Ecos de un Crimen (2022) es el gran estreno argentino de la primera mitad del año y desde esta semana ya podés encontrarlo en todos los cines del país. Los thrillers psicológicos están ganando cada vez más terreno en las plataformas de streaming, y no es casualidad que Warner Bros. haya elegido este género como anzuelo para estrenar la primera película argentina en su plataforma de streaming HBO Max, a la que llegará en los primeros días de Marzo. Cristian Bernard -que en el 2000 destacó con la comedia negra 76 89 03– regresó a la dirección después de varios años, para introducirse por primera vez al género de terror. La virtud con la que crea el entorno de suspenso, la elección de los planos y la construcción de los detalles que van a cobrar significado hacia el final de la historia, son algunos de los puntos más interesantes de esta inusual apuesta nacional.
La cinta sigue a Julián Lemar, interpretado de forma brillante por Diego Peretti, un escritor de best-sellers de suspenso que, luego de un pico de estrés, decide tomarse unos días en una lujosa cabaña en un bosque para poder escribir su próximo éxito. Desde un comienzo, podemos notar que algo no está del todo bien con él, y que se siente bastante alejado de su esposa, interpretada por una sólida Julieta Cardinali, y su hijo recién nacido. Con la llegada de la noche y durante una fuerte tormenta que deja la casa sin luz, una mujer desesperada (Carla Quevedo) aparece en la puerta pidiendo ayuda: su esposo mató a su hijo y ahora la quiere matar a ella. Desde ese momento, Julián comenzará a sentir peligros y amenazas en todo su alrededor e intentará lo posible por descubrir la verdad.
En el marco del estreno en cines, PopCon tuvo la oportunidad de hablar con sus protagonistas, Diego Peretti y Julieta Cardinali, sobre los desafíos de crear personajes tan complejos y oscuros, y la concentración que se necesita para abordar el género de suspenso revelando lo justo y necesario en cada escena. Además nos contaron sobre el hermoso clima que había en el set a pesar de la pandemia, la oscuridad de la trama y las fuertes lluvias. Los dos están encantados de formar parte de un género poco explorado en nuestra industria y fascinados con el guion de Gabriel Korenfeld, que toma muchos elementos ya conocidos y trabajados en algunos de los thrillers más icónicos de grandes como Stephen King y Stanley Kubrick.
El elenco lo completan Carla Quevedo, Diego Cremonesi y Carola Reyna, entre otros, siendo la primera la que más logra destacarse en cada una de las escenas que aparece en pantalla. Además de las excelentes actuaciones y el gran trabajo de Bernard con la cámara, la película tiene una gran banda sonora que crea el entorno perfecto para mantenernos atrapados a la pantalla. Algunos planos son muy gratificantes de ver y la escenografía está muy buen utilizada para abstraernos de la realidad y encerrarnos en esa especie de laberinto que es la mente de Julián.
Si bien se siente muy medida en sus riesgos y desaprovecha la oportunidad de salir del molde tal como lo hizo El Prófugo (2020), otra gran exponente nacional, la brillante actuación de Diego Peretti nos mantiene expectantes hasta el último momento. La película funciona y cumple el objetivo de entretener, volviéndose una experiencia muy disfrutable en la sala de cine. A pesar de caer en lugares comunes del género, es muy satisfactorio apreciar un thriller psicológico hecho completamente en nuestro país y con este nivel de producción.
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