El Festival Internacional de Cine de Berlín, también conocido como la Berlinale, tuvo su 73º edición que contó una vez más con gran presencia de largometrajes argentinos. Con algunas de las películas premiadas por el jurado presidido por Kristen Stewart, la industria nacional pisa cada vez fuerte en el exterior y demuestra el talento que desborda de cada producción.

El evento ocurrió del 16 al 26 febrero en la capital alemana, en donde films como Infinity Pool de Brandon Cronenberg, Passages de Ira Sachs y Roter Himmel de Christian Petzold fueron parte del catálogo oficial y se exhibieron en la pantalla grande para todos los espectadores. 

En esta edición, el Oso de Oro se lo llevó a casa Nicholas Philibert con su documental Sur l’Adamant en una coproducción de Francia con Japón. El alemán Petzold también fue premiado por su nuevo film y recibió el Oso de Plata. Por su parte, Louis Garrel se llevó el premio a la Mejor Dirección y la actriz Sofía Otero recibió el Oso de Plata por la mejor actuación protagónica en 20.000 especies de abejas.

Steven Spielberg también se hizo un espacio en su agenda luego del exitoso estreno de su película autobiográfica The Fabelmans para asistir al festival y recibir el Oso de Honor por su trayectoria en el mundo del cine. Allí, el director habló sobre sus vivencias y hasta felicitó a los Daniels por Everything, Everywhere All At Once. 

En ese marco, el cine argentino también fue un protagonista importante en la Berlinale: siete películas nacionales fueron seleccionadas y se presentaron en el evento. De ellas, dos producciones fueron premiadas, siendo Adentro mío estoy bailando de Leandro Koch y Paloma Schachmann como Mejor Ópera Prima, y El rostro de la medusa de Melisa Liebenthal que se llevó el Premio CICAE por parte de los jurados independientes. 

Gran presencia argentina en la Berlinale 

No es novedad que el cine argentino cada vez está más presente en el circuito cinematográfico mundial. El estreno mundial de Argentina, 1985 de Santiago Mitre en el Festival Internacional de Cine de Venecia fue un hecho importante dentro de la industria, que permitió que los espectadores, críticos y miembros del jurado pudieran destacar un film que hoy compite dentro de la categoría Mejor Película Extranjera en los Premios Oscar 2023.

En ese mismo evento también desembarcó Trenque Lauquen de Laura Citarella, la última producción de El Pampero Cine que fue elogiado por la crítica de todo el mundo y hoy por hoy está en la cartelera del MALBA y de la Sala Leopoldo Lugones, y el cortometraje Camarera de Piso, de Lucrecia Martel en producción con Rei Cine.

Pero volviendo a la Berlinale, años anteriores también contaron con otros films argentinos, como fue el caso de El Prófugo de Natalia Meta en la edición de 2020, y de Camuflaje de Jonathan Perel, que tuvo su estreno mundial el año pasado y ahora irá a las salas a partir del 23 de marzo. 

¿Qué películas argentinas se exhibieron en la Berlinale 2023?

Adentro mío estoy bailando

Adentro mío estoy bailando es la ópera prima de Leandro Koch y Paloma Schachmann. Con siete años de preparación, el resultado final es una historia documental-ficción sobre dos directores de cine que viajan a Europa del Este a conocer intérpretes de la música klezmer para interiorizarse más en su cultura.

El rostro de la medusa

Después de Las Lindas (2016), la directora Melisa Liebenthal estrenó El rostro de la medusa en la última edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, y se llevó el premio dentro de la categoría Competencia Internacional. También tuvo su paso por la cartelera del MALBA.

Con un exitoso paso por la Berlinale, esta película narra la historia de una mujer que un día se despierta y se da cuenta que su rostro no es el mismo de siempre, y se combina esa trama con registros de archivo de zoológicos y acuarios.

Arturo a los 30

Dirigida y protagonizada por Martín Shanly, Arturo a los 30 es una película que trata sobre un hombre que, sin querer queriendo, termina envuelto en una serie de eventos desafortunados al asistir al casamiento de su mejor amiga. Se trata de una comedia trágica sobre una persona que se resiste a crecer y todos los problemas que eso le puede traer. 

El Juicio

Es la décima película de Ulises de la Orden. En El Juicio, el director aborda las 530 horas que llevó el Juicio a las Juntas Militares y que fue grabado por la Televisión Pública. En una coproducción entre Argentina, Italia, Francia y Noruega, este documental integró la categoría Forum en la Berlinale y muestra el material inédito de uno de los hechos políticos más importantes de Argentina. 

“Queremos recrear el espíritu que se vivió en aquella época a través del juicio, donde en paz se logró juzgar al más violento de los gobiernos de la historia argentina”, señaló el cineasta.

Desperté con un sueño

Si bien esta película es uruguaya, su director es argentino. Pablo Solarz dirige Desperté con un sueño, una coming of age sobre Felipe, un adolescente que asistir a un taller de teatro a escondidas de su madre, que se opone a que su hijo siga sus pasiones artísticas. 

De repente, una audición que podría cambiar el rumbo de su vida se interpone en su camino y viaja a escondidas a Montevideo para presentarse. Allí, se reencuentra con su abuela y también con su verdadera identidad para poder decidir quién es en realidad.

Esta película contó con la presencia de los actores en la premiere del Festival de Berlín, y al finalizar su proyección recibieron una larga ovación del público que estaba presente.

Almamula

Almamula de Juan Sebastián Torales es una película que transcurre en Santiago del Estero y que cruzó fronteras y el océano para llegar a la Berlinale. Este film narra la historia de Nino, un adolescente de 12 años que sufre el maltrato y el hostigamiento por ser gay. En busca de su protección, sus padres deciden mudarse con toda su familia a otra ciudad, en donde el protagonista conocerá la leyenda de Almamula, una criatura que se lleva a las personas que cometen crímenes sexuales impuros. 

El castillo

En este documental, el director Martín Benchimol narra la historia de Justina, una empleada doméstica hereda de su antigua empleadora una enorme mansión en medio de las pampas argentinas, con la única condición de que jamás la venda. A medida que la casa se va derrumbando, su hija decide partir y volver a la ciudad, mientras que la protagonista se queda firmemente en el lugar que le pertenece: el castillo.