Lo que a fines del año pasado era incertidumbre tornó finalmente en sorpresa y el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata tendrá su edición 2024, aunque con cambios, nuevas autoridades y una programación que buscará estar a la altura histórica del certamen, en un tiempo donde el patrimonio argentino, y especialmente el cultural, está siendo puesto patas para arriba.

Precios de las entradas considerablemente más altos (pasaron de 400 pesos a 4.000), autoridades que dicen no haber pisado nunca el festival y un clima enrarecido después del ataque al que se sometió al INCAA durante todo el año serán el telón de fondo de la primera convocatoria marplatense bajo la gestión libertaria.

Así y todo, la programación se las arregló para mantener el interés del público cinéfilo al caballo de proezas como Megalopolis, de Francis Ford Coppola; Emilia Pérez, una de las grandes ganadora de Cannes; Cónclave, de Edward Berger, la película sobre intrigas palaciegas en el Vaticano con Ralph Fiennes, y A Different Man, el drama psicológico de Aaron Schimberg con Sebastian Stan y Adam Pearson, por mencionar algunas.

Además se anunció la visita del director Jason Reitman, quien presentará su comedia Saturday Night, una retrospectiva ficcionalizada sobre el surgimiento de ese mítico show televisivo en los ’70.

Una nueva era problemática

La edición 39° del Mar del Plata Film Festival tendrá lugar desde el 21 de noviembre al 1 de diciembre de la mano de los directores artísticos Gabriel Lerman y Jorge Stamadianos, las nuevas autoridades designadas por el gobierno de La Libertad Avanza. 

Lerman, que vive en Los Ángeles, es periodista e integra el jurado de los Globos de Oro, el premio que la prensa extranjera otorga en Hollywood. Stamadianos es director de cine y se desempeñó como vicepresidente del departamento de ficción de Fox Latin American Channels. En la presentación del festival que se hizo esta semana en el cine Gaumont, el primero de ellos contó que, como periodista, nunca pisó el certamen.

En afecto, apenas iniciada la gestión libertaria, con el recorte al INCAA, el cierre del Ministerio de Cultura y la poda sobre diversos programas y festivales producto del ajuste, una sombra de duda había caído en torno a esta cita que todos los años reúne a la comunidad artística local e internacional y que brinda al público la posibilidad de acceder a producciones que están fuera del circuito comercial.

El propio intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, del PRO, había dicho que quería un cambio de paradigma y que el Mar del Plata Film Festival pasara a ser, por ejemplo, el “Festival Star+”, abriendo la puerta a las plataformas de streaming como principales sponsors de un certamen que siempre fue un faro de vanguardia, financiado por el Estado argentino y uno de los más importantes del mundo.

Las renuncias a la dirección de Fernando Juan Lima y Pablo Conde (dos de las caras más queridas del festival) producto del cambio de gestión hundieron aún más en la pesadumbre al público y al ambiente artístico, que esperaba que, a pesar de todo, el encuentro no perdiera su espíritu libre y de vanguardia.

Con relativamente poco tiempo en sus cargos –Lima era presidente desde 2020 y Conde había sido designado director artístico en 2022, aunque llevaba años como programador–, ambos se habían hecho querer por la comunidad cinéfila que cada fin de año poblaba las salas del circuito marplatense. Hoy el clima es otro.

la programación oficial

Entre las principales apuestas del festival, que mantendrá sus competencias, secciones y premios tradicionales, se destacan las siguientes:

Megalópolis (Estados Unidos)

El sueño de Francis Ford Coppola sobre la construcción de una nueva ciudad en un mundo devastado. La película, una epopeya que fue presentada en Cannes, responde a la intención del director de El Padrino de discutir sobre el futuro de la sociedad y las próximas generaciones, con innovaciones técnicas que trascienden incluso el uso de la pantalla. Actuán Adam Driver, Aubrey Plaza, Giancarlo Esposito y Jon Voight, entre otros integrantes de un elenco multiestelar.  Se proyectará para mil personas en el icónico Auditorium y tendrá otras dos funciones.

Emilia Pérez (Francia)

Será la película de apertura. Esta comedia musical de Jacques Audiard sigue a Rita, una abogada de un gran bufete que un día recibe una oferta inesperada: ayudar al jefe de un cartel a retirarse de ese negocio y fugarse con una nueva identidad. Actuán Karla Sofía Gascón, Selena Gomez, Zoe Saldaña y Édgar Ramírez. El film representa a Francia en los Oscar y ganó el Premio del Jurado en el Festival de Cannes.

Sujo (México)

Escrita y dirigida por Astrid Rondero y Fernanda Valadez, es una coproducción entre México, Estados Unidos y Francia. Drama sobre un niño que le da nombre al título y cuyo padre, miembro de un cartel, es asesinado, y su lucha por superar ese legado criminal. Representa a México en los Oscar y ganó el Gran Premio del Jurado de Cine Dramático Mundial en Sundance.

The Seed of the Sacred Fig (Alemania)

Un drama de suspenso político escrito y dirigido por Mohammad Rasoulof sobre un juez de instrucción del Tribunal Revolucionario de Teherán que lidia con la desconfianza y la paranoia, mientras recrudecen las protestas en Irán. Es la representante de Alemania en los Oscar, obtuvo el Premio Especial del jurado en Cannes y tiene su back: antes del estreno, el director fue sentenciado a ocho años de prisión en Irán, pero escapó a Alemania y logró presentarse en la alfombra roja de Cannes.

“Nightbitch” (Estados Unidos)

Una arriesgada comedia oscura de Marielle Heller sobre una mujer atrapada en la monotonía de la vida doméstica mientras cría a su hijo en los suburbios y comienza a sentir que se convierte en un perro. Protagoniza Amy Adams. Puede ser un soplo de aire fresco o un bluf. 

El “Lado B”

Como contrapartida, un sector de la industria organizó una suerte de “lado B” del festival: se llamará “Contracampo” y transcurrirá en la misma ciudad durante la última semana de noviembre. Es un grupo autoconvocado de directores, productores, críticos y trabajadores de la industria que harán su propia muestra dedicada enteramente al cine argentino, entre películas nuevas y clásicos. Tendrá lugar del viernes 22 al martes 26 de noviembre en el Teatro Enrique Carreras de Mar del Plata.

¿Cómo nació esta movida? Lo explicaron los organizadores:

“Contracampo nace del descontento frente a la gestión actual del INCAA y su nueva política que empobrece a nuestro cine por poner en duda su capacidad de competir en un mercado que nunca está quieto y nunca es fijo. Creemos que la formación de espectadores y el cultivo del deseo de las audiencias por ver Cine Nacional también deberían ser una política de Estado y no solo responsabilidad del sector audiovisual”.

El festival alternativo fue definido como una “acción política que nace porque la libertad de expresión, la radicalidad estética y el federalismo cinematográfico están bajo amenaza”. La muestra, dedicada enteramente al cine argentino, “construye un panorama heterogéneo del cine nacional que las políticas públicas deberían promover”. Toda una toma de posición en el año más loco del mundo.