Pocas series logran capturar el espíritu de su tiempo como lo hace Only Murders in the Building (2021-) en su primera temporada. Mezclando misterio, comedia y actualidad, una ciudad de Nueva York omnipresente, personajes memorables, mucha meta ficción y una producción imponente con guiones precisos al milímetro; estamos ante una de las series del año.

Only Murders in the Building comienza como la historia de tres desconocidos que se unen para investigar la muerte de Tim Kono, un vecino de su propio edificio; y que en el camino termina siendo una reflexión sobre las diferencias de edad en la amistad, sobre nuestras obsesiones y cómo pueden unirnos para bien, sobre la naturaleza de la ficción y cómo construir un relato que siempre estará incompleto, porque solo los escuchas-televidentes-espectadores completan y cierran la historia.

Todo nace de la mente de Steve Martin (co-creador junto a John Hoffman), quien además es uno de los protagonistas, junto a Martin Short y Selena Gomez. Este trío nos da los mejores momentos pero además harán apariciones figuras de la talla de Tina Fey, Amy Ryan, Sting, Jimmy Fallon y Jane Lynch. Estos actores están acompañados de una producción que no deja nada librado al azar: cada personaje tiene su look, que también nos cuenta parte de su historia, cada secundario tendrá su momento para enriquecer el relato; cada habitación del edificio es parte intrínseca del desarrollo, que tendrá muchas hipótesis y pequeños descubrimientos en una trama que tiene mil giros, pero que siempre logra ser consistente hasta el final.

Los personajes viven en un edificio lleno de gente, pero -como sucede en estos tiempo-, nadie sabe quién es la persona que vive al lado. Son solitarios en un entorno urbano, pero de a poco irán descubriendo que la amistad puede nacer en cualquier lugar y de cualquier forma, incluso mientras investigan un crimen. La serie arranca con un asesinato misterioso en el edificio The Arconia, que es otro protagonista de la historia, con su rica arquitectura y su imponente fachada. Por momentos se vuelve una comedia de enredos con un asesinato de por medio, y en las puertas y habitaciones del hotel transcurren muchos relatos en paralelo.

Steve Martin es Charles Haden-Savage, un actor que tuvo sus quince minutos de fama con una serie policial llamada Brazzos, la cual trata justamente sobre un detective; Martin Short es Oliver Putnam, un hoy director desempleado de comedias musicales de Broadway y Selena Gómez es la misteriosa Mabel Mora. A nuestros protagonistas se les ocurre hacer un podcast sobre el misterio que rodea la muerte de Tim Kono.

Y ahí comienza uno de los comentarios que recorrerá la serie: nuestra obsesión con los podcasts y las ficciones de true crime. Habrá diálogos y situaciones citando a producciones de muchísimo éxito como Serial (2014), The Jinx (2015), Making a murderer (2015) y varias más. Incluso llegarán a tener la participación de oyentes de su propio proyecto dentro de su producción. Esto también habla de nuestra época, donde todes tienen (tenemos) un podcast. Y de cómo todes podemos ser narradores de nuestro entorno, pintores de nuestra aldea.

Only Murders in the Building toca todos estos temas y algunos más, pero en esencia es una comedia mezclada con una historia de misterio (un whodunnit clásico) que desde el minuto uno tiene un estilo y un gancho que la hacen muy divertida y que se vuelve mejor con cada capítulo que pasa. Los finales de los episodios nos dejan con cliffhangers imposibles que hacen que le demos play al siguiente de forma casi obsesiva. ¡Incluso en los créditos que dan comienzo hay claves para resolver los misterios! Presten especial atención al episodio siete, que es de lo mejor que nos dio la ficción de este año.

La primera temporada de la serie se estrenó en Estados Unidos en Hulu el 31 de agosto de este año con un episodio por semana, pero en Latinoamérica ya se puede ver completa por Star+. Cuenta con diez episodios y está confirmada una segunda temporada, que llegará en algún momento de 2022. Es una de las sorpresas del año y no se la pueden perder.