Cínica y marcando la importancia de la poética artística, Almodóvar cuenta una historia que lejos de ser fatalista, deja una sensación de calidez.

Cínica y marcando la importancia de la poética artística, Almodóvar cuenta una historia que lejos de ser fatalista, deja una sensación de calidez.
Después de hacer un repaso por las hechiceras más icónicas que vimos en el cine, te recomendamos varias películas que tenés que ver con tu aquelarre.
Si bien se perdió la frescura, Naomi Scott impresiona en una secuela mucho más gore y enfocada en el drama de una víctima al borde del colapso mental.
Esta fábula moderna sobre la maternidad, la solidaridad y tolerancia revitaliza la animación digital encontrando inspiración en las pinturas clásicas.
Si bien repite la estructura y no sorprende como su predecesora, esta secuela expande en todas las cosas que hicieron lucirse a la película original.
Demi Moore brilla en esta grotesca sátira en donde el cuerpo de las mujeres es presa y mercancía de una sociedad que idolatra a la juventud y belleza.
Reencontrándose con su guionista histórico, el director griego vuelve a una narrativa más abstracta para contar tres historias sobre la soledad.
Recuperando el ingenio y las risas que logró la original, la secuela amplia este maravilloso mundo sin depender de la nostalgia como único sostén.