Una película que pasó prácticamente desapercibida durante la temporada de premios, pero a la vez es justamente lo que el Oscar necesita ahora mismo.

Una película que pasó prácticamente desapercibida durante la temporada de premios, pero a la vez es justamente lo que el Oscar necesita ahora mismo.
La película más reciente del director Bong Joon-ho, intenta explorar acerca de la desigualdad, un tema habitual en la temática del director que encuentra en la obra de Edward Ashton, un nuevo punto de vista.
La campaña previa a los premios Oscar 2025 seguramente será recordada por ser una de las más polémicas de la historia del premio de la Academia.
La estrella de los noventa protagoniza después de años un largometraje que es una exploración melancólica sobre el triunfo, el dolor y la redención.
Entre epopeya y relato sobre la redención, sus casi cuatro horas de duración conjugan la forma en que el talento puede sublimar el espíritu humano.
En medio de una elección crítica, los entramados del poder eclesiástico se debaten con la necesidad de una dimensión espiritual en el mundo moderno.
La película recorrió un extraño camino, de ser amada en Cannes 2024 a convertirse en centro de controversias y críticas en la temporada de premios.
Una historia de amor trágica que celebra la maravilla del deseo, el desenfreno y la necesidad de ser comprendidos, en un escenario