Si hacen silencio, se puede escuchar a los ejecutivos de Disney golpeteando los dedos en la mesa nerviosos porque hace cuatro años que no hay una película de Star Wars en los cines. Esos años parecen llegar a su final: este martes Lucasfilm confirmó que una película de “The Mandalorian & Grogu” se empieza a filmar este año bajo la dirección de Jon Favreau.
Las aventuras de Din Djarin y Grogu (Baby Yoda en nuestros corazones) dejarán las plataformas de streaming (al menos por ahora) para dar el salto a la gran pantalla. Se trata de la cuarta película de Star Wars que está confirmada en producción y, según da a entender el comunicado oficial, la más próxima a estrenarse.
A menos que algún despechado salga y abra la boca, es difícil establecer con certeza los mecanismos internos de grandes corporaciones como Disney y Lucasfilm. Pero podemos acercarnos un poco a través de dos caminos: el estado actual de Star Wars y los rumores alrededor de esta decisión.
Historia reciente
La trilogía de secuelas de Star Wars fue exitosa para Disney (recuperaron la inversión por la compra de Lucasfilm en pocos años), pero desgastó mucho a la marca. La llegada de The Mandalorian (2019-) y el estreno de Star Wars Episodio IX: The Rise of Skywalker (2019), marcaron el fin de la primera época de la saga en manos de Disney y el comienzo de la segunda.
El plan de Lucasfilm era devolver a Star Wars al cine en 2023, algo que obviamente no pasó. Mientras tanto, Star Wars fue sinónimo de streaming. Cinco series live-action (de mejor y peor calidad) mantuvieron viva la flama de la saga y de la propia plataforma Disney+, con un Marvel que, en su propia crisis, casi nunca pudo jugarle de igual a igual.
En ese espacio, cultivado por Disney exigiendo más streaming, el trabajo y éxito de la dupla de Jon Favreau y Dave Filoni les abrió la puerta de crear su propia Marvel dentro de Star Wars: el llamado “Mandoverse”. Ahora, esos mimos ejecutivos quieren volver a tener películas en el cine y le piden otra vez a Din Djarin que les de una mano.
Es que, además, las dificultades de Lucasfilm para mantener relación con guionistas y directores juega mal con las exigencias de Disney para anunciar más contenido y tener a los inversores contentos. El anuncio de la película Rogue Squadron, dirigida por Patty Jenkins, y el de una de Taika Waititi, fueron el paradigma de una época donde la producción de películas de Star Wars parecía no querer arrancar. Los problemas detrás de cámara (como la lentitud de Waititi o la turbulenta relación de Jenkins con Warner Bros.) son moneda corriente en Hollywood, pero la voracidad por construir hype de Disney es una mala combinación.
No fue hasta la última Star Wars Celebration, en mayo 2023, que por primera vez en años Lucasfilm decidió dar un panorama bastante certero del futuro de la franquicia en el cine con el anuncio de tres películas: Dawn of The Jedi, por James Mangold, el clímax del Mandoverse, por Dave Filoni, y la Nueva Orden Jedi, por Sharmeen Obaid-Chinoy y protagonizada por Daisy Ridley como Rey.
Never tell me the odds
Ahora sí, todo resuelto, tenemos plan… ¿no? ¿Por qué tenemos entonces este anuncio de una película de The Mandalorian y Grogu que -además- va a salir antes que todas estas? Todo parece indicar que sería otra consecuencia de la huelga de guionistas y actores del 2023.
Sí tomamos la palabra de portales de filtraciones y rumores como Making Star Wars (y son los mismos que reportaron la película de The Mandalorian meses antes de su anuncio oficial), la idea surgió a mitad de año. Es decir, durante la huelga, como forma de no seguir retrasando el regreso de Star Wars a los cines. Esto se condice con que Favreau confirmó en febrero de 2023 que la cuarta temporada ya estaba escrita para tener todo bien planeado con el resto del Mandoverse.
Para Lucasfilm es mucho más fácil pedirle a Favreau que reformule algunas de esas ideas en una película, que ajustar todo el calendario a los efectos causados por la huelga que consagró nuevos derechos para los escritores, actores y actrices de Hollywood. Incluso, más rumores de esta semana indican que, tras el paro, Steven Knight (guionista a cargo de La Nueva Orden Jedi) todavía no presentó ningún borrador.
Con la producción de la película de Mando, Lucasfilm no solo se asegura cumplir con sus fechas de estreno actuales (mayo 2026, diciembre 2026 y diciembre 2027), sino que le da un regalo a los ejecutivos de Disney: seguridad. Por más que yo deseé que Lucasfilm deje de prestarle atención a la minoría intensa y misógina del fandom, una película de The Mandalorian es menos riesgosa (corporativamente hablando) que La Nueva Orden Jedi.
Apostar a lo seguro
Desde la hoja de Excel, la idea de esta película es un acierto. Un producto probado exitoso que le permite a Star Wars volver al cine sin más retraso y con un producto seguro. Es jugársela poco y dar un paso probablemente firme. Nada más. Aquellos que busquen innovación y riesgos deberán quedarse en casa viendo The Acolyte (2024) y Andor (2022-) o esperar que algún día Dawn of The Jedi llegué a las salas.
Aún así, los resultados no están asegurados. ¿Podrá Lucasfilm, una compañía de manejos inconsistentes en su departamento de marketing, construir un evento cinematográfico en una época de taquilla a la baja? ¿Podrá convencer al que solo ve películas de ir a ver a The Mandalorian sin ver las tres temporadas previas? ¿Tiene Jon Favreau una historia para sostener tal evento?
Pasará más de un año para enterarnos, pero ya dejando atrás al analítico y abrazando al fan, qué linda emoción saber que falta poco para volver a ver a Star Wars en la pantalla grande, ¿no?
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