En el marco del 38° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, se presentó la ópera prima de Felipe Gálvez, Los Colonos (2023). La película ya viene teniendo un recorrido muy exitoso por festivales internacionales como el de Cannes, en donde ganó el premio otorgado por la crítica internacional en la sección Un certain regard, y también estuvo presente en el Festival de San Sebastián y en el de Varsovia.
En esta ocasión, esta coproducción chilena argentina forma parte de la Competencia Latinoamericana y, en una de sus funciones en el Paseo Aldrey de Mar del Plata, estuvieron presentes su productor y gran parte del equipo argentino. Como es habitual en este tipo de funciones, hubo una breve introducción previa a la proyección y luego se realizó una sesión de preguntas y respuestas entre el público presente y el equipo de producción.
un western subversivo
Ambientada a comienzos del siglo XX en la vasta región de Tierra del Fuego, Los Colonos (2023) se mete de lleno en la narrativa propia de los cowboys y la va deconstruyendo capítulo a capítulo. Comenzamos conociendo un poco a Alexander MacLennan (Mark Stanley), un teniente inglés, junto a Segundo (Camilo Arancibia), un mestizo oriundo de la zona, y Bill (Benjamin Westfall), un tejano full redneck.
Los protagonistas deberán recorrer tierras patagónicas y eliminar a los indios (mal llamados Ona) de los territorios que el gobierno chileno le cedió a su jefe José Menendez (Alfredo Castro) para la explotación ganadera. Bajo esta premisa cruda es que el espectador irá explorando suelo chileno y argentino (aunque originalmente Selk’nam) y será testigo de las atrocidades que se cometieron en terreno patagónico en nombre del “progreso”.
Sin caer en la propaganda fácil que muchas veces tiñe las producciones históricas hollywoodenses, Los Colonos (2023) va mostrando las diferentes piezas que componen el maquiavélico rompecabezas colonial, para que el espectador lo pueda ir armando poco a poco en su cabeza.
Ciertamente, mucho sabemos (o deberíamos saber) los latinoamericanos al respecto de este tema, pero así y todo el relato pone el foco en uno de los tantos exterminios a pueblos originarios que fueron borrados de los libros de historia.
A modo informativo, vale la pena aclarar que hace tan solo un mes (en octubre de 2023), se aprobó en Chile la modificación a una ley que incorpora al pueblo Selk´nam entre las etnias indígenas reconocidas por el Estado chileno.
Una historia semejante podría haber resultado explícita o gráfica bajo otra mirada, pero Gálvez elige mostrar tan solo algunas escenas cruentas. Las necesarias como para entender la completa falta de humanidad de ciertos personajes, evitando así caer en la violencia gratuita.
más que hermandad latinoamericana
Técnicamente hablando, la película es un logro tras otro. La fotografía es exquisita, con unos planos abiertos de la estepa patagónica que enamoran e inquietan por igual. Podemos atribuir estas características tanto a la saturación sutil de algunos colores, como también a la música que, al mejor estilo Ennio Morricone, conforma un personaje más.
¿Lo curioso del caso? La mezcla de sonido y algunos de los diseñadores son oriundos de Taiwán (gracias al apoyo de fondos provenientes de ese país). Y según comentó uno de los productores al final de la función, Duu-Chih Tu, el encargado de le edición sonora, trabajó en más de 400 películas orientales (entre ellas Happy Together de Wong Kar-Wai, que se filmó en Buenos Aires) y este título es su primer trabajo occidental.
¿Camino al Oscar?
Lo más emblemático del film, más allá de sus logros técnicos, es el uso del western norteamericano para contar una historia en donde se van invirtiendo las dinámicas de poder (cowboys versus indios, blancos versus salvajes) y quedan en evidencia los roles que realmente ocupa cada grupo de personajes.
Desde el punto de vista lingüístico, hay elecciones muy interesantes a nivel guion. La película comienza siendo hablada en inglés, lo cual (teniendo en cuenta el tema a tratar) es posible busque generar un poco de rechazo e incomodidad en el espectador. Y a medida que vamos conociendo nuevos personajes y atravesando diversos territorios, otros idiomas y acentos van a ir apareciendo. En las escenas con personajes argentinos, hay también algunos guiños históricos y culturales muy interesantes, seguramente gracias al aporte de Mariano Llinás tanto en guion como actuación.
Los Colonos (2023) tuvo su estreno nacional en el marco del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, pero también se puede ver por MUBI, plataforma que -con motivo del festival- está ofreciendo un mes gratis de suscripción para quienes quieran aprovechar a ver este y otros títulos en competencia.
Si bien no es una película fácil de ver, se proyecta como una de esas obras audiovisuales que se vuelven muy necesarios e importantes en el acervo cultural. Poniéndolo en palabras de uno de sus propios productores:
“Les diría que la disfruten, pero es una película heavy, así que… buen viaje.”
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