Basada en la trilogía de Jenny Han (autora de To All the Boys I loved Before), esta segunda entrega de la serie original de Primer Video vuelve a Cousins un año después del final de aquel verano en el que todo cambió y del final de la primera temporada, que básicamente nos dejaba con un final feliz que encerraba una caja de Pandora de dramas familiares. Ahora, esa caja está más que abierta y la narrativa se convierte en un ida y vuelta entre pasado y futuro que irá reconstruyendo el tiempo perdido. 

Durante la primera temporada, estrenada para el verano norteamericano de 2022, habíamos seguido las aventuras de Belly Colklin (Lola Tung) una adolescente de 16 años, que pasa con su madre y hermano los meses de vacaciones en la costa de Massachussetts, en la casa de la mejor amiga de su madre, Susannah Fisher (Rachel Blanchard).

En este escenario idílico y bajo la protectora y cariñosa de “las madres”, Belly, su hermano Steven (Sean Kaufman) y los hermanos Fisher han transitado todos los veranos de sus vidas, creando un vínculo casi fraternal.

Sé lo que hicieron el verano pasado

Todo esto cambia en el verano en que Belly tiene 16 años, cuando finalmente se permite explorar el deseo que siente por Conrad (Christopher Briney), el mayor de los Fisher. Lo que ella no se espera es que este es el verano en que Jeremiah Fisher (Gavin Casalegno) ha decidido hacer lo propio con sus sentimientos hacia ella.

Y si bien toda la trama del triángulo amoroso nos sumerge en una fantasía escapista, hay un aura de finalidad que augura una tormenta. Este será un verano que cambiará todo en más de un sentido, ya que Susannah está enferma y, decidida a morir en sus propios términos, sabe que no vivirá para ver otro.

Su muerte va a establecer el tono de esta nueva temporada, que abandona la esencia más inocente de la primera. “It’s not summer without you” es el título del segundo libro de la saga -y también del libro escrito por Laurel (Jackie Chung) la madre de Belly, para procesar la muerte de su mejor amiga- y ese es el tono que se siente en los primeros episodios.

Mientras que la temporada anterior era todo chapuzones en el mar, días junto a la pileta y asados en el jardín, son pocos los momentos al sol en estos episodios. Casi todas las escenas transcurren en interiores o entre flashbacks del invierno y la primavera. Para estos personajes, la magia del verano murió con Susannah.

Y esto se vuelve aún más claro cuando Conrad y Jeremiah descubren que la media hermana de su madre ha decidido vender la casa de Cousins. Decididos a salvarla, los hermanos y Belly necesitarán dejar de lado el tumultuoso último año y aunar fuerzas. Reclutarán también a Steven, Taylor (la mejor amiga de Belly, interpretada por Rain Spencer) y un par de caras conocidas.

No todo es color de rosa

De este modo, los próximos episodios, que irán saliendo semana a semana, prometen más interacciones de este grupo variopinto de personajes un poco rotos, un poco ingenuos, un poco inmaduros, pero sumamente entrañables. Y drama, mucho drama. 

The Summer I Turned Pretty (2022-) toma muchos de los conceptos clásicos del romance adolescente, subvirtiendo algunos de ellos, pero sin ninguna intención de alejarse de un género que ha sabido despertar pasiones.

La elección de darle protagonismo a una familia birracial cuyos problemas y sentires no están solamente conectados con su ascendencia coreana (como incluso llega a ironizar Laurel en la primera temporada), la incorporación de héroes románticos abiertamente bisexuales y el foco en el deseo femenino son algunos de los elementos más interesantes que ofrece la historia.

The story of Us

Belly es una chica inexperta que de repente debe lidiar con dejar de ser tan solo deseante para convertirse en objeto de deseo, y lo hace de manera torpe pero también muy cercana a cientos de chicas de su edad (y más grandes también, para qué negarlo). 

Igual que en la primera temporada, la banda sonora tiene un rol muy importante, no solo como telón de fondo de las escenas que vemos en pantalla, sino también como una herramienta para conectar con la audiencia y transmitir info. Ya desde el trailer, en el que el uso de las canciones “August” y “Back to December” de Taylor Swift nos permitía evocar no solo sentimientos, sino incluso situaciones que, si bien no estaba retratadas, podían ser inferidas para cualquier conocedor del lore de la cantante.

Si bien Swift tiene un espacio preponderante, Olivia Rodrigo, Billie Eilish y otras estrellas pop hacen apariciones permitiendo también marcar un claro perfil. Porque ni la serie ni Belly pretenden ser algo que no son y hay casi una declaración de principios en el hecho de usar temas ampliamente reconocidos y escuchados. Es un poco como si, de la misma forma en que Belly admite participar del baile de debutantes en la primera temporada o se hace amiga de las chicas top del club de campo, la idea estuviera en mostrarnos que ella es una chica común y corriente.

En estos tiempos en los que finalmente las chicas hemos dejado de tratar de “no ser como las otras chicas” para finalmente admitir que somos exactamente como ellas (y a mucha honra), The summer I turned pretty logra retratar la experiencia adolescente entre el despertar sexual y el duelo por la infancia perdida. Los primeros tres episodios de esta nueva entrega nos demuestran que están a la altura, si no es que superan a su antecesora.