“Hace tiempo que no tenía tanta emoción por ver una de Marvel” es el comentario que más se repite entre fans y ajenos. Con una Fase 4 que dejó mucho que desear y una Fase 5 lamentable, el recorrido de Marvel Studios después de la pandemia -tanto en cine como en streaming- viene siendo cuando menos accidentado.
Es más, el propio estudio debió reformular en el medio el arco entero de su nueva gran apuesta, las dos películas de Avengers que llegan en 2026 y 2027. Sin rumbo ni villano, tras el despido de Jonatan Majors como Kang, Marvel tuvo que recurrir a sus mejores herramientas para volver a diseñar todo desde cero.

Así fue como volvieron a entrar en escena Robert Downey Jr. (esta vez no en el rol heroico de Tony Stark/IronMan, sino como el supervillano Victor Von Doom) y los hermano Russo, directores de las dos mejores películas de Capitán América y de las dos Avengers que cerraron la Saga del Infinito con la derrota de Thanos.
Un nuevo comienzo
Todo esto sería historia antigua, si no fuera porque Marvel se dio cuenta de que sus mejores personajes ya estaban creados. No hacía falta seguir recurriendo a nuevos universos para encontrar a los protagonistas de su próxima gran película coral, sino a las películas y series que ya habían dejado varios cabos sueltos para retomar a futuro. Así nacieron los Thunderbolts*.
Este grupo de anti-héroes y cuasi villanos es mucho más de lo que parece a primera vista. Y es exactamente lo que el mundo necesita ahora: una banda de inadaptados que deben aprender a convivir y ayudarse mutuamente si quieren sobrevivir. Ya no hay superpoderes alienígenes ni rayitos brillantes, sino mercenarios descartados por los mismos gobiernos y corporaciones que alguna vez los pusieron a cargo para hacer su trabajo sucio.

Como todo título del Universo Cinematográfico de Marvel, Thunderbolts* (2025) se puede ver sin saber nada antes. Pero se enriquece muchísimo si conocemos la historia detrás de sus protagonistas y cómo llegaron al punto en que los encontramos al comienzo de esta película. Especialmente, una bastante introspectiva, que explora en la psiquis de estos personajes rotos y descartados.
Esto es todo lo que tenés que ver si querés conocer mejor a los Thunderbolts* antes de ir al cine:
Black Widow (2020)
La película de la Viuda Negra es una joyita del MCU ninguneada por salir tarde y cuando su protagonista ya había muerto en los eventos de Avengers: Endgame (2019). Más que eso, fue la primera película de Marvel después de la épica conclusión de la Saga del Infinito y la primera en plena pandemia, postergada una y otra vez por el cierre de los cines en todo el mundo a raíz del COVID-19.

También, la que más sufrió en lo visual por tener efectos digitales terminados en condiciones mucho menos que ideales, lejos de las oficinas y la superproducción de otras películas de Marvel. Sin embargo, y a pesar de su desprolijo tercer acto, es una película de espías hecha y derecha, al mejor estilo clásico. Y un drama de personajes con una visión muy intimista, mérito de su directora Cate Shortland.
Esta es la película que cuenta la historia familiar de Natasha Romanoff (Scarlett Johanssen), una de las seis Avengers originales que nunca tuvo su propia saga. En esta precuela, ubicada entre los sucesos de Capitán América: Civil War (2016) y Avengers: Infinity War (2018), Natasha se reúne con su familia de origen y su historia cobra todavía más fuerza en retrospectiva. Es ahí donde conocemos a Yelena Belova (Florence Pugh) y Alexei Shostakov aka Red Guardian (David Harbour), su hermana y padre adoptivos.

Yelena es la protagonista absoluta de Thunderbolts* y es por eso que esta película cobra especial relevancia para entender quién es y de dónde viene. El arco de su personaje gira en torno a la pérdida y el duelo por su hermana, la depresión que le sigue a su muerte y todo lo que hace para tratar de llenar ese vacío. También su relación con Red Guardian es fundamental para comprender el vínculo entre ambos y lo que significa el uno para el otro.
También aparece por primera vez Taskmaster (Olga Kurylenko), un personaje que también hace acto de presencia en Thunderbolts* y que tiene una historia de origen muy trágica ligada al pasado de Natasha Romanoff como asesina. “La hija de Dreykov” (Ray Winstone) es mencionada por primera vez en Avengers (2012) por Loki, pero nunca sabemos de quien se trata, solo que es un recuerdo doloroso para Nat. En Black Widow, aprendemos que se llama Antonia y fue una víctima colateral del atentado contra la vida de su padre.

En la escena post-créditos, Yelena se encuentra seis años después en la tumba de Natasha, habiendo podido rehacer su vida gracias al sacrificio de su hermana. Pero sin saber lo que le espera, que la pondrá en un camino de venganza cada vez más lejos de la redención que busca. Valentina Allegra de Fontaine (interpretada por la maravillosa Julia Louis-Dreyfus) se acerca a ella para presentarle a su próximo objetivo: el supuesto responsable de la muerte de su hermana.
Ant-Man and the Wasp (2018)
En la secuela de Ant-Man (2015) aparece por primera vez otra de las “villanas” que se convertirá en miembro involuntario de los Thunderbolts* en esta nueva película de Marvel. Ava Starr (Hannah John-Kamen), más conocida como “Fantasma”, comienza como antagonista de los héroes titulares, pero con el correr de la cinta se revela su trágico pasado, una de las historias de origen más conmovedoras del Universo Cinematográfico de Marvel.

Su padre era uno de los ex socios de Hank Pym (Michael Douglas), quien murió junto con su esposa durante un experimento de partículas cuánticas. Esto causó en la pequeña Ava un estado inestable de su corporalidad, que le provoca un dolor constante y la mantiene al borde de la muerte. Bill Foster (Laurence Fishburne), otro ex compañero y rival de Pym, la mantiene bajo su tutela y les revela esto a los protagonistas.
La única cura posible para Ava proviene de la energía de Janet (Michelle Pfeiffer), quien se encuentra atrapada en el mundo cuántico. Pero creyendo que esto matará a Janet, Pym se niega a ayudarla. Luego de un enfrentamiento con Hope aka The Wasp (Evangeline Lilly) y Scott Lang aka Ant-Man (Paul Rudd), Ava consigue acceder al laboratorio de Pym y comienza a tomar la energía de Janet por la fuerza, pero es detenida. Cuando Hank Pym trae de vuelta a Janet del mundo cuántico, ella le da su energía voluntariamente a Ava para estabilizarla.
Falcon y el Soldado del Invierno (2021)
Esta miniserie de Disney+ presenta a otro de los personajes más importantes para el equipo de Thunderbolts* mientras explora en la psiquis y el arco de redención de otro, fundamental para entender de dónde vienen y hacia dónde van.

John Walker aka U.S. Soldier (Wyatt Russell) es un soldado norteamericano que aspira a convertirse en el próximo Capitán América y obtiene el honor, pero no la gloria. Enfundado con el traje que simboliza la supuesta pureza y superioridad moral de los valores norteamericanos, asesina a sangre fría a un militante del grupo terrorista Flag Smashers, en una misión oficial y frente a los ojos y cámaras de todo el mundo.
La imagen del icónico escudo ensangrentado no es algo de lo que se pueda recuperar nunca. Así es despojado de su rango, que pasa al legítimo heredero elegido por Steve Rogers (Chris Evans), o sea Sam Wilson aka Falcon (Anthony Mackie). Sin embargo, Walker sigue creyendo en su causa y eventualmente es reclutado por Valentina Allegra de Fontaine como un agente secreto del gobierno, exclusivamente a su cargo.

Por otro lado, Bucky Barnes aka Winter Soldier (Sebastian Stan) tiene el tiempo de pantalla que corresponde a un personaje titular, con sesiones de psicoterapia incluidas. Esto hace que podamos conocer a fondo su mundo interno luego de liberarse de la programación que lo llevó a cometer crímenes atroces contra su voluntad, bajo el control de HYDRA y distintos supervillanos que aprovecharon sus habilidades (entre las que se cuentan el suero de supersoldado y un brazo de vibranium).
Capitán América: Brave New World (2025)
Hay muchas inconsistencias en la cuarta película del Capitán América, la primera con Sam Wilson en el manto. Empezando por el hecho de que temática y visualmente, parece más una nueva película de Hulk que una del Capi. Harrison Ford interpreta al presidente de los Estados Unidos, Thaddeus E. “Thunderbolt” Ross (que no tiene nada que ver con estos nuevos Thunderbolts*), luego del fallecimiento de William Hurt en 2022, quien dio vida al personaje en todas las películas anteriores.

Pero quizás la más grande de todas las incoherencias en una trama confusa, sea la de Bucky como congresista de Estados Unidos. El ex-Soldado del Invierno aparece sin más como un representante elegido por el pueblo, a pesar de que sus credenciales y habilidades para el cargo son nulas. Esto queda en evidencia en la nueva película de Marvel, pero no nos adelantemos. Lo importante a saber es que Bucky Barnes tiene este nuevo cargo, que Ross se convierte en Red Hulk y destroza Washington D.C. y que Sam Wilson planea volver a formar los Avengers, bajo su tutela.
Avengers (2012)
Por razones obvias, hay muchos call backs a la primera película de los Avengers, que fue también la primera de un grupo de héroes dentro del Universo Cinematográfico de Marvel. Al igual que en Thunderbolts*, en aquella tuvieron que aprender a trabajar en equipo a pesar de ser un grupo de héroes inmaduros y disfuncionales, que solo se unieron ante la muerte de un compañero (el Agente Coulson, interpretado por Clark Gregg).
Ni Loki (Tom Hiddleston) ni la invasión de los Chitauri habían podido lograr que el equipo convocado por Nick Fury (Samuel L. Jackson) funcionara como tal, más bien todo lo contrario. Las diferentes ideologías, los egos y los secretos entre ellos hicieron que les costara toda la película unirse. Por eso, cuando finalmente sucedió esa sinergía en el puente de la Grand Central Terminal de New York, fue todavía más épico.

Con los Thunderbolts* pasa algo similar, especialmente partiendo de la base de que todos son unos inadaptados sin la más mínima predisposición para el trabajo en equipo. Sin embargo, las circunstancias los obligan y los paralelismos son innegables. Lo cual, hay que admitir, genera una nostalgia inmensa de aquellas épocas de gloria de Marvel. Pero no una nostalgia manufacturada como la de Wolverine y Deadpool (2024), sino de la genuina.
Avengers: Endgame (2019)
Cinco años después de la victoria de Thanos, conocemos a unos Avengers derrotados que casi se dan por vencidos en tratar de encontrar una solución y solo luchan para poder seguir adelante. Como cualquiera que tiene que lidiar con un duelo, básicamente, sin superpoderes ni nada que hacer para evitarlo. Acá la que más nos interesa es Natasha, que no solo llora su derrota, sino la pérdida de la familia con la que se había reencontrado, según supimos después en su propia película.

Su sacrificio cobra mucho más sentido cuando sabemos por qué lo hizo (aunque eso no te justifica de haberla matado, Marvel). Enviada en una misión suicida junto a su compañero de aventuras Hawkeye, Nat decide entregar su vida en Vormir a cambio de la Gema del Alma. Su muerte deja destrozada a Yelena (same, hermana), quien sigue deprimida y sin rumbo después de haberla encontrado, solo para volver a perderla.
Hawkeye (2021)
La miniserie de Clint Barton (Jeremy Renner) en Disney+ nos dio el esperadísimo regreso de Florence Pugh como Yelena Belova. En un episodio dedicado a su personaje, vemos el flashback de su desaparición tras el chasquido de Thanos y su reaparición cinco años después en un lugar totalmente transformado. Es la primera vez que Marvel nos muestra el punto de vista de una de las víctimas del blip en “tiempo real”, aunque ya habíamos visto algo similar en WandaVision (2021) con el personaje de Monica Rambeau (Teyonah Parris).
Al igual que en aquella ocasión, lo primero que hace Yelena es preguntar por su pariente más cercana, en este caso Natasha. Al enterarse de su muerte y posteriormente recibir la información de Valentina en la escena post-créditos de Black Widow, Yelena sale a la caza de Hawkeye. Lo que encuentra es a su aprendiz Kate Bishop (Hailee Steinfeld) y a un Clint Barton tan destruido como ella por la muerte de Nat. Es una gran exploración del duelo y cómo los personajes sin superpoderes deben seguir adelante con sus vidas.
La trilogía original de Capitán América (2011-2016)
La mejor trilogía del Universo Cinematográfico de Marvel, mano a mano con la de Guardianes de la Galaxia (2014-2023). En Capitán América: El primer Avenger (2011) conocemos a Steve Rogers y su historia de origen como voluntario del programa gubernamental del suero de supersoldado. Su amistad con Bucky Barnes es central a la historia, y el trágico final de este prepara el terreno para la que muchos consideran como una de las películas más sólidas de Marvel a la fecha.

En Capitán América y el Soldado del Invierno (2014) vemos el regreso de Bucky transformado en un supersoldado con el cerebro lavado, que sigue sin voluntad propia las órdenes de quien lo active con una clave secreta. Esta película es fundamental para conocer y entender al personaje, con grandes conflictos que luego profundiza en Capitán América: Civil War (2016), completando su arco de redención. Y en la escena post-créditos de Black Panther (2018) vemos cómo consigue su nuevo brazo con tecnología wakandiana.
0 comentarios