House of Gucci (2021) es la segunda película del año que nos dio Ridley Scott (siendo The Last Duel la primera) y demás está decir que los tonos de ambas son completamente diferentes. Mientras que la anterior trata de una historia de época sobre la subjetividad de la verdad y el viaje de una mujer tras ser abusada, House of Gucci se mete en las manipulaciones y venganzas que caracterizaron a la familia detrás de la emblemática casa de moda.
La película funciona como una sátira sobre los hechos sucedidos en la vida real y cuenta con un elenco, que -a pesar de estar compuesto por todas estrellas de primer nivel (Adam Driver, Jeremy Irons, Al Pacino, Jared Leto)- termina siendo opacado por la magnífica Lady Gaga, cuya interpretación de Patrizia Reggiani es propia del título “femme fatale”.
Si hablamos de Gaga, automáticamente tenemos que hablar de moda. Es una de las pocas artistas que tienen una relación tan cercana con este arte y es por eso que la diseñadora de vestuario, Janty Yates, no dudó en incorporarla en el proceso creativo. Ambas trabajaron juntas para crear los looks de Patrizia, teniendo en cuenta su historia, narrativa y personalidad.
Nuestro primer encuentro con Patrizia es trabajando en la gasolinera de su padre, con un vestido al cuerpo y unos stilettos. Solo con esta escena y este vestuario ya podemos obtener casi todas las características del personaje: una mujer sensual que sabe lo que quiere y cómo conseguirlo. Es consciente de lo que ese vestido causa en los hombres y está bien con eso porque ella es dueña de la situación. Cuando conoce a Maurizio (Adam Driver), vemos un contraste bastante grande, ya que empieza a utilizar prendas más románticas y ladylike, justamente para poder encajar con la clase alta y conquistar a un Gucci. “Queríamos mostrarla con un estilo mucho más naive e inocente cuando estaba con Maurizio” le contó Yates al diario Times. “Se van tan dulce e inocente, pero al mismo tiempo usa ese vestido sexy para ir a trabajar”. A pesar de presentarnos este estilo, nosotros como espectadores ya sabemos la personalidad determinante y poderosa que tiene Patrizia por esa primera escena y ese vestido apretado.
Es cuestión de que Patrizia y Maurizio se casen para que el vestuario de ella cambie y empiece a expresar toda su sensualidad a través de su ropa. La vemos con vestidos escotados, acentuados en la cintura, mucha joyería extravagante, todo mostrándonos en lo que se había convertido: la señora Gucci. Es por eso que una de las escenas más emblemáticas de la película es la de Patrizia yendo a un mercado clandestino para encontrarse con la cruda verdad de las réplicas falsas. El horror de ella al ver el nombre de Gucci siendo manchado nos demuestra el poder y la importancia de esta mujer en la casa y lo que estaría dispuesta a hacer para defenderla y a su lugar en ella también. Que toda esta secuencia sea una de las pocas en donde vemos a Patrizia usando Gucci de pies a cabeza (la túnica con el logo es una de las dos piezas de archivo que utilizaron en la película) le agrega aún más al sentimiento de pertenencia de marca y abre así un debate sobre lo que significa ser parte de un grupo selecto, que puede comprar artículos de lujo. Y si esa necesidad de pertenecer es tan grande que traspasa los límites de lo que es real y lo que no.
Algo que mucha gente no sabe de Patrizia es que en la vida real no usaba casi ninguna prenda de Gucci. ¿Por qué? Porque todavía no había llegado Tom Ford. Como dijimos anteriormente, el estilo de Reggiani se caracterizaba por ser sensual y atrevido, pero la casa Gucci no cumplió con estas características hasta la revolución de Ford en 1995 (el desfile que vemos ya casi al final de la película). Previo a esto, lo que más se destacaba de la casa eran los accesorios, como la cartera Jackie, y artículos de cuero. Fuera de eso la ropa era bastante conservadora y no iba con el estilo de Patrizia. Por eso es que elegía vestirse con Yves Saint Laurent y Dior, así que para el vestuario de la película (además de crear looks originales y buscar archivos de las marcas) Gaga donó ciertas piezas personales que tenía.
“Gaga se negaba a repetir prendas. Incluso aros, así que todo lo que usábamos una vez lo descartábamos para el resto de la película. Hice casi lo mismo con Adam, porque esta gente era realmente muy rica, entonces no tenía sentido que usen lo mismo.” dijo Yates para Times. Una de las características más grandes de Patrizia era su obsesión con la joyería extravagante, es por eso que desde el día uno la vemos luciendo aros y collares que van escalando en calidad, tamaño y brillo a medida que la película va avanzando y los Gucci son aún más millonarios. Algo parecido ocurre con los trajes de Maurizio, cuyo estilo es mucho más pulcro cuando lo conocemos, a comparación de su época siendo el dueño de Gucci. Sobre todo al final de la película, ya que tanto su personalidad como su estilo están consumidos por la marca.
Sin duda alguna, el punto fuerte de House of Gucci es el entendimiento que tiene sobre la marca, lo que representó y representa en la actualidad. Desde el primer plano mostrando los mocasines emblemáticos de la casa, entendemos el nivel de importancia y legado que tiene este nombre y cómo ello habla de la familia que la construyó. Gucci es una marca que se fue reinventando a medida que pasó el tiempo: pasando de lo conservador en sus comienzos, a lo sexy de los ’90 con Tom Ford y, finalmente, convirtiéndose en una de las casas que visten a personajes de la industria como Harry Styles. Dejando en claro que Gucci fue, es y siempre será icónica.
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