Un libro autorreferencial, una protagonista trashumante, y una frase final tan poderosa, tan significativa, con un poder de interpelación inconmensurable: “How wild it was, to let it be” (“qué salvaje era dejarlo ser”). Esas palabras sintetizan un largo camino de aprendizaje que Cheryl Strayed comenzó a sus 28 años, cuando decidió dejar su vida atrás y recorrer el sendero de las Cumbres del Pacífico que abarca toda la costa oeste de los Estados Unidos, desde el desierto Mojave en California y Oregon al estado de Washington.
La muerte de su madre y el espiral autodestructivo en el que estaba sumida la arrojaron a esa experiencia en la que, además de limpiarse a sí misma, debió realizar varios duelos: el de la pérdida de su mamá y el de sí misma como una joven que se movía errante, con un matrimonio resquebrajado y una cotidianidad de excesos en la que no se podía reconocer.
Con esa caminata, nació una nueva Cheryl Strayed y eso misma narra en Wild (2012), la novela autobiográfica que fue adaptada en 2014 por Nick Hornby, con dirección del recordado Jean-Marc Vallée y protagónico de Reese Witherspoon, en unos de sus mejores trabajos.
La palabra como aliada
“Qué salvaje era dejarlo ser” implicaba depurarse, erradicar los traumas, encontrar en la simpleza una forma de superación. Esa caminata ardua que emprendió Strayed es un espejo de la que realiza Clare Pierce (Kathryn Hahn) en Tiny Beautiful Things (2023), la miniserie, ya disponible en Star+, de la prolífica showrunner Liz Tigelaar producida por la compañía de Witherspoon, Hello Sunshine, y por figuras como Laura Dern (quien tuvo un rol clave en Wild), Hahn y la propia Strayed.
La ficción toma el homónimo libro de la autora en el que recopiló las columnas de consejos que había escrito bajo el seudónimo Sugar, y pone en el centro a Clare, una mujer a la que inicialmente vemos en un momento bisagra: trabaja a desgano en un hogar de ancianos, está separada de su marido y tiene una mala relación con su hija.
El salvavidas que recibe de un hombre de su pasado es la posibilidad de escribir esas columnas que concibió Strayed, solo que la mujer se niega a brindar consejos a terceros cuando ella misma no puede tomar las riendas de su existencia. Con cierto escepticismo, empieza a leer las consultas de los lectores y advierte que los interrogantes son afines no solo a muchos de los que ella se hacía a sí misma sino a los de su entorno. Tiny Beautiful Things (2023) muestra, de esa forma, cómo todos estamos unidos por inseguridades, pasiones, miedos, deseos, pérdidas e incertidumbre.
Una madre que habla desde la ausencia
Otro de los puntos de contacto entre la miniserie y el largometraje de Vallée es la importancia que tiene la figura de la madre en la vida de la protagonista. En el caso de Tiny Beautiful Things (2023), se registra con una simpleza apabullante la muerte de Frankie, la cálida mamá de Clare y su hermano Lucas, interpretada por la enorme Merritt Wever. Su fallecimiento altera la dinámica entre ambos, pero también sus respectivas decisiones sobre el futuro.
Lucas pierde el rumbo y desaparece, mientras que Clare abandona sus estudios universitarios y deja de escribir, su vocación desde la adolescencia. La serie va y viene en el tiempo, mostrando por qué esos hermanos eran tan dependientes de su madre, lo que explica muchas elecciones de Clare en su juventud, cuando seguía sin hallarse porque le faltaba su pilar, y cuyo vacío intentaba llenar con noches de sexo insignificantes que no le implicaran un apego (como también veíamos en Wild).
Kathryn Hahn y un talento sin techo
La actuación de Hahn es, como todo lo que aborda, brillante, llena de sutilezas, con la naturalidad propia de una actriz entregada a esa mujer atravesada por sus (bellas) imperfecciones, alguien que va por la vida con una personalidad avasallante y, muchas veces, desconsiderada respecto a las necesidades de quienes la rodean, como su esposo Danny (Quentin Plair) y su hija, Rae (Tanzyn Crawford, un gran descubrimiento de la ficción).
Al igual que Wild (2014), la miniserie retrata, a través de ocho episodios concisos codirigidos por la talentosa Desiree Akhavan (la cineasta detrás de otro relato sobre el estar perdidos, Appropriate Behavior), un viaje al corazón del momento en que todo se detuvo. Sanar no es fácil. Empezar de cero, mucho menos. Tiny Beautiful Things (2023) acompaña a Clare en su exploración de lo salvaje que es dejar que las cosas simplemente sucedan, y en cómo es posible reconstruirse desde el dolor más profundo.
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