Cuando se dio a conocer que la historia real sobre el fallecimiento de Kathleen Peterson iba a ser ficcionalizada por Antonio Campos, era posible imaginar el rumbo que iba a elegir el realizador de Christine (2016) y The Devil All the Time (2020) para abordar esa tragedia en formato miniserie. The Staircase (2022) se estrenó el 5 de mayo por HBO Max y concluyó el pasado jueves, si es que concluir es un verbo que le cabe al drama True Crime (o a la muerte real en la que puso el foco). Para quienes no estén familiarizados con los hechos, éstos fueron previamente registrados por el documentalista francés Jean-Xavier de Lestrade, quien siguió incesantemente con su cámara la totalidad del caso y cuyo trabajo, también titulado The Staircase (2018), se puede ver en Netflix.
La noche del 9 de diciembre de 2001, en Durham, Carolina del Norte, un hombre desesperado llama al 911 para informar que su esposa yacía inconsciente al pie de la escalera, cubierta de sangre. Minutos más tarde y ante la tardanza de una ambulancia, vuelve a llamar y, cuando las autoridades llegan al lugar, ella ya estaba muerta.
El hombre que hace ese llamado es inmediatamente reconocido por los investigadores: el novelista Michael Peterson (Colin Firth), un hombre cuya popularidad estaba decreciendo en el mundo literario y que había intentado coquetear -sin éxito- con la política. A diferencia de Lestrade, que eventualmente llegó a forjar una amistad con Peterson, la miniserie de Campos logra una imparcialidad al no avalar ninguna de las cuatro versiones que se brindaron sobre la muerte de Kathleen (Toni Collette). Por el contrario, el cineasta siente una obligación a mostrar los diferentes escenarios que pudieron haber llevado a esa mujer a su fallecimiento, y lo hace con un recurso que convierte a The Staircase en una suerte de film de terror episódico difícil de olvidar y con toques de humor negro (no hay capítulos sin escaleras -de cualquier tipo- de fondo).
Cuando un jurado condena a Peterson en 2003, Campos muestra la secuencia que ellos imaginaron: Kathleen es atacada por su marido con un objeto contundente tras haber descubierto las relaciones extramatrimoniales que él tenía con varios hombres. Por otro lado, cuando los abogados del acusado presentan sus pruebas, la escena cambia y vemos a Kathleen resbalándose y cayéndose en esa misma escalera, en un accidente doméstico. Luego, está la teoría de que un búho pudo haberle ocasionado las heridas; y finalmente la de que un atacante, ex-amante de su marido, pudo haberla asesinado por despecho.
El impacto que generan esas recreaciones es tal, que a través de ellas vamos advirtiendo cuál fue siempre el objetivo de Campos: que nos pongamos en la piel de una mujer que se desvivía por su esposo y los cuatro hijos de éste, además de criar a una hija fruto de un matrimonio anterior. Cada vez que vemos a Collette ingresar a la casa, el resultado es escalofriante y remite a Christine, esa película del director en la que la muerte es inevitable, pero el abordaje es la clave para no reiterar fórmulas. El final importa, pero el camino es lo que despierta el interés.
The Staircase también muestra la dinámica familiar de los Peterson, especialmente la de los hijos, interpretados por Dane DeHaan (The Amazing Spider-Man 2), Olivia DeJonge (The Visit), Patrick Schwarzenegger (Moxie), Odessa Young (Shirley), y Sophie Turner (Game of Thrones). Campos permite el lucimiento de todos ellos a través de sus historias tan disímiles, especialmente la del personaje de Caitlin (DeJonge), la hija de Kathleen que se distancia de sus hermanos por no creer en la inocencia de Michael.
¿Culpable o inocente? The Staircase nos permite sacar nuestras propias conclusiones con su visión pluridimensional sobre lo que sucedió esa noche, y lo hace no solo al retratar el matrimonio entre Kathleen y Michael, sino también al arrojar luz sobre muchas mentiras que Peterson fue acumulando a lo largo de las décadas. Por lo tanto, aunque haya sido liberado en 2017 por una petición que solicitó a la corte por no haber obtenido un primer juicio justo, la miniserie nos muestra lo solo que quedó. Sin la presencia constante de sus hijos y sin Kathleen, quien reaparece en la miniserie como una figura espectral que ratifica el tono aterrador de The Staircase. Ese clima se mantiene hasta un final donde se luce, con una curiosa mirada a cámara, un gran Colin Firth, candidato a competir mano a mano con Michael Keaton en los premios Emmy de este año.
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