Desde su estreno en 2018, YOU se posicionó como una de las series más intrigantes y polémicas de Netflix. Protagonizada por Penn Badgley, la historia sigue a Joe Goldberg, un hombre aparentemente encantador que esconde detrás de su romanticismo una personalidad obsesiva, violenta y peligrosa. A lo largo de cinco temporadas, la serie fue mutando en tono y profundidad, convirtiéndose en una radiografía del narcisismo contemporáneo y de cómo el amor puede ser distorsionado hasta volverse letal.
Temporada 1 – El comienzo del horror romántico
La primera temporada nos presenta a Joe en Nueva York, donde se obsesiona con Guinevere Beck (Elizabeth Lail), una aspirante a escritora. A través de una voz en off hipnótica, conocemos los pensamientos de Joe, que justifican su vigilancia, manipulación y, eventualmente, sus crímenes. YOU nos atrapa desde el principio jugando con el formato del galán romántico, solo que esta vez el galán es un acosador y asesino.

Temporada 2 – Love Quinn y el espejo inesperado
Tras los eventos de la primera temporada, Joe se muda a Los Angeles y conoce a Love Quinn (Victoria Pedretti), quien se le presenta como una nueva oportunidad para redimirse. Pero Love no es lo que parece. Esta temporada introduce un cambio de ritmo: ya no es solo Joe el monstruo de la historia. Love se convierte en su igual —o incluso en su rival—, y la serie empieza a jugar más con la idea de que el amor puede ser tan destructivo como él.
Temporada 3 – La familia perfecta no existe
Joe y Love, ya casados y con un hijo, se instalan en las afueras de un barrio californiano donde intentan construir una vida “normal”. Pero la violencia nunca se queda atrás. La tercera temporada profundiza en la paternidad, el matrimonio, los celos y el control. También muestra con más fuerza la insatisfacción de Joe con su propia vida, como si la domesticidad fuera incompatible con su idea de pasión y deseo.

Temporada 4 – El asesino se esconde en la elite
Ambientada en Londres, esta temporada divide su historia en dos partes. Joe adopta una nueva identidad como profesor universitario y se infiltra en un grupo de jóvenes ricos. El giro: esta vez él no parece ser el asesino, al menos no al principio. La trama se vuelve más detectivesca, casi un whodunnit, con Joe en el rol de víctima y perseguidor a la vez. Es una temporada más reflexiva, que empieza a cuestionar quién es realmente Joe y hasta dónde puede llegar. El mejor plot twist de las 5 temporadas por lejos.
Temporada 5 – La máscara cae (y se enfrenta a la justicia)
La temporada final de YOU regresa a Nueva York, cerrando el círculo donde todo comenzó. Joe ya no intenta esconder lo que es: ahora convive con su identidad más oscura, con una frialdad y cinismo que ya no necesitan justificación. Se desdibuja el límite entre la dualidad que la serie proponía en sus comienzos —el hombre bueno con impulsos oscuros— para dar lugar a un personaje completamente dominado por su narcisismo.

A lo largo de estos episodios, la serie muestra a Joe enfrentando (y muchas veces evitando) las consecuencias de sus actos. Pero esta vez, los fantasmas del pasado —Beck, Love, Marienne— no solo aparecen como recuerdos: son la conciencia que ya no puede esquivar.
La figura de Kate, su nueva pareja y heredera de un imperio mediático, representa un punto de inflexión. Porque aunque por momentos parece que Joe va a salirse con la suya otra vez, sus crímenes se revelan, se exponen, y termina en prisión. No hay redención, pero tampoco hay triunfo. El monstruo queda encerrado, y el silencio de su voz en off al final es quizás lo más perturbador de todo.

Goodbye, You
Como Penn Badgley adelantó en entrevistas recientes, “la idea era mostrar qué pasa cuando la sociedad deja de castigar a los hombres peligrosos y comienza a celebrarlos”. En diálogo con The Guardian, el actor reflexionó sobre cómo encarnar a Joe durante tantos años le hizo cuestionarse su propia relación con la fama:
“Me parecía importante marcar un límite. No podía seguir actuando escenas de sexo sin preguntarme por qué. Tampoco podía seguir interpretando a este personaje sin hacerme cargo de lo que representaba.”
También en una entrevista durante la temporada 4, Badgley dice que Joe “no era más que un espejo distorsionado de nuestra adicción al amor idealizado y al contenido que nos hace sentir moralmente superiores mientras consumimos violencia”. Esa frase resuena con más fuerza que nunca ahora que sabemos cómo termina su historia.

Decir que YOU nos tuvo atrapados durante cinco temporadas no es un crimen. El problema es no hacerse preguntas. Joe Goldberg fue uno de los personajes más carismáticos, complejos y repulsivos de la TV contemporánea. Nos habló con voz suave que enamoraba mientras mataba gente. Nos citó libros, nos cocinó, nos miró con ojos de “yo solo quiero amar bien”. Y nos manipuló tanto como a las mujeres de la serie.
Pero lo supimos desde el principio. Supimos que no era amor lo que ofrecía. Supimos que los gestos románticos también pueden ser violencia. Y sin embargo, seguimos mirando. Porque la serie fue inteligente, incómoda, adictiva. Porque no solo construyó a Joe como figura central, sino que nos mostró cómo su entorno —y nosotros— lo dejamos seguir.

En una época donde el entretenimiento muchas veces romantiza lo imperdonable, YOU intentó decirnos otra cosa. Que el verdadero horror no está solo en el crimen, sino en la capacidad que tenemos de justificarlo. Que la seducción puede ser peligrosa. Y que, por más atrapante que sea, el monstruo tiene que rendir cuentas.
YOU terminó ¿como debía? Más que un final feliz, es un recordatorio de por qué necesitamos seguir haciendo este tipo de preguntas.
Igual sí… lo vamos a extrañar un poquito.
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