El catálogo de Apple TV+ es cada vez más diverso y además tiene un piso de calidad cada vez más alto. La nueva joya de la manzanita es Shrinking (2023- ), una serie sobre un terapeuta que está buscando la forma de sobrellevar la muerte de su esposa y que termina tomando caminos no habituales en los tratamientos de sus pacientes.
Pero luego está premisa se abandona en pos de convertirse en una comedia/drama sobre las relaciones humanas en un contexto de trabajo y en las distintas formas en las que nos enfrentamos al duelo de las pérdidas de la vida.
Más allá de Ted Lasso
Los creadores de Shrinking son los mismos que los de Ted Lasso (2020-) y se nota. Bill Lawrence junto a Brett Goldstein (si, Roy Kent) suman a Jason Segel para hacer otro combo ganador. Las dos series tocan las mismas notas de comedia amable pero filosa en su trasfondo, sin descuidar la inteligencia para repensar todo lo que damos por sentado.
Pero aquí hay una evolución en la fórmula, ya que parecen haber aprendido los trucos para hacer comedia y reflexión en el mismo paquete, y los aplican de forma más precisa a lo largo de los diez episodios de la primera temporada.
Analízate
La serie trata sobre un terapeuta (Segel) que sufrió la pérdida de su esposa hace unos meses y no logra recuperarse. Tiene una hija adolescente de la cual se ha distanciado porque el dolor no lo deja pensar. Además, en su trabajo, empieza a mirar a sus pacientes de forma distante.
Hasta que un día decide dar consejos que no son los habituales. Por ejemplo, a una mujer que es constantemente insultada por su pareja, le aconseja que lo deje y que haga una nueva vida lejos. A otro paciente con problemas de ira -tras su vuelta de una de las tantas guerras que Estados Unidos tiene- le aconseja que no se guarde nada y, claro, todo sale mal.
Al alejarse de la ética de su trabajo todo empieza a salir mal, pero -como esto es ficción- todo se termina acomodando al final.
Pero esta premisa va quedando atrás para dar más lugar a los colegas del personaje de Jason Segel, nada menos que Jessica Williams y Harrison Ford, en el que quizás sea su mejor rol en décadas.
Han Solo MVP
Ver a Ford haciendo básicamente de él mismo, una persona hosca y dura, pero que detrás esconde un corazón enorme, es el mayor deleite de la serie y LA razón para verla. Hay un episodio en particular que le debería dar varios premios, no lo vimos nunca en televisión actuando así. No les vamos a decir cuál para que miren la serie.
Además se suman los vecinos con sus propios problemas, Christa Miller y Ted McGinley, dos veteranos de la industria que cumplen. Y nos queda por nombrar a la hija interpretada por Lukita Maxwell, una pequeña revelación, que está muy a la altura del desafío.
Lo mejor de Shrinking es cómo mezcla drama y comedia para dejarte con una sonrisa ante cada problema que plantean los guionistas, desde olvidar la voz de alguien que amaste y murió, hasta volver a creer en el amor después de perder al que pensabas que era tu pareja para toda la vida.
O como lo hace el personaje de Harrison Ford, tratar de volver a acercarte a una familia a la cual alejaste por tus propios errores. Pero sin nunca olvidar que una sonrisa y una carcajada pueden hacer que el dolor pase más rápido.
Shrinking es otra joyita cuasi oculta de Apple TV+ y ya tiene una segunda temporada confirmada. Si quieren sentirse reconfortados mientras se ríen, es una serie para ustedes. Y si la respuesta es no, mírenla por Harrison Ford. Satisfacción garantizada.
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