el proyecto hasta que termina. Alrededor del capitán hay personas que ayudan a llegar a destino de la mejor forma posible. Allí estoy yo”.
Uno de los momentos de mayor precisión sobre las características de esta entrega se generó en la instancia que permitió conocer la nueva película, entendiéndola como un producto de su tiempo. A cuarenta y cinco años de aquella primera entrega que sentó las bases para esta producción, nos contaron:
“Pertenece a esta década a pesar de sus raíces, se visualiza saliendo de una pandemia. Tiene elementos que muestran la época en la que vivimos. Esa es la clave y lo que lo hace funcionar. Espero, mejor dicho quiero que sea moderna, no nostálgica ni súper nueva. La filmamos en 2023, no hay manera de dejarlo fuera. Por los valores, la energía, lo que podés y no hacer. Toda en su conjunto es un producto de estos tiempos, eso es lo que la hace diferente”.
La charla continuó durante casi una hora. Varios chistes y recuerdos del pasaje de ambos por las salas de su país natal permitieron definir las cualidades técnicas junto a los desafíos que se presentaron. Fede Álvarez declaró que técnicamente es una película muy ambiciosa, donde decidió llevar las cosas a una manera de hacer películas que ya no se hace tanto. Por ejemplo, en los efectos prácticos. Rodo Sayagues añadió:
“El desafío es con nosotros mismos. Hacer una película mejor que la anterior e irme a dormir sabiendo que dejamos todo lo que podíamos hacer”.
Pensar en Alien es pensar en Ridley Scott. A pesar de la integración de otros directores a la saga, la influencia de aquella primera película sentó bases en la ciencia ficción. Tal es así que Álvarez contó una pequeña infidencia del set que él llamó “código entre directores”, un secreto que desde ese momento pasó a ser compartido:
“Hay un código de no ir al set de otro director. Al menos en las etapas de rodaje, las decisiones son individuales. Ridley, por ejemplo, ha participado en otra parte del proyecto”.
Ya en el cierre de la conversación, el aura denotaba que estábamos al frente de algo grande, los semblantes de orgullo por el proyecto presentado se retrataban en los rostros de estos dos referentes para el género. El director decidió hacer una pequeña reflexión de su propia evolución dentro del género, no en su rol actual, sino como espectador del mismo:
“Cuando uno crece y pasan los años, esa fascinación que uno tenía cuando era un adolescente de doce, trece o catorce años, cuando las películas te volaban las chapas y veías cosas que no veías nunca empujando los límites con un impacto brutal… Eso se va perdiendo, no tanto por el cine en sí mismo si no porque uno madura, crece, ya es difícil ver cosas que no hayas visto antes. Lo que intenta esta película es llevarte a ese lugar de nuevo”.
Fue entonces que Fede Álvarez nos dejó con un último y poderoso mensaje: “Quiero que se quede en el tiempo y que con el paso de los años deje huella en las nuevas generaciones”
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