Basada en una de las películas de aventura más icónicas de la década de los noventa, Tornados (2024) toma el esquema de su predecesora de forma muy general, mientras trata de subir la vara y aclimatarse a nuestros tiempos.
El cambio más significativo es sin duda la manera en que estos fenómenos naturales son retratados, ya que actualmente reproducir uno con gran detalle es algo mucho más común en comparación. Cualquiera con un smartphone y gran coraje (o quizá una fuerte pulsión de muerte) es capaz de lograr la tarea. Pero, ¿esto quiere decir que los tornados han perdido su mística?
Una versión moderna
Kate (Daisy Edgar-Jones) es una analista meteorológica que, tras un traumático episodio, decidió dejar detrás sus días persiguiendo tornados. Las cosas cambian con la vuelta de su viejo amigo Javi (Anthony Ramos) y la promesa de que con la nueva tecnología a la que tiene acceso se podría desvelar los misterios detrás de estos fenómenos climáticos.
No solo eso, incluso podrían descubrir la manera de detenerlos, salvando así incontables vidas. La propuesta es lo suficientemente prometedora como para hacer que ella enfrente sus miedos y vuelva a las viejas andadas, prometiéndole una semana de su tiempo.
Tyler Owens (Glen Powell) parece ser exactamente el polo opuesto de Kate. Sureño hasta los huesos, esta arrogante estrella de las redes no teme meterse hasta los codos cuando se trata de “domar un tornado”. Pero este cowboy es más que una cara bonita. Debajo de este aparente narcisismo se esconde un tipo que alguna vez también estudió meteorología y que genuinamente se preocupa por las víctimas de estos titanes de viento.
Como tomando el guante de las aventuras noventeras, las chispas románticas no faltan. Lo que empieza con desagrado y una pisca de rivalidad lleva a alianzas inesperadas y un intento de triángulo amoroso que, para sorpresa de nadie, tiene un final decidido desde el comienzo. Es imposible competir con Powell, teniendo en cuenta que es uno de los galanes cinematográficos del momento.
Como un síntoma de nuestro tiempo, en donde los influencers tienen tanta o más relevancia que los científicos, lo que en la película original mostraba rivalidad entre cazadores de tornados en busca de data, ahora muestra a youtubers como parte de este intrépido juego.
El director Lee Isaac Chung (Minari), fiel a su estilo, busca explorar un costado un tanto más político que la película original tocaba de una forma justa y necesaria: el impacto que estas calamidades tienen no solo en las vidas de aquellos quienes pierden sus hogares, recuerdos y hasta la vida misma. Más novedosa es la forma en que señala a quienes sacan provecho de las tragedias ajenas.
Fuera de estas notas sensibles, la película cumple con su principal cometido. Si bien puede que sufra un poco en su ritmo, las escenas en donde los tornados son la estrella tienen la espectacularidad que demanda justificar una secuela.
Es refrescante también que no caiga en lugares comunes de estas historias que acarrean un legado, haciendo las suficientes referencias a su predecesora pero sin emularla paso por paso. Tornados puede que no sea la película que arrase esta temporada, pero es uno de esos títulos que son imperdibles en la pantalla grande.
Cinco películas sobre catástrofes naturales:
Tornado (1996)
Imposible que está nominada al Oscar no estuviera a la cima de la lista. Con un guion co-escrito por Michael Crichton, el padre de Jurassic Park (1993) volvió a tocar con su magia a la que se convertiría en otro de los grandes hits cinematográficos de los noventa.
Twister, como en su título original, mostró algo que nunca antes se había visto en pantalla. No es sorpresa que la banda de sonido plasmara melodías casi religiosas con la aparición de los tornados, ya que estas imponentes demostraciones del poder de la naturaleza tenían una mística muy propia, todavía más en esa época.
Con la aparición de las cámaras caseras en la década del ochenta, los registros de estos fenómenos empezaron a multiplicarse e inclusive mostrar su poder destructivo más de cerca, cosa que la película de Jan De Bont (Máxima Velocidad) logro plasmar de forma tan aterradora como fascinante.
Mucho más que “aquella película en donde la vaca sale volando”, Tornado nos presenta a Jo (Helen Hunt) y Bill (Bill Paxton), quienes papeles de divorcio mediante, terminan contándonos una historia muy humana sobre reencuentros tanto con el amor romántico como con el de aquellas metas que alguna vez pensamos que habíamos dejado en el camino.
Emocionante, divertida y hasta angustiante por momentos, puede que tenga ideas simples, pero están tan bien ejecutadas que todavía que, ya sea la primera vez que la vemos o revisitándola, nos mantiene al borde del asiento o levantando el puño en alto cuando nuestros héroes cumplen con su cometido.
Aftershock (2010)
Feng Xiaogang, conocido como el Spielberg chino, dirige este drama histórico que toma como punto de partida el terremoto de Tangshan en 1976, tragedia en la que se perdieron unas 243.000 vidas. Enfocándose en una comunidad de bajos recursos, apenas comenzamos a conocer a una humilde familia cuando se desata el desastre.
Habiendo perdido a su marido hace minutos y con sus mellizos bajo los escombros, Li Yuanni (Xu Fan), debe tomar la imposible decisión de dejar morir a uno de ellos. Lo que no sabe es que su hija Wang Deng (Jingchu Zhang) sobreviviría, cargando con el trauma por décadas.
Su título en inglés refleja perfectamente el mensaje de la película, enfocándose en las repercusiones que el terremoto tuvo no solo en una familia, sino que marcó una herida para todo un pueblo. Si bien es por sobre todas las cosas un drama histórico, la contundencia en cómo se relata esta catástrofe es bastante única.
Más allá de lo impactante de cómo se nos muestra el terremoto en si mismo, en general este tipo de películas se enfocan en el impacto inmediato sobre las vidas de los personajes. Este homenaje a las víctimas se destaca dentro del género al mostrarnos como una catástrofe puede afectarnos durante generaciones.
Dante´s Peak (1997)
Otro clásico que cumple con todos los estereotipos que una película de su clase demandaba. Protagonizada por Pierce Brosnan y Linda Hamilton, tenemos a un científico al que su rival trata de desacreditar, una alcaldesa que confía en él y cuya nueva amistad se transforma en amor y malvadas corporaciones a las que enfrentar. Por sobre todas las cosas, es infaltable el pueblo que nos es consciente del peligro que acecha, estando a merced de un volcán a punto de hacer erupción. Las grandes dosis de acción son el principal condimento.
Si bien la historia engancha lo suficiente como para que los efectos visuales no corten con su magia, hablar del el trabajo detrás de cámara merece un párrafo aparte. Quizá hasta un visionado aparte, dedicado a pausar la película para poner atención al cuidado trabajo artesano que demandó hacerla.
Con poco uso del CGI, la gran mayoría de los efectos fueron conseguidos con maquetas. Roger Donaldson, su director, es también geólogo y estaba determinado a mostrar cuales serían los efectos de un evento de estas proporciones de la forma más realista posible. Una tarea que sin lugar a dudas está más que lograda.
The Towering Inferno (1974)
Una torre de cristal que se levanta sobre San Francisco. La noche de inauguración las celebridades festejan en el piso 136 del edificio más alto del mundo. Con la gran cantidad de dinero invertido en este edificio monumental nada puede salir mal, ¿no es así? Como si la ley de Murphy lo hubiera predicho, un fuego en el piso 81 se empieza a propagar rápidamente.
Paul Newman, Faye Dunaway y Steve McQueen protagonizan este drama de acción que está a la altura de lo que el titulo promete: un literal infierno en la torre. Acá ya no hay imágenes computarizadas que valgan. El tamaño de los sets, la cantidad de extras y la destrucción causada por el fuego son completamente reales. El mismo Newman lleva a cabo varias de sus escenas de riesgo, en una propuesta que para la época demandaba una capacidad técnica que continua sorprendiéndonos.
Con música de John Williams como para sumarle la cereza al postre, John Guillermin (King Kong) se toma su tiempo para contarnos varias subtramas en donde héroes de gran corazón se contrastan con el ego y la avaricia. Un clásico atemporal.
The Wave (2015)
También basada en una verdadera tragedia ocurrida en Noruega en 1934, a modo documental se nos explica como el desprendimiento de rocas de las montañas cayó en sus lagos y creo una ola de enormes proporciones. Es una amenaza que al día de hoy continua vigente y que, en caso de que se repitiera, le proporcionaría al pueblo poco más de diez minutos para encontrar refugio.
Kristian (Kristoffer Joner), es un geólogo que junto a su equipo se encargan de monitorear la peligrosa montaña Åkerneset. Sin ningún incidente en años, las primeras señales de un cambio les resultan difíciles de creer y el deseo de no causar pánico en la comunidad es el primer paso a la tragedia. Desesperado por que sus advertencias sean oídas, seguimos a Kristian en una carrera contra el tiempo mientras trata de reencontrarse con su familia y salvarla.
Bølgen, como es su título original, es parte de una trilogía conformada por The Quake (Skjelvet) y The Burning Sea (Nordsjøen). La segunda entrega es una continuación directa en la que no solo nuestros protagonistas lidian con un terremoto, sino que con el trauma psicológico que les dejo la primera experiencia. La tercera es una historia nueva, enfocándose en un accidente en una plataforma petrolífera. Una gran trilogía para disfrutar si estamos de humor para enfrentar a los más terribles desastres naturales en nuestra pantalla.
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