Melién (Gina Mastronicola) es una chica de 15 años que atraviesa su adolescencia sumergida en un mundo fantástico, habitado por monstruos y fantasmas de su propia creación. Alentada por los relatos de Edgar Allan Poe que le regala su abuelo librero, Melién vuelca su desbordante imaginación timburtonesca en un cuaderno de dibujo que la acompaña a todos lados y cuyas hojas también adornan la pared de su cuarto.
Pero esa conexión con su mundo interno la deja afuera del mundo real, alejándose cada vez más de los chicos de su edad y de su propia familia, especialmente su madre, que no encuentra la forma de conectar con su hija y todo lo que está pasando por su cabeza. Mientras tanto, en la escuela, Melién es incapaz de concentrarse y sociabilizar, temiendo más al trabajo grupal de fin de curso que a la mansión embrujada de su barrio.
Mariano Cattaneo escribe y dirige este largometraje para toda la familia, basado en un corto homónimo de su autoría del año 2014. Apasionado por la literatura de género, a lo largo de toda su carrera Cattaneo dirigió terror, con films como Incidente (2010) y Corazón Muerto (2015), y en los últimos años incursionó en el relato animado con la serie web Del amor a la muerte (2018), una adaptación audiovisual de los cuentos más clásicos de Poe.
En La chica más rara del mundo (2021) vuelve a explorar esta fascinación por lo diferente, por aquello que la sociedad a menudo considera inadecuado o inadaptado. Pero desde un lugar de inocencia y descubrimiento, con valores como el trabajo en equipo como principales ejes del relato. En vez de convertir a Melién en una víctima de las circunstancias, como suele suceder en este tipo de historias, su protagonista es una agente de cambio, que -a través de su creatividad- es capaz de transformar también para mejor las vidas de aquellos a su alrededor.
Por supuesto, y como cualquier cambio en la adolescencia, no será sin dolor y confusión, sentimientos que atraviesan a Melién al punto de aislarla de su realidad y de sus pares. Sin embargo, en ese proceso de descubrimiento y aceptación, contará con más ayuda de la que sabe aceptar en un principio. Así, el camino de aprendizaje de nuestra protagonista tendrá su reflejo en otros personajes, que lidian con sus propios miedos e inseguridades. En este sentido, se destaca la interpretación de Ornella D’Elía como la antagonista y un arco de personaje que rompe con ciertas convenciones del género.
Mención especial para los efectos visuales, de una factura técnica impecable, y la música que acompaña cada escena y nos transporta al interior de la historia. La cámara de Cattaneo demuestra una vez más su habilidad y experiencia para filmar lo extraordinario, adaptando su visión a un relato de naturaleza familiar, sin dejar de lado las influencias que lo formaron como cineasta. La chica más rara del mundo ya estrenó en salas seleccionadas del país y, después de su paso por el cine, estará disponible en la plataforma de streaming Disney+.
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