Conocido por su exitoso papel en SCTV (1976-1984) junto a Catherine O’Hara, por su rol de líder junto a Christopher Guest en el grupo de mockumentaries Waiting for Guffman (1996), Best in Show (2000), A Mighty Wind (2003) y For Your Consideration (2006) y por supuesto por ser el genial padre de American Pie para toda una generación entera, Eugene Levy vuelve a la pantalla chica después de su mega éxito Schitt’s Creek (2015-2020), la serie con la cual ganó 9 premios Emmy y que protagoniza junto a su hijo Dan Levy y su amada O’Hara.
En una reciente entrevista con The New Yorker, Eugene confesó que nunca lo atrajo conocer el mundo, sobre todo porque no le gusta salir de su “zona de comfort”. A los 76 años sostiene que el mejor lugar donde estar es “donde estás cómodo y seguro”.
Un viajero reacio
En 2019 le ofrecieron un programa de viajes y dijo que no: no es fan del frío, no es fan de calor, ni del agua y “puede ver animales en la TV sin ir a un Safari”. También podemos sumarle que realmente le disgusta el sushi y teme que la humedad le arruine su icónico peinado. Sin embargo, cuando llegó la propuesta de Apple de producir y protagonizar The Reluctant Traveler (2023-) decidió probar cosas nuevas y animarse a dar el salto.
Claramente, con esta información está más que claro que lo veremos en el frío, en el calor, en el agua, en uno de los lugares más húmedos del mundo y rodeado de mucho pescado crudo. En esta super producción de Apple TV+, Eugene Levy viaja por Finlandia, Costa Rica, Venecia, Utah, Maldivas, Sudáfrica, Lisboa y Tokio.
En primera persona
Levy cuenta que, obviamente, hacer un documental es muy difícil ya que no es un personaje sino él mismo. Pero, a medida que pasaba el tiempo, se sentía más y más cercano al lugar y a los locales que los recibieron con los brazos abiertos. Al sentirse más cómodo, logró conocer más profundamente y perderle el miedo a ciertas actividades y cosas (¡no te vamos a dar spoilers!) que jamás hubiera hecho antes.
Lo más atractivo de la serie -además de los espectaculares paisajes- es como siempre la hermosa energía de Eugene. Sus amigos y colegas lo llaman “Pequeño Buddah” o “San Eugenio”, describiéndolo constantemente como la persona más tranquila y dulce que van a encontrar. Vive en el momento, no se involucra en chismes, se ocupa de que en su trabajo salga todo bien, y se divierte.
Cuando le ofrecen comer reno, simplemente dice “Para serte sincero, no quiero comerme a un reno”, y es ese el humor deadpan lo que te compra desde el minuto uno. En en segmento de Japón -ya sabemos que a Eugene no le gusta el Sushi- come un trocito de pezcado crudo con la cara de un niño que no quiere sus vegetales.
Los momentos en los que conecta con el pueblo local son los más tiernos, por supuesto. En Finlandia va a pescar con un señor y su hijito de 6 años. Durante la mayor parte del día, Levy no logra capturar nada mientras que el nene no para de pescar, creando una escena muy cómica entre los tres.
Como mencionamos antes, a medida que la serie avanza el mismo protagonista dice “esto no está tan mal” y se va amigando con el concepto de viajero, aunque nunca deja de hacerse la gran pregunta: “¿Por qué?”. Especialmente tal vez la parte en la que tiene que meter su brazo en el recto de un elefante en Sudáfrica, pero esa es una historia que tienen que ver por ustedes mismos.
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