Donald Glover es un artista multimedia. Con su alter ego Childish Gambino grabó éxitos y fue nominado varias veces a los premios Grammy, fue guionista de 30 Rock (2006-2013), como actor fue parte fundamental de Community (2009-2015) e incluso le dio vida a Lando Calrissian en la injustamente infravalorada Solo (2018). Pero su consagración llega con Atlanta (2016-2022) donde escribe, produce y dirige la mayoría de los episodios y que tiene muchas de las mejores ideas de los últimos años en el -cada día más saturado- mundo de las series.
El punto de partida
En principio Atlanta trata sobre un grupo de amigos afroamericanos de la clase media/baja de Estados Unidos en la actualidad, que están luchando por sobrevivir día a día. Pensemos que la sociedad estadounidense está siempre en conflicto con las minorías que, en este caso, toma Donald Glover como punto de partida. Diferencias que se acentuaron mucho con el homicidio de George Floyd (que se suma a un largo etcétera que excede a esta nota) y que son parte de la historia de los protagonistas, aunque no se las nombren en voz alta. Pero esa tensión en el aire está siempre presente.
Earn, interpretado por Glover, es un intento de productor de rap que está luchando como puede para que su primo Alfred, también conocido como Paper Boi (Brian Tyree Henry), tenga éxito. Viven en un barrio común y pelean todos los días para seguir en pie. A ellos se suma Darius (Lakeith Stanfield) un amigo muy particular que parece vivir en su propio mundo y Van (Zazie Beetz), la ex mujer de Earn, que también es la madre de su hijo y que muchas veces es parte de las historias que va contando la serie.
Esto es solo el comienzo, ya que Atlanta muchas veces huye de las convenciones y sigue a este grupo de amigos y conocidos mientras recorren este mundo lleno de contradicciones, pero también apuesta a historias casi surrealistas, otras de terror y algunas inclasificables donde los protagonistas son meros espectadores e incluso ni siquiera aparecen en algunas de ellas. Este es el fuerte de la serie: Donald Glover puede ir a cualquier lado y casi siempre acierta.
A esto se suma que, a lo largo de las tres temporadas emitidas, vemos cómo el mundo de los protagonistas va cambiando. Porque finalmente Paper Boi tendrá éxito y esto los llevará a lugares nuevos, lo que hace que las oportunidades para reflexionar y criticar a la sociedad se hagan no solo con las clases bajas, sino que se van sumando locuras en todos los estratos sociales. Siempre con una mirada sutil y con una factura técnica impecable.
Los episodios autoconclusivos
Quizás la perla de Atlanta sean los episodios que no forman parte de la narrativa lineal de la historia y que se permiten contar historias cercanas al terror e incluso al surrealismo, siempre reflexionando sobre el estado de su país y de la sociedad de consumo que nos rodea y nos fagocita.
Vamos a dar dos ejemplos. En el sexto episodio de la segunda temporada conocemos a Teddy Perkins. Darius llega a una mansión porque encontró un aviso de un piano gratis. Ahí lo espera este señor, que desde su aspecto nos causa impresión. Es casi un calco del Michael Jackson de los últimos años, incluso le da vida Donald Glover, lo que lo hace más enervante. Teddy tiene una rara enfermedad en la piel y eso hizo que su carrera como músico se quede trunca. Es imposible poner en palabras lo que logra Atlanta en este episodio, una mezcla de terror psicológico con drama surrealista, pero que a su vez discute temas relevantes al día de hoy porque charlan sobre música, sobre la importancia de la familia, sobre las oportunidades perdidas. Todo con el terrorífico Teddy Perkins en primer plano. Una joya.
Y el otro que vamos a comentar es el comienzo de la tercera temporada. En ella vemos a Loquareeous (Christopher Farrar), un niño afroamericano perdido en el sistema legal de Estados Unidos, que se ve obligado a vivir con dos mujeres blancas que tienen una forma de vida naturista estilo hippie. Pero esto es Atlanta y la casa de los sueños está siempre sucia, la comida que le dan está en mal estado o directamente cruda y se ve obligado a hacer cosas horrorosas. No vamos a contar más porque queremos que lo vean, pero podemos decir que está historia está basada en un hecho real y eso la hace incluso más impresionante.
Otro de los aspectos que elevan a Atlanta de la media es que dialoga con otras obras contemporáneas, en particular creemos que con lo que viene haciendo Jordan Peele en sus películas. Hay ecos de Get out (2017) en el nombrado episodio con Teddy Perkins, por poner un ejemplo. Incluir comentarios sociales sutiles y filosos, sin nunca subestimar a los espectadores ni haciendo que todo sea subrayado y superficial, es algo que vienen haciendo varios contemporáneos y celebramos que se conecten de alguna forma.
La cuarta temporada de Atlanta promete cerrar las historias de estos personajes que se metieron de lleno en la discusión sobre el estado del mundo y que trajeron un aire fresco a las comedias (y al drama y al surrealismo y al terror). Pueden ver las cuatro temporadas ya completas en Star+. No se la pierdan.
0 comentarios