Un nuevo mundo

Crónica de una marvelita no tan anunciada en una premiere de Marvel

Desde una noche de pizza y películas en Estados Unidos hasta una premiere en Buenos Aires, este fue el recorrido de una periodista argentina.

por | Mar 5, 2025

Antes no me gustaba Marvel; no por ser una pick me girl sino porque era el universo cinematográfico favorito del que me rompió el corazón. Lo sé, es un poco dramático lo que digo, pero ¿quién no es dramático cuando recién se está convirtiendo en una persona adulta? Algunos incluso, lo seguimos prolongando un poco en el tiempo con la excusa de “los 30 son los nuevos 20” y cosas así, porque la vida sin drama es medio un embole, como la vida sin Marvel.

Ahora que me gusta Marvel, voy a premieres en Argentina y en Estados Unidos, voy a la Comic Con de San Diego para gritar en vivo y en directo cuando Kevin Feige anuncia, junto a los hermanos Russo, la vuelta (¿triunfal?) de Robert Downey Jr a los suelos marvelitas, me sumo a los podcast de debate sobre series basadas en cómics de los que hasta hace casi diez años atrás no tenía idea, y estoy acá escribiendo esto ahora mismo.

El primer vengador

Todo comenzó allá por el 2016 cuando se me ocurrió que podía ir a vivir a otro país en el que se hablaba un idioma distinto al de mi lengua materna, donde las reglas culturales son otras y donde, al mejor estilo Cris Morena“todos los sueños se cumplen”✨. Podría escribir miles de anécdotas basadas lisa y llanamente en el impacto cultural de mudarme a Estados Unidos, pero como esto es un artículo con mi opinión sobre la nueva película de Capitán América: Un nuevo mundo (2025) y la premiere en Argentina, me voy a quedar en ese carril o al menos intentarlo.

Resulta que mi brillante idea de ir a un país completamente diferente no me fue suficiente, sino que también se me ocurrió ir a vivir con gente que trabajaba para el servicio militar en Estados Unidos. Pensé lo mismo que estás pensando vos ahora: me van a tener haciendo lagartijas todos los días a las seis de la mañana mientras me hacen repetir el juramento de lealtad a la bandera. Spoiler alert: no fue así.

Lo que sí me hicieron hacer, fue ser parte de las tradiciones familiares que tenían ellos en ese entonces, porque en este país, como en el nuestro, esas son las cosas que realmente importan. La tradición es sencilla pero efectiva: “Pizza Movie Night” o “noche de pizza y películas” para los que son de Boca como yo. Como su título lo indica, consistía en sentarse todos juntos a comer pizza los viernes a la noche frente al televisor de quichicientas pulgadas para ver una película. Religiosamente, casi como hacen Los Simpson.

el soldado yankee

Todo marchaba bien en mi primer mes en el país del águila: si bien entendía la mayoría de las cosas que me decían y todavía no había visto ningún arma en persona, un viernes me vi obligada a enfrentar uno de mis miedos. “Vamos a ver los Avengers”, me dijo el padre de la familia mientras estábamos preparando las pizzas.

En ese momento, yo no sabía qué hacer. Fingir demencia e irme a dormir no era una opción, ya estaba ahí. “Nunca vi una película de Marvel” dije en inglés y las caras de todos se convirtieron como si hubiera confesado, al menos, cinco crímenes de guerra. Cuando expliqué el por qué, me dijeron que efectivamente estaba siendo un poco dramática y que ya había pasado bastante tiempo, lo cual era cierto. Capaz ya era momento de decir adiós y crecer, como diría nuestro querido Gustavo Cerati.

Accedí, me senté en el sillón y pusimos play. Debe haber sido uno de los momentos más insoportables de mi existencia para ellos (hay muchos), porque me tenían que explicar quién era quién y por qué pasaba lo que pasaba como si yo fuera una tía. Se vivieron momentos de tensión, porque como ya me gustaba Robert Downey Jr. desde antes (porque vi las películas de Sherlock Holmes al menos 50 veces), esa noche se definió que yo era más de IronMan que de Capitán América… en una casa 100% Team Cap por obvias razones. No me echaron, pero mi vida cambió.

guerra civil

A todo esto, yo era y soy periodista desde el día uno, y otra de las razones por las que me había ido de Argentina en su momento era que ningún medio tenía interés en contratarme, o en darme una oportunidad. En Estados Unidos pude ir a un montón de eventos relacionados con Marvel y con otras películas y series, como por ejemplo la premiere de Spider Man: No Way Home (2021) en Los Angeles, donde conocí a Victoria Alonso. O la conferencia de prensa privada de The Walking Dead (2010-2022) en la Comic Con de San Diego, pero dentro mío estaba siempre la tristeza de no poder ir a algo así en mi país.

Es cierto lo que se dice en las calles: si uno hace lo que tiene que hacer y no se mete en quilombos, el ✨American Dream✨ es accesible y el éxito es casi asegurado. Pero yo tenía siempre una guerra interna entre lo que podía lograr en un lugar y en otro, mi propia versión de los Acuerdos de Sokovia. Es todo muy lindo en el país del águila, pero yo siempre quería (y quiero) hacer el contenido para Argentina.

Como hago siempre que me da un ataque de productividad, empecé a enviar mensajes directos para todos lados, y el primero que me respondió fue Sebi de MarvelFlix. Así fue como al fin empecé a poner toda la información que conseguía en una plataforma que iba a parar directamente a mi gente latino. Chocha, pero faltaba más. Entonces me topé con PopCon, en donde no solo podía hacer cosas de Marvel, sino que también de otras series y películas, también para argentinos en su mayoría.

un nuevo mundo

Después de tanto tiempo la guerra terminó, y al fin pude ir para Argentina. Mi editora Ana, de PopCon sabía que yo jamás había pisado un evento en nuestra patria y por cosas del destino, yo justo iba a estar en casa el día de esta premiere, entonces ella hizo lo que había que hacer. No solo me consiguió invitación para mí, sino que también tuve el lujo de poder ir con mi hermana como acompañante, candidata número uno a ir conmigo siempre que iba a ver una película de Marvel. Y a todos lados.

La entrada al cine fue una experiencia muy linda organizada por Disney Argentina, y creo que cada tanto se tendría que hacer algún evento así para los fanáticos que quieran comprarse una entrada para ver la película con este extra interactivo. Cuando estábamos en la fila, un grupo de muchachos vestidos como agentes del gobierno nos escanearon con detectores de metales como los que usan en el aeropuerto y, por supuesto, el mío hizo sonar la chicharra y me apartaron a un costado. Ahí me volvieron a escanear y, mientras me filmaban, el oficial me dijo que me había ganado un par de medias de Capitán América y yo me había pegado un susto tremendo porque pensé que eran seguridad reales.

Luego llegó el momento de dar nuestros nombres en la lista para que nos entregaran unas pulseritas divinas y, cuando ya estábamos todos del otro lado del camino, nos pudimos sacar fotos con dos experiencias que había preparadas: una con el logo de la película y otra con las alitas y el escudo de nuestro nuevo Capi. También había una ruleta en la que te podrías ganar más cosas de Capitán América, pero me colgué tanto sacando fotos que no pude participar porque ya se había hecho la hora de la película.

todo en todas partes al mismo tiempo

La película tiene un muy buen hilo narrativo y, ahora que Marvel se dio cuenta que le tiene que aflojar un poquito al CGI, se ve mucho mejor que otros proyectos que salieron en los últimos años. Es cierto que hay mucha gente a la que todavía le choca que el Capitán América sea otra persona distinta a la que vimos en nuestras pantallas por tantos años, pero también es cierto que si Steve Rogers lo quiso así, por algo será. 

Me gustó el tono estilo Misión: Imposible que presentó mezclado con las películas anteriores de Capitán América. Además, su título en inglés hace referencia al libro Brave New World (1932) de Aldous Huxley, por lo cual está en línea con la trama de la película. Hay una especie de control mental sobre varios de los personajes de la mano de Samuel Sterns (Tim Blake Nelson), aka El Líder; un villano que se nos había presentado allá por el 2008 en la película de Hulk al que, quizás, en esta oportunidad habría que haberle dado un poquito más de contexto.

Tal vez el problema que tiene esta película es que hay muchas cosas sucediendo a la vez. Primero, tenemos a Sam y Joaquín (los nuevos Capitán América y Falcon, respectivamente) haciendo los mandados del presidente Thaddeus Ross, interpretado por Harrisonme pongo de pieFord, tratando arreglar las que se mandó Sidewinder (Gian Carlo Espósito) con el grupito Serpent en México. A su vez, lo tenemos a Sam tratando de resolver el lío que se armó entre Japón y Estados Unidos por el Adamantium y el intento de asesinato al presidente por parte de Isaiah Bradley, que estaba bajo este control mental de Samuel Sterns.

cosas de capitán américa

Sin embargo, eso no era lo único que Sterns tenía entre manos, ya que a su vez estaba irradiando con rayos Gamma las pastillas que tomaba el presidente para hacerlo convertirse en Hulk de manera repentina (o hacerlo reventar como Fabián Vena en Resistiré, todavía no sabemos bien a dónde quería llegar). Como frutilla del postre, al nuevo Falcon lo bajan de un balazo, queda internado, y Sam Wilson la pasa peor que yo viendo un partido de Boca Juniors.

En todo este contexto, es difícil para el nuevo Capitán América andar haciendo cosas de Capitán América, ya que se pasa toda la película tratando de resolver quilombos ajenos, peleando malandros y evitando que lo bajen de un hondazo. Por otro lado, todo este drama le da pie a buenas escenas de pelea en las que Marvel aflojó con el CGI.

Y además, el recorrido que hace Sam en toda la película pasa por todos los lugares en los que viví en Estados Unidos con la familia de militares, por lo que me la pasé siendo una combinación perfecta entre el meme de Leo DiCaprio y el “entendí esa referencia” para la mala fortuna de mi hermana, que estaba sentada al lado mío.

La escena post créditos fue un poco sin sabor al principio, ya que nos revela información que nosotros los espectadores ya sabíamos: Sam Wilson va a visitar a Samuel Sterns a la prisión en la que también están otras criaturas conocidas, y Sterns le alerta que hay gente muy mala de otros universos viniendo para el nuestro.

En una primera pasada, es como comer una galletita de agua cuando quedó abierto el paquete por dos semanas, pero al pensarla un poco, le agrega un tinte de información que capaz nos devuelva las noches de teorías marveleras.

multiverso 2: el regreso

Por alguna razón totalmente falopa, ya sea su cerebro enorme o el hecho de haberse tomado unos mates con todo el cast de Eternals, El Líder sabe mucho más del Multiverso además de lo que le contó a Sam. Si no me equivoco, es el único personaje además de Clea y Dr. Strange que se sabe todo el chisme de la incursión, por lo que quizás tenga un rol importante en las dos próximas películas de Avengers: Doomsday (2026) y Secret Wars (2027).

Tal vez tenga un rol importante o quizás estoy escribiendo cualquier cosa, pero es darle otra vuelta de tuerca para no quedarme en el lugar de “nos revelaron información que ya sabemos”. ¿Es Capitán América: Un Nuevo Mundo una película que va a cambiar nuestras vidas para siempre? No, no lo es. Pero tiene gusto al Marvel old school que tantas alegrías nos dio. Nada va a ser excelente si lo medimos con la vara alta que dejó la Saga del Infinito, pero tampoco podemos ir por la vida esperando que cada película sea tan grande como Avengers: Infinity War (2018) o Endgame (2019)

Tenemos que recordar que Endgame fue lo que fue porque nos dio la culminación de muchas historias, el enfrentamiento a un villano infumable porque un poco de razón tenía y un cierre magistral. Pero fue eso, un cierre, un final. Y cuando algo termina, no queda otra que volver a empezar.

Ahora estamos en la primera etapa otra vez: construyendo nuevas historias y siguiendo nuevos problemas que nos van encaminando hacia otro gran final. Yo, por mi parte, tengo curiosidad de ver cómo nos desquicia Roberto en su papel de Dr. Doom en los próximos años. Y si no, siempre puedo volver a ver la primera de Avengers en una noche de pizza de viernes.

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