En pocas semanas se estrena una nueva película dirigida (y esta vez también co-escrita) por Steven Spielberg, y eso solo ya es digno de celebración. The Fabelmans (2022) viene a formar parte de la nueva ola de memorias autobiográficas cinematográficas que varios prestigiosos directores han estrenado durante los últimos años: Roma (2018) de Alfonso Cuarón, Belfast (2021) de Kenneth Branagh y pronto también llegan la de James Gray (Armageddon Time) y la de Sam Mendes (Empire of Light).
Esto dijo Spielberg en la premiere que se realizó en el marco del Festival Internacional de Cine de Toronto y donde la cinta se llevó el “People’s Choice Award”, el premio mayor que otorga este festival. The Fabelmans está dedicada a la memoria de sus padres, que fallecieron en el transcurso de los últimos seis años (su madre Leah Adler en 2017 y su padre, Arnold Spielberg, en 2020 a sus 103 años).
Sin embargo, Steven Spielberg está muy lejos de ser un libro cerrado. Prácticamente en toda su filmografía podemos identificar sus heridas, sus preocupaciones, su forma de ver la familia, la infancia, y también su fuerte identidad judía y norteamericana (incluyendo algunas inquietudes que esto le produce y que están presentes en sus últimos trabajos).
“UNA PELÍCULA ME CAMBIÓ LA VIDA”
Steven Spielberg nació en Cincinnati, Ohio el 18 de diciembre de 1946, pero su primera infancia la pasó en un suburbio de Phoenix, Arizona, adonde se mudó junto a sus padres y sus tres hermanas. Su madre era pianista y su padre ingeniero eléctrico, trabajaba largas horas y estaba mucho tiempo fuera de casa. Arnold participó en la Segunda Guerra Mundial desarrollando dispositivos de comunicación y antenas de aeronaves. La guerra era un tema de conversación frecuente entre ellos y formó parte de su crianza, tanto fue así que una de sus primeras películas amateurs filmada con sus amigos en una cámara Super 8 fue -justamente- una película sobre la Segunda Guerra Mundial, Escape to Nowhere (1959) a sus cortos 13 años.
El cine formó parte de su vida desde temprana edad. La salida habitual de los fines de semana en Phoenix con su familia era ir a ver una película. Pero el director asegura que fue en 1962, a sus 16 años, cuando una película le cambió la vida. Después de ver Lawrence of Arabia de David Lean (que aún menciona como su película favorita y la ve regularmente) supo que no había vuelta atrás, su destino era hacer cine.
Fue también por esta época donde sucedió lo que lo marcaría para toda la vida, tanto personalmente como en su obra: el divorcio de sus padres. Steven recuerda especialmente una discusión en la cocina de su casa en la que su padre terminó llorando, y era la primera vez que lo veía llorar. Su reacción fue gritarle “llorón” varias veces hasta que su madre lo mandó a su habitación. Esta situación está plasmada, casi tal cual, en Close Encounters of the Third Kind (1977), una de sus películas más personales. Después de romper récords de taquilla con Jaws (1975) y haber inventado el blockbuster según aseguran algunos expertos, se le abrieron las puertas de Hollywood y tuvo la posibilidad de elegir qué películas hacer y obtener el beneficio del “corte final” (algo que pocos directores logran).
Catarsis cinematográfica
Encuentros cercanos del tercer tipo fue una de las pocas veces en las que escribió el guion, además de dirigir, y asegura que volcó mucho de sí mismo en el protagonista Roy Neary (Richard Dreyfuss), un hombre con una obsesión en busca de una catarsis para canalizar su imaginación. Además de ser una película de extraterrestres, la disolución de la familia es un tema central en la historia. No es algo menor que, sobre el final, durante el encuentro con los alienígenas, sea tan importante la comunicación. Y que ésta se dé a través de sonidos (notas musicales) y luces, ambos elementos esenciales del cine. Hay un fragmento muy simpático de la entrevista que le hace James Lipton para “Inside the Actors Studio”, donde parece revelarle una verdad a Steven de algo que hizo inconscientemente: la comunicación se da a través de música generada en computadoras. Las profesiones de sus padres, combinadas.
Probablemente, la película donde más volcó sus traumas con el divorcio de sus padres fue en E.T: The Extra-Terrestrial (1982). Elliot está profundamente herido por la ausencia de su papá, y tiene un vacío en el corazón tan grande que solo puede ser llenado con algo tan extraordinario como E.T. Una película preciosa y un clásico indiscutido donde Spielberg pone muchísimo de su historia, creciendo en los suburbios en una familia que se disuelve.
Cuando sus padres se divorciaron, Steven se distanció de su padre por más de una década, ya que siempre lo culpó por haberlos abandonado. Tanto Arnold como Leah le habían ocultado a sus hijos la verdad de lo que había sucedido: fue Leah quien pidió el divorcio por haberse enamorado del que terminaría siendo su segundo esposo, un íntimo amigo de Arnold que frecuentaba la casa de los Spielberg y a quien ellos conocían muy bien. Una situación bastante complicada que Spielberg reflejó en Catch Me If You Can (2002). La separación de los padres de Frank (Leonardo DiCaprio) sucede en circunstancias muy similares, y el arco del solitario personaje protagonista consiste en volver a reconectarse con su padre, o con alguna figura paterna.
Con los años, Steven y sus hermanas supieron la verdad y la relación entre ambos sanó. Spielberg hizo Saving Private Ryan (1998) para su padre, en homenaje a tantas historias sobre la Segunda Guerra que le había contado y que ya a sus 13 años tanto lo habían impactado.
HONRANDO SUS RAÍCES
El judaísmo es una gran parte de su identidad. Su familia era judía ortodoxa y durante su adolescencia sufrió discriminación por parte de otros jóvenes, tanto que llegó a negar sus raíces. Con el tiempo, se sintió avergonzado por esto y hacer Schindler’s List (1993) fue una forma de homenajear su historia. Spielberg asegura que fue uno de los proyectos más desafiantes de su carrera, pero que sin dudas rindió frutos. Es una de las mejores películas de la historia del cine, con la que logró su primer Oscar a Mejor Dirección y también el reconocimiento de algunos críticos escépticos, que consideraban que Spielberg solo podía hacer “cine popular”. Como si eso en sí fuera algo malo. Pero sabemos que la crítica especializada muchas veces se equivoca.
El patriotismo y la idiosincrasia norteamericana es también algo que está muy presente en la filmografía de este gran director. Es en sus películas post 9/11 donde esta temática y sus derivadas preocupaciones quedan más a la vista. Películas como Minority Report (2002) o Munich (2005) tratan sobre la moral detrás de la vigilancia, la seguridad, y las políticas antiterroristas. War of the Worlds (2005) es, al mismo tiempo, una historia de reconexión entre un padre ausente con sus hijos, pero también una película sobre invasión alienígena y las consecuencias sociales de una guerra.
En su más reciente trabajo, una nueva adaptación de West Side Story (2021), toca temas como la gentrificación, el racismo y la marginalización de sectores minoritarios en las grandes ciudades de Estados Unidos.
Steven Spielberg es uno de los cineastas más talentosos e importantes de la historia del cine, que entendió desde muy temprana edad que la fórmula para contar una historia memorable es combinar tu talento para el lenguaje cinematográfico con parte de tu historia. The Fabelmans técnicamente es su primera película autobiográfica, pero si estuviste prestando atención todos estos años, te habrás dado cuenta que su corazón y su historia estuvo ahí siempre para nosotros.
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