Después de una primera mitad de temporada de siete episodios que superaron todas las expectativas y le devolvieron el brillo a la serie emblema de Netflix, este viernes estrenaron los dos últimos episodios de la cuarta temporada de Stranger Things (2016-). Con una duración de casi cuatro horas entre ambos, el lanzamiento mundial se convirtió en un evento que hizo trasnochar a todo el planeta y cerró algunas líneas argumentales apremiantes, pero dejó grandes interrogantes para el final de la serie con su quinta temporada.

Gracias a Netflix tuvimos acceso a una entrevista con Charlie Heaton, quien interpreta a Jonathan Byers desde el comienzo de la serie. El hijo de Joyce y hermano de Will protagonizó la subtrama de California y tomó más relevancia en estos últimos dos episodios, al comprender a su hermano menor como nadie y regresar a Hawkins al final de la temporada, donde se reencontró con su novia Nancy.

¿Cómo fue volver después de un receso tan largo para filmar la temporada 4? 

Charlie Heaton Fue el receso más largo del mundo. Cada año estamos ansiosos por volver. Pero este año lo sentimos todavía más, porque fue el período más largo que tuvimos entre temporadas. El regreso fue genial. Primero hicimos una lectura de guion. Todos los años nos preguntamos: «¿Cómo van a superar la temporada anterior?». Pero el alcance de esta temporada no tiene límites. Estoy muy feliz por el reencuentro. 

Contanos sobre tus primeras conversaciones con los hermanos Duffer tras el regreso. ¿Qué te dijeron sobre el camino de Jonathan para esta temporada? 

CH: Recuerdo que les envié un mensaje desde Nueva York, entre temporadas. Siempre queremos averiguar algún detalle sobre lo que va a pasar en la serie. No sabía qué pasaría, pero sabía que Jonathan tendría un nuevo amigo. Tampoco sabía que habría una faceta cómica hasta que leí los guiones. Fue muy divertido mostrar ese lado más desenvuelto de Jonathan. Desde la temporada 1, Jonathan siempre ha sido una especie de forastero. Es un chico misterioso, introvertido y tranquilo que se conoce muy bien a sí mismo, pero es bastante rígido. Esta temporada fue muy divertida porque pude soltarme con el personaje, al menos al principio. 

Hablemos un poco de la amistad entre Jonathan y Argyle (Eduardo Franco). Desde el punto de vista de tu personaje, parece que es la primera vez que tiene un amigo de verdad. 

CH: Sin dudas añade una dinámica diferente a mi personaje. Al comienzo de la temporada, vemos que a Jonathan le cuesta mantener la relación a distancia con Nancy y no sabe qué va a pasar. Para él, es un sacrificio irse con su familia, pero decide hacerlo porque sabe que es lo correcto. Siempre es leal a su familia. Y ahora intenta dilucidar qué pasará en el futuro, en especial con su relación con Nancy. En Argyle encontró un amigo en quien puede confiar muchísimo. Y también lo ayuda a relajarse. Vemos facetas muy distintas de Jonathan, que está creciendo. No hay dudas de que al principio está un poco perdido. Pero su amigo lo ayuda a encontrarse. Además, Eduardo, que interpreta a Argyle, es divertidísimo. Aporta una dinámica muy fresca a la serie. Jonathan y Argyle tienen una amistad muy divertida y enérgica que me permite hacer un poco más de comedia, algo que todavía no había podido hacer como Jonathan. Es una historia muy ochentera, al estilo de las películas de la época.

¿Tuviste que esforzarte más para meterte en esta nueva versión de Jonathan? 

CH: Al principio, un poco. Sentí que sabía muy bien quién era Jonathan, así que no estaba seguro de interpretarlo de una manera diferente. Pero Eduardo es increíble, le aporta mucho de sí mismo a su personaje. Así que pude inspirarme en lo que él hacía. Tengo que darle muchísimo crédito. Pero siempre es genial descubrir nuevos aspectos de tu personaje y ver de qué es capaz. A medida que avanza la temporada, las responsabilidades de Jonathan vuelven a aparecer, y puedo interpretar su lado más conocido. Pero, al comienzo, fue renovador poder explorar ese aspecto adolescente, alegre y torpe. 

Contanos sobre la mudanza de los Byers a California y la expansión de la historia más allá de Hawkins. 

CH: Esta temporada sí que nos expandimos, estamos por todos lados. El equipo filmó en Lituania para la parte de Rusia, estuvimos en Nuevo México para California, y también está la historia de Hawkins que continúa. Fue genial salir de Hawkins y ampliar los horizontes. Parece que hubiera tres o cuatro series en una. Es un enfoque muy inteligente. Los hermanos Duffer son fantásticos como escritores y narradores. Usan diferentes locaciones para evocar distintos temas y tonos. En Hawkins, sientes que estás en Pesadilla en la calle Elm. Es muy aterrador. California tiene esa vibra de serie policial con los detectives, pero también pudimos darle el toque de Dazzled and Confused.

Hay muchos subgéneros que conviven en el universo de Stranger Things. Al dividirnos a todos, podemos ver cómo se agrupan distintos personajes, algo que a los hermanos Duffer les encanta. Eso siempre le da a cada grupo su energía única. En el caso de Jonathan, al comienzo de la temporada lo vemos empezar la escuela con su nuevo amigo, Argyle, y vemos que está preocupado por su relación con Nancy. Llega el receso de primavera, Mike viene a ver a Once, y creo que Jonathan también quiere que Nancy vaya a visitarlo, pero está ocupada con una tarea de la escuela. Se siente muy inseguro sobre la relación y no para de hablar del tema con Argyle, que probablemente no sea el consejero más indicado porque siempre le dice «Amigo, relájate. No pasa nada». Pero hablar con Argyle ayuda a Jonathan a soltar el estrés. 

¿Eduardo tuvo que aprender a manejar la camioneta de pizza? ¿Qué se sintió estar ahí como pasajero? 

CH: Estuvo bien. Me sentí mal por él porque nunca había conducido con caja manual. Es una camioneta vieja y es difícil de manejar. Pude ir al volante un poco, y era como conducir un autobús. Pero él le agarró la mano muy bien. También tuvo un doble de riesgo con quien filmé una escena y fue aterrador. Pusieron el motor de un Ford V8 en una camioneta de pizza, así que iba mucho más rápido de lo que te imaginas. 

¿Podés contarnos sobre el alcance y la escala de los sets y el diseño de producción de esta temporada? 

CH: Siempre me impresionó el diseño de los sets, pero esta temporada se lleva todos los premios. Me fascina ver cómo las ideas de los Duffer se hacen realidad a través de todo el equipo y el elenco que trabajan sin parar. Creo que no volveré a ver sets tan grandes en toda mi carrera. Son increíbles. 

¿Y cómo fue la energía en el set con tus compañeros entre toma y toma?

CH: Fue divertido. Y es más que especial cuando hay nuevas incorporaciones al elenco. Esta temporada, Eduardo se integró al set a la perfección. Parecía que había estado en la serie desde siempre. Nos volvimos muy unidos. Crecimos juntos los últimos seis años, así que cada temporada es como volver a la escuela. Te despides para las vacaciones de verano y regresas totalmente cambiado. Es un verdadero privilegio poder volver cada temporada y hacer esta serie. No es común tener una experiencia así, a la que sigues volviendo y con el mismo entusiasmo. Es especial para todos los que formamos parte. También es agotador; los días son largos y se trabaja muchísimo, pero lo más importante es que somos como una familia. Es muy especial. 

¿Qué te parecen la lealtad y el entusiasmo de los fans de Stranger Things? 

CH: Tenemos fans en cada rincón del mundo. El amor de la gente por la serie es increíble. Gente de todas las edades. Y eso habla del talento de los Duffer. Cuando crearon la serie, querían que fuera tanto para niños como para adultos. En esa época creo que no existía una serie así. Ellos la hicieron, y fue espectacular. Tan espectacular como la lealtad de los fans. Es maravilloso cómo las personas se conectan con la serie. 

La serie se destacada por su gran equilibrio entre acción, humor, terror y drama ¿Cómo es trabajar dentro de todos esos registros?

CH: Creo que ese equilibrio es una de las razones por la que esta temporada es tan exitosa. Obtienes todos esos ingredientes en una sola serie. Eso se debe al don narrativo de los hermanos Duffer. Pueden pintar la historia más oscura y tenebrosa, pero a la vez darle tonos de humor, amistad y conexión. Creo que son narradores legendarios. Crean personajes tan ricos que las personas se conectan con ellos desde el comienzo; los lanzan a situaciones de lo más descabelladas, pero los mantienen anclados a la realidad. Y trabajan más que nadie. Hace diez años que trabajan en la serie sin descanso. Los demás tenemos vacaciones, pero ellos escriben, filman y editan una y otra vez, desde hace muchos años. La serie significa todo para ellos. Es maravilloso. Todo el crédito va para ellos. Somos un equipo inmenso que lo da todo, pero es su creación. 

Basándote en el final de esta temporada, ¿qué es lo que más te entusiasma del futuro? 

CH: No dejo de preguntarles a los hermanos Duffer sobre lo que vendrá. Esta temporada es la que deja más historias sin resolver. Eso es muy emocionante. En el final de cada temporada, somos nosotros quienes tenemos que salir a solucionar las cosas, así que siento que eso va a seguir pasando.