Desde el momento inicial de su quinta y última temporada, The Marvelous Mrs. Maisel (2017-2023) deja en claro que va a seguir un camino muy diferente a las anteriores. Después de tres temporadas iniciales en las que seguimos el ascenso y caída de Midge Maisel (Rachel Brosnahan) en su conversión de ama de casa del Upper West Side a comediante de stand up reconocida, y tras una cuarta temporada bastante decepcionante que la encontró sin rumbo; esta temporada entrelaza la historia de Midge en los años 60 con flashforwards de su vida posterior a través de pequeños episodios de la vida de sus hijos, segmentos de entrevistas y documentales.
Cada capítulo nos va revelando una nueva Midge, una que se regocija en su éxito a pesar de la alienación que le causa su familia; que se entrega con pasión al trabajo y que con los años se ha convertido en una celebridad irreverente que nos recuerda a Joan Rivers, clara inspiración del personaje.
Mientras tanto, en la línea temporal principal en los años 60, Midge consigue un trabajo como la cómica guionista mujer de un reconocido programa de televisión diario. Allí tiene que enfrentarse con los obstáculos a los que ya está acostumbrada: sus colegas hombres no comprenden su sentido del humor, su jefe quiere levantársela, las largas horas en la sala de escritores y los shows nocturnos en bares no son compatibles con su maternidad.
Es particularmente interesante el timing de la serie que largó sus últimos capítulos en el medio de la huelga de escritores de Hollywood. Si bien lo más probable es que no fuese la intención de Amy Sherman Palladino y su esposo Daniel Palladino, guionistas y creadores de la serie, esta temporada nos da un vistazo muy interesante a la importancia de la sala de guionistas aún (o quizás principalmente) en aquellos contenidos que no parecen guionados.
El show de Gordon Ford es un talk show como es hoy el de Jimmy Fallon, en el que un conductor carismático aparece como la persona más elocuente e ingeniosa del mundo. Sin embargo, en la serie queda clara la importancia de los guionistas, encargados de escribir y re escribir todos los días y hasta el momento mismo en que el show sale al aire. La serie no hace ninguna declaración al respecto, pero no deja de ser un lindo gesto que refuerza la importancia de pelear por un gremio totalmente vapuleado hoy en día.
Sin tiempo para el amor
Para los fans del romance, esta temporada nos deja con gusto a poco. Después de que finalmente Midge concretara con el “qué hombre” original, Lenny Bruce (Luke Kirby), el cómico desaparece de escena casi por completo (y, para quienes conozcan el destino del personaje real, no es de sorprender). Joel (Michael Zegen), el ex marido que la dejó dando inicio a su carrera como comediante, sigue dando vueltas y tiene un cierto arco redentor, pero la relación no tiene cambios sustanciales. Como dice Midge en algún momento, la suya siempre será una oportunidad perdida.
Es que esta temporada va a hacer foco en la relación más importante de la vida de Midge: la que tiene con Susie (Alex Borstein), su manager. Susie trabajaba en el Gaslight, el bar en al que Midge llega en medio de una crisis y en el que se sube por primera vez a un escenario. Juntas van a hacerse camino en el mundo del espectáculo, dos mujeres completamente diferentes con poco respeto por las reglas y las convenciones.
En esta temporada, Susie está super establecida en su agencia de talentos, representando cada vez más figuras que van haciéndose camino en el show business, pero queda claro que su verdadera estrella es Midge. El crecimiento de ambas y su conflictiva relación una vez que alcanzan la fama va a ser el hilo conductor de los flash forwards, en los que las vamos a ver alejarse y reencontrarse a lo largo de los años.
El lujo en los detalles
Todos los aspectos técnicos de la serie siguen impecables, con una recreación de la Nueva York de los años 60 subyugante y un vestuario exquisito conformado por miles de vestidos, zapatos y sombreros que despiertan envidia.
Y si bien el peso principal de la temporada recae en Brosnahan y Borstein, los personajes secundarios siguen estando impecables. Entre ellos resaltan, como en las temporadas anteriores, los padres de Midge, Abe (el gigante Tony Shalhoub) y Rose (Marin Hinkle), quienes manejan un timing cómico que no decae en ningún momento, dando vida a esta pareja excéntrica y acomodada que se encuentra con la poco convencional vida de su única hija.
Luego de liderar el catálogo de Prime Video, amontonando premios y nominaciones, The Marvelous Mrs. Maisel (2017-2023) llega a su final bastante tímidamente. Esto en parte se debe a cierta caída en la popularidad (y, digamos todo, la calidad) de la serie en su temporada anterior; pero también a que el calendario de estrenos hizo coincidir su desenlace con el del gran éxito del momento, Succession (2018-2023).
Si bien no es espectacular ni sorpresivo, sí es un final más que satisfactorio para quienes hemos seguido a Midge a través de su gran cantidad de shows y aún mayor cantidad de outfits. Es un final con mucho corazón que le hace justicia a sus personajes y que no tiene miedo de mostrar una mujer que ha logrado sus objetivos a fuerza de obstinación, que ha tenido que pagar el precio por sus sueños, pero que sabe que no habría elegido nada más. Como dice la misma Midge en el finale, ser cobarde solo es tierno en El Mago de Oz.
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