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Poltergeist: vuelve un hito con un gran corazón bajo oscuros cimientos

Sustos, rumores de una maldición y la fuerte presencia de personajes femeninos en un clásico que busca la luz en el oscuro camino al más allá.

por | Sep 15, 2022

Poltergeist: vuelve un hito con un gran corazón bajo oscuros cimientos

Con la vuelta de Poltergeist (1982) al cine y a casi un mes de su 40º aniversario, no está demás revisitar la que es sin duda una de las mejores encarnaciones del mito de la casa embrujada llevada al cine. Si bien fue dirigida por Tobe Hooper (Texas Chainsaw Massacre), la película normalmente es confundida como obra de Steven Spielberg, co-escritor y productor.  Se nota que el galardonado cineasta tuvo gran presencia en la producción, ya que esa sensación de asombro casi infantil en sus películas familiares, su sentido del humor y amor por los extraordinarios efectos especiales remiten directamente a la filmografía del director de E.T. (1982).

Paseando por distintos géneros, el tono de la película en un inicio se siente como una fantasía suburbana, mostrándonos signos de un mal acechando, ya sea en los más sutiles pero terroríficos árboles secos de la colina en los títulos de la película o en aquello que parece atraer a la adorable Carol Anne (Heather O’Rourke), la niña protagonista, al televisor. Con un gran sentido de ternura y comicidad nos adentramos en el día a día de los Freeling definiendo sus personalidades y haciendo que nos encariñemos con ellos.

La muerte en Poltergeist es introducida a través de los ojos de una infante, en un gag cómico tras la muerte de un canario. Ahí donde la madre espera un trauma para la niña, el evento resulta ser extraordinario pero totalmente natural para su hija. Igual de normales o rutinarios son los objetos tecnológicos que nos rodean, muchos de los cuales si no tenemos un conocimiento técnico nos resultan completamente inexplicables. ¿Cuántos conocemos cómo funcionan cada uno de los componentes de un televisor? De la misma forma que ondas satelitales traen imágenes a nuestra pantalla, las fuerzas invisibles que raptan a Carol Anne convierten a la televisión en el único canal de comunicación entre la nena y su familia.

El peso de las figuras femeninas

En la década del ochenta y con la extrema popularidad de las películas slasher, la presencia femenina cobró aún más preponderancia como fuerza protagonista. Esta es una película que varias veces recalca el liderazgo femenino, presentándonos a la Dra. Lesh (Beatrice Straight), cabeza del equipo de investigadores que inicialmente ayudan a los Freeling y la inolvidable Tangina Barrons (Zelda Rubinstein), la psíquica y guía para su salvación. Ambas son la representación de las únicas autoridades con conocimientos sobrenaturales en la historia.

Pero al nombrar a las grandes heroínas del género, Diane (JoBeth Williams), la matriarca de la familia, es injustamente ignorada. Ella es el pegamento de la familia. Cuando los eventos sobrenaturales comienzan a manifestarse, Steve se retrotrae, apareciendo cada vez más consumido con el pasar el tiempo, en completa negación o tan aterrorizado como Robbie (Oliver Robins), el hijo de la pareja. Diane desde el comienzo acepta y abraza la situación. Son ella y sus dos hijas, Carol Anne y Dana (Dominique Dune), quienes participan del funeral de su mascota, donde desde un comienzo el filme presagia -de forma un tanto humorística- la importancia de rendirles respeto a nuestros difuntos.

Con Tangina guiándoles, es Diane quien se adentra en la luz en su búsqueda de Carol Anne, manteniéndose atada a la tierra y sostenida por Craig. Es a través de la madre que la hija viene por segunda vez al mundo, el ectoplasma en que ambas están cubiertas de pies a cabeza haciéndolas parecer recién nacidas. En posición fetal, Diane parece casi envuelta sobre la nena en señal de protección. La madre vuelve con un mechón gris, canas que no son símbolo físico de haber sido aterrorizada, sino una insignia simbólica de honor y madurez.

El lore detrás de cámaras

Mucha es la trivia que Poltergeist fue alimentando sobre los años, siendo varios los easter-eggs que encontramos en la película. Muy evidente es el variado merchandising de Star Wars que el productor incluyó como guiño a su amigo George Lucas. Pero otro homenaje que Spielberg pidió en las notas de producción fue que en el televisor que Carol Anne usa para comunicarse con su familia mostrara el canal 237, como un guiño a la célebre habitación del Hotel Overlook de The Shining (1980).

Pero estos detalles pasaron casi desapercibidos en comparación con el mito que se construyó por fuera del relato, alimentando el rumor de que la película y sus secuelas estaban malditas. Fue antes del estreno de la primera entrega de la saga en que la actriz interpretando a Dana, la hija mayor, fue víctima de un femicidio. Durante el rodaje de su secuela su antagonista principal, Julian Beck y el actor interpretando al shaman, Will Sampson, fallecieron por enfermedades. Se dice que este último incluso llevó a cabo un exorcismo real en el set. Pero nada de esto sacudió a los fans tanto como la muerte de la joven protagonista de la trilogía. Tras una complicación médica, la pequeña Heather O’Rourke de nada más doce años dejaba este mundo.

Esta no es la única leyenda que acompaña a la película. JoBeth Williams en varias ocasiones insistió en que los esqueletos usados en las escenas finales del film eran verdaderos, una manera de ahorrar dinero para la producción. Este último punto sería extremadamente irónico de ser verdad, teniendo en cuenta el fuerte mensaje anticapitalista que tiene la historia.

Más que un cuento de fantasmas

La muerte y la trascendencia son dos de los puntos claves de la película y Poltergeist los describe de manera tan polarizada como lo es la vida misma. Durante el período en que la nena está en el otro mundo, su familia solo la escucha, la percibe efímeramente en lo físico. Pero, a pesar de cómo este escenario se presenta como la situación más angustiosa a la cual sus padres podrían enfrentarse, las pocas pero más perturbadoras escenas son previas a momentos de gran belleza visual o hasta vincular para los personajes.

«Algunas personas creen que cuando morimos nos encontramos con una luz maravillosa. Tan radiante como el sol, pero no lastima al verla. Todas las respuestas a todas las preguntas están en la luz. Y cuando caminas hacia ella… Te conviertes en una parte de ella para siempre.»

De la misma luz a la cual Carol Anne fue arrastrada observamos salir a seres etéreos, maravillando a la familia, completamente inexplicables, pero evidentes en su presencia. Las escenas de absoluto terror son continuadas por momentos de paz o asombro. Es una vez que la tormenta pasa, cuando el terror escondido en la tierra misma y la codicia se muestra como uno de los principales monstruos, cuando recordamos a las almas que lograron pasar al otro lado gracias a Tangina y la familia. El evento sin duda fue una pesadilla para ellos, pero seguro nadie va a olvidar que del otro lado hay algo más, enigmático, a veces terrible, pero capaz también de ser reconfortante.

La luz no existe sin la oscuridad.

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Ro Tapias

Artista visual. Madre de dragones, gatos y un corgi. Hablo de cine, a veces demasiado.