Muchas son las críticas respecto a esta última fase del MCU. Es ya evidente que varios de sus últimos títulos no están a la altura de mucho de lo que el universo cinematográfico que Marvel llegó a concretar. Es cierto también que, así como sus comics, la variedad de títulos con los que se expandió los últimos años es abrumadora.
Algo que, como podemos ver, resulta tanto en varios aciertos como errores. El pasado miércoles, Disney+ estrenó la segunda temporada de I am Groot (2022-) es una serie de cortos que no tienen la sustancia suficiente como para ser una producción infaltable a la hora de entender la continuidad del multiverso. Pero para aquellos que decidan darle una oportunidad, sin duda tendrán unas cuantas sonrisas garantizadas.
Volviendo a las raíces
Originalmente creado como un villano para el trigésimo número de la revista Tales to Astonish al comienzo de la década del sesenta, pasaron cuarenta años para que Groot se transformara en el heroico bonachón de lenguaje limitado que ahora conocemos.
Lejos de la fama de equipos como los Avengers o Cuatro Fantásticos, tan solo los fanáticos de los comics conocían a Peter Quill y sus compañeros al momento en que fue anunciada su llegada al cine. Parecía una locura, una apuesta sin sentido. Cuando James Gunn reveló que adaptaría un cómic en donde entre sus protagonistas incluiría a un mapache y a un árbol parlante, las redes sociales sentenciaron que el director tenía un fracaso en sus manos. Nadie sospechaba en ese momento que Guardianes de la Galaxia Vol. 1 (2014) daría inició a una de las mejores trilogías del estudio.
La audiencia rápidamente se enamoró de la inocencia de Groot y su papel en la historia. Sin duda el centro moral de este equipo de antihéroes, su sacrificio llevó a que se transformara literalmente en un juguetón retoño que en una maceta bailaba al ritmo de I Want You Back. El impacto quedó claro en cuanto una cantidad enorme de merchandising dedicado a quien habíamos llamado “Baby Groot” inundó los parques de Disney y tiendas especializadas.
Toda una estrella
Solo opacado por el que es sin duda el bebe más famoso de la compañía, el adorable Grogu, es de todas formas innegable que el más joven de los Guardianes tiene un encanto particular. Porque, por más travieso que sea el hijo adoptivo del Mandaloriano sea, el caprichoso carisma del pequeño Groot no tiene rival. Era cuestión de tiempo para que la señal de streaming del ratón decidiera darle más protagonismo en un formato a la medida de su pequeño protagonista.
Escrita y dirigida por Kirsten Lepore (Hora de Aventura), ambas temporadas constan de cinco episodios cada uno que, sin contar los créditos del final, duran apenas más que tres minutos. Vin Diesel vuelve para dar su voz a Groot y repetir una y otra vez su característica frase en todos los idiomas que la plataforma ofrece.
Con tan solo un episodio ambientado alrededor del final del primer Volumen de la trilogía, la serie pasa a enfocarse en el que sin duda fue el momento más hilarante del pequeño arbolito, cuando ya un poco más grande empieza a mostrarse la independencia de un niño preescolar. Es por eso que, con apenas dos cameos en ambas temporadas, cada una de estas cortas aventuras lo muestran solo y liderando sus pequeñas y caóticas odiseas.
La calidad de la animación está muy cuidada. Hay una estilización en la manera en como Groot está diseñado, simplificándolo un poco comparado a como lo vemos en las películas. Esto casi no se percibe, haciendo a su diseño apenas un poco más caricaturesco, ya que en esta producción no depende de imágenes reales con las que fundirse.
Con esa libertad, la serie entrega diseños de personajes y ambientaciones extravagantes y que resultan muy logrados. En general, su impronta visual es excelente, más teniendo en cuenta de que es un programa televisivo. Esto es muy destacable considerando que el CGI de Marvel no siempre logra estar a la altura de lo que sus historias pretenden.
Un héroe de bolsillo
De la misma manera en que Gunn logró comprender el corazón del comic original en que se basa el personaje, Lepore comprende perfectamente todas las razones que convirtieron a Groot en un personaje querido tanto por los fans del cine de superhéroes como por sus espectadores más casuales. Colorida y llena de gags visuales, la serie es una versión intergaláctica de aquellos videos en donde padres filman las más disparatadas ocurrencias de sus retoños.
Lejos de las grandes ambiciones de las otras producciones de Marvel, I Am Groot nos recuerda que es posible que hasta las más grandes franquicias podrían dedicarse a hacer contenido más relajado de vez en cuando. Cortita y al pie, la serie logra aprovechar cada segundo de sus episodios para contar creativas y disparatadas historias sobre las ocurrencias de su adorable protagonista. Más que dejar gusto a poco, logran que deseemos ver más.
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